Alcalá la Real (FORTALEZA DE LA MOTA)

Interesantísima ruta con guía por esta joya medieval. Si os gustan la historia y las "piedras" esta visita está totalmente recomendada.



Dejamos el coche a pie de muralla en una zona de aparcamiento de acceso complicado por las pendientes. Hay que darse prisa porque el espacio es limitado.

Tras embadurnarnos de crema solar nos dirigimos al punto de información y compra de entradas. Dos adultos y dos niños por 30€, si bien inicialmente nos parece caro, al final de la jornada estamos de acuerdo en que vale la pena el gasto.

Reunido el grupo, iniciamos la subida por el lado este cruzando sucesivamente varias puertas defensivas. La más espectacular es sin duda la de la Imagen (14m de altura).



Pasamos por las ruinas de varios tipo de locales: una zapatería (se encontraron restos de hormas), licorerías y tiendas en general, tintorería, prostíbulo y una carnicería. En esta última se aprecian acanaladuras de desagüe de aguas fecales.




Una vez en el recinto interior tras cruzar la puerta del Peso de la Harina apreciamos la amplitud de la fortaleza.

Comenzamos el recorrido en sentido contrario al de las agujas del reloj. Primero vemos una botica junto a una máquina de refrescos (a 1,20€) para visitar la zona de casas de "clase media". Son locales pequeños, algunos con bodega al mismo nivel.

Como curiosidad, las calles eran muy estrechas por lo que estaba prohibido sacar enseres a la calle. Para evitar la transmisión de enfermedades, las puertas de las casas a los lados de las calles no estaban enfrentadas... medida de dudosa utilidad.

Alcanzamos finalmente la torre del Homenaje que, junto a la de la Campana (para dar alertas) y la Mocha (derruida tras un terremoto), conforma la Alcazaba.



Torre Mocha.


Torre de la Campana.


Aquí residía el alcaide o jefe del castillo y estaban las caballerizas y locales para juntas. Es el punto más alto de la meseta sobre la que se levanta la fortaleza por motivos defensivos.

Destacar las vistas desde la torre del Homenaje desde la que se divisan las diversas torres atalayas que rodean Alcalá para dar alertas sobre incursiones enemigas.

Aquí hay varios locales que vale la pena visitar en los que se exponen maquetas, maniquís y vídeos explicativos.

A continuación salimos al "barrio militar" o de la clase alta. Las casas son amplias y disponen de patio, varias habitaciones e incluso lagares (dónde se pisaba la uva y recogía el mosto) y bodegas.



El vino era el centro del comercio de la zona, puesto que no es hasta finales del siglo XIX en el que una plaga arrasa los viñedos y se comienza a cultivar el olivo.


Visitamos una zona en la que se expone una catapulta con bolaños o bolardos originales.



Nos dirigimos a la iglesia mayor abacial que fue quemada por los franceses al abandonar la plaza tras la ocupación... muy civilizados ellos.

Tras el abandono de la fortaleza al perder el sentido defensivo al alejarse la frontera con los nazaríes, fue usada como cementerio llegando a cubrirse sus paredes con nichos para ganar espacio. Actualmente no tiene motivos religiosos ni se usa para culto. En el altar hay una pantalla en la que se proyecta un vídeo a las 13:00 con la historia de la fortaleza.



Anexo a la iglesia está el edificio del cabildo muy bien restaurado y con una interesante maqueta de la fortaleza.




Nos asomamos a la plaza Alta y la torre de la Prisión.

Después vamos al barrio de la clase más baja (Bahondillo) en una zona de fuertes desniveles que "cuelga" hacia el oeste... zona de dónde provenía la amenaza en la época de la reconquista.

Destacar un nevero en el que se acumulaba el hielo (supongo que traído de la zona de Parapanda) y que se usaba con fines terapeúticos.