Alcalá de Henares, un paseo por sus calles.

Alcalá de Henares.

Ciudad de las letras, cuna de escritores, albergue de estudiantes.

Un paseo por sus calles te transporta al siglo de oro, te hace sentir bohemio en el tiempo, caminante entre mil sentimientos.

Entrar desde los pasadizos altos de hierro, fríos y sucios que te muestran a su paso las vías de esos trenes de gran ciudad, ese contraste de la ciudad suburbana de finales del siglo XX con la ciudad en explendor de los siglos XVI y XVII es un verdadero acto de magia, ni en los cuentos de Harry Potter.
Frente a la estación se nos presenta Paseo de la Estación, a mitad del camino nos encontramos con la primera joya, Palacio de Laredo, edificio neoclásico y mudejar construido a finales del siglo XIX, su nombre se debe a su arquitecto, José Laredo y Ordoño. Cruzamos la arteria principal junto a una típica gasolinera semejando un ovni, estamos en la ciudad que queríamos pasear, estamos en la calle Libreros, amplia arteria donde encontramos edificios emblemático, antiguos colegios mayores, nos lleva a la Plaza Cervantes en unión con la calle Mayor. Estamos en el núcleo de la ciudad, entramos y salimos a derecha e izquierda de esta zona, encontrando en cada plaza o rincón edificios emblemáticos, en primer lugar la cuna de la educación. La Universidad, mejor dicho el Colegio Mayor de San Idelfonso, impresionante edificio como impresionante su historia; este edificio construido por el Cardenal Cisneros para dar formación a clérigos y gente de la iglesia, siempre fue sede y cuna de la Universidad de Alcalá de Henares, sus claustros, sus capillas son punto obligatorio de visita. Hoy hemos encontrado abierta en su capilla una exposición de trajes únicos de películas inolvidables, acompañamos algunas fotos. Entramos en la Plaza de Cervantes, inmensa y preciosa plaza, enfrente soportales de la época de Cervantes, son continuación de los mismo que nos abrazan el la calle Mayor, es entrañable y sensacional, encontramos sentados a Don Quijote y Sancho Panza, muestran la casa de Don Miguel de Cervantes, al final de calle encontramos la plaza de la catedral de Justo y Pastor. A nuestra derecha salimos por la calle que nos lleva frente al Palacio Arzobispal, una obra descomunal, un pequeño balcón de piedra en su esquina nos recuerda a Doña Inés escuchando a su Don Juan. En frente encontramos el Museo Arqueológico Regional, entre colegios mayores y edificios emblemáticos llegamos hasta la puerta de la calle San Bernardo.
Nos adentramos en sus calles, entramos y salimos, no hay desperdicio.