Ferrata Peille

Ferrata Peille
Vía ferrata con cuatro tramos y con un poco de todo. Puentes tibetanos, pasarelas, una reja de cara al vacío, técnica, vértigo y para rematar una tirolina de 85 metros. En resumen una vía deportiva, con pasajes aéreos
El recorrido empieza en una pasarela de madera de 30m por encima de la gorga de Fequin, dándonos la bienvenida a nuestra primera tanda de grapas. Los primeros salientes de roca nos llevan por una pared larga que nos conducirá a través de un paisaje completamente aéreo hasta la segunda gran pasarela, de 35m, bajo la cual podremos ver el caminito de acceso a la vía.

Existe una escapatoria hacia arriba para volver al pueblo.
Una vez superada la pasarela, remontaremos hacia la derecha hasta llegar encima del túnel de la carretera D 53, un pequeño tramo en desplome que hay que realizar con determinación y resistencia. A la salida de este muro, saldremos en un pequeño plano con vistas sobre Peille, idóneo para hacer un alto en el camino y reponer fuerzas. Escapatoria posible hacia la izquierda. Continuaremos subiendo hasta encontrar el primer puente tibetano lado montaña. Una vez pasado realizaremos un tramo en ligero descenso hasta entrar en una pequeña gruta.



Desde el interior podremos salir por un agujero en la roca que nos conducirá a la entrada de una segunda cueva, desde donde se alza una red metálica. Hay la opción de evitar el tramo de la red por una variante hacia la derecha menos dura y más clásica. Este tercer tramo, está especialmente pensado para los más ferrateros. Primero subiremos directamente por encima de la cueva, escalando por la malla metálica y salvando de este modo un desplome de cara al vacío y sentir algún que otro escalofrío… Una vez en la cima tenemos dos opciones:
Hacia la derecha, con un tramo aéreo, que se encuentra con la variante anteriormente mencionada. Hacia la izquierda la opción más deportiva y técnica, que nos permite salvar un buen desplome. Atención es un tramo muy atlético y es recomendable ir encorado o bien preparado para colgarse y reposar.

Bueno lo duro ya ha pasado... un trozo fácil para relajar los músculos con un puente tibetano. Y el tramo final con tirolina de 85 m (opcional). Recomendación, frenad! a menos que queráis apreciar el tacto de la colchoneta que os espera al final.

Regreso
Después de la tirolina hay que subir por un terreno de piedra resbaladiza, y coger el sendero de bajada de la izquierda, que nos llevará hasta la carretera.