XXIII Cross de la Pedriza

LLegaron los corredores a las ocho y media al parquing de canto cochino. El sabado había estado lloviendo todo el dia y aunque el domingo indicaba que iba a ocurrir lo mismo, en un principio la cosa estaba tranquila. Además la temperatura era bastante agradable. Los corredores se pusieron en la cola para los dorsales, pero luego se dieron cuenta que la de no federados era la pequeñita que había a la izquierda. Demasiado nivel hay hoy aqui, pensaron los corredores, aunque tenían intención de hacer un cross digno. Con retraso se dió la salida y enfilaron todos los corredores hacia el camino de los huertos para alcanzar la gran cañada. Como no las tenían todas consigo se colocaron bastante atrás, así que sufrieron los atascos de lo primeros tramos. Practicamente hasta la pradera del yelmo la senda estaba atascada. Continuaron por la senda de las carboneras hasta enganchar con la senda maeso y bajar al cdo. de la dehesilla. El primer tramo hacia el collado de la ventana, era quizá el mas duro del recorrido, hubo que utilizar las manos constantemente. En el avituallamiento del cdo de la ventana pararon un poco los corredores a beber algo y comer unas barritas de cereales. Todavía quedaban algunas rampas duras hasta las torres y el collado de la carabina. La niebla hacía acto de presencia y el viento sobre las camisetas empapadas era algo molesto. En algunos momentos el corredor se encontraba completamente solo por lo que tenía que ir muy pendiente de las señales del camino. Poco después de iniciarse el descenso, el camino se metio de lleno en el pinar. El corredor es algo miope y como el día era gris y el pinar espeso tuvo que poner cuidado para no rodar por el suelo. Vanas fueron las precauciones. Sus delicados tobillos con ayuda de las raices hicieron que diera varias veces con sus costillas en el suelo. La pendiente suavizaba camino del llano del peluca. Pasó, el corredor, el control, pilló unas gominolas y se mentalizó para afrontar la última subida al collado del cabrón. Una tachuela en el camino que pinchaba ya demasiado en los cuadriceps del corredor. Creía este que le iban a reventar en la bajada. Llegando a cantocochino el corredor se despistó y le adelantaron al subir a la carretera. Ya no pudo volver a remontar. Terminó en 3h32', algo decepcionado, pues era más de lo previsto, pero nada que no se puediese solucionar con unos tercios en la terraza del chiringuito de canto cochino.