X CARRERA REINO DE LOS MALLOS 2023

La carrera discurre por un entorno de gran belleza con salida de la Plaza Ramón y Cajal, donde está la Iglesia de San Salvador, iniciada en el siglo XI, destacando el ábside románico (arte que predomina en los siglos XI, XII), que comprende asimismo la cripta del Santo Cristo, que consta de tres naves, sobre ella se levanta la iglesia del Salvador. De aquí nos dirigimos a un encantador casco urbano formado por un irregular entramado de calles que se han sabido adaptar perfectamente a la morfología del terreno y con viviendas principalmente de piedra y tapial que responden a la tipología típica de la zona. A continuación, nos dirigimos a la calle de la Morería, ahora llamada Morera, podrás encontrar curiosas marcas en las fachadas de la calle, que indican la conversión forzosa al cristianismo al que se vieron abocados los llamados moriscos que ahí habitaban en los siglos XVI y XVII y si puedes prestar especial atención a los símbolos y marcas de las diferentes épocas de la historia que hemos atravesado. Encontrarás dinteles con inscripciones en celtíbero, así como “religadas”. Por su entramado de calles nos dirigimos en dirección a Agüero. Nada más salir pasamos por la Fuente Vieja, del siglo XII, y ascenderemos por una calzada de estilo romana, muy bien conservada. En lo alto ya observamos a nuestra derecha Peña Rueba (Mallos de Murillo). Pasamos el Barranco de Baviera y seguimos para Agüero por el camino natural de la Hoya de Huesca, entre almendros en flor y rapaces que surcan sus cielos o la luz que envuelve todo el paisaje y ya al fondo la Iglesia que se proyectó en el Siglo XII de Santiago de Agüero. Impresionante templo románico que, aun inacabado, fue declarado Monumento Nacional, y que cuenta con tres naves y cabecera con triple ábside, siendo magnífica su portada, en la que se observa el relieve de la Epifanía en el tímpano. Situada en el extrarradio de la localidad se accede a ella por un camino transitable. Al llegar al casco urbano pasamos por la plaza del Ayuntamiento, donde nos encontramos con la Iglesia Del Salvador de Agüero, de estilo románico del siglo XII, obra del Maestro de Agüero, y en la que destaca el pórtico que cobijaba la portada románica con tímpano en arco apuntado, enmarcado por triple arquivolta y decorado con un relieve del Pantocrátor rodeado por el Tetramorfos, que todavía presenta restos de policromíade, e iniciamos la ascensión a Las piedras de Agüero (Mallos de Agüero), de una altura de 853 m. Estos mallos están formados por conglomerados, cuyo origen está en la acumulación de partículas sólidas procedentes de la destrucción de los relieves pirenaicos, depositada al pie de la montaña por el río Gállego, y en el que podemos observar las colonias de rapaces que anidan en este medio. Desde allí nos dirigimos a la Ermita de San Esteban, cerca del barranco de Fociello, con unas excelentes vistas. A partir de aquí iniciamos el descenso hacia el depósito de Agüero por el sendero que viene de Villaluanga, e iniciamos la subida hasta Punta Común (Malo de Murillo de Gallego), de una elevación de 1.100 m. En el descenso pasamos por la senda de los cazadores e iniciamos la vuelta por debajo de Peña Rueba, las balsas de Murillo de Gallego, para entrar en la villa por la Iglesia de la Virgen de la Liena, encontrándonos con una necrópolis de tumbas excavadas en la roca y podemos observar, en el muro saliente del Siglo X, una ventanilla geminada con dos arcos de herradura. De allí vamos bajando por las calles de Murillo a la Plaza Ramón y Cajal, donde encontramos la llegada.