Peña Rueda desde Lindes

Comenzamos nuestro recorrido en el encantador pueblo de Lindes, partiendo desde su iglesia, donde encontramos un cómodo espacio para estacionar el coche. Abandonamos el pueblo en dirección sur por una calle que rápidamente se transforma en una pintoresca caleya. Después de un pequeño tramo llano, empezamos a ascender por una empinada caleya hasta adentrarnos en un impresionante bosque de hayas. A medida que avanzamos, alcanzamos la Veiga de Manin, donde descubrimos una acogedora cabaña y una fuente.

Giramos hacia la derecha, ascendiendo por la campera hacia la falda de Peña Rueda. Seguimos un sendero bien marcado que nos lleva a la cresta, continuando la ascensión. Aunque el viento sopla con fuerza, obligándonos a mantenernos algo separados de la cresta por seguridad, la caminata es agradable, sin necesidad de utilizar las manos en ningún momento.

Al llegar a la cima, capturamos algunas fotos junto al buzón de cumbres, ya que el mojón geodésico se encuentra unos metros más abajo. Las vistas panorámicas hacia las Ubiñas y los Huertos del Diablo son espectaculares, especialmente con las nubes que se entremezclan con los Huertos del Diablo.

Comenzamos el descenso hacia unas fortificaciones militares de la guerra civil, y desde allí, por una empinada senda que zigzaguea y a veces atraviesa campos, perdemos altura en dirección al canalón de los Mirios. Continuamos descendiendo hasta La Cardosina, donde encontramos un conjunto de cabañas, atravesando matas de acebos y caminos enrevesados hacia otra pradería. Aquí, entre antiguos corros medio derrumbados, aprovechamos para degustar nuestra empanada, que ya pesaba en la mochila.

Después de la pausa para comer, continuamos nuestro camino a través de La Vega La Foz, siguiendo un camino intrincado hasta llegar al río de la Foz Grande. Este desfiladero es impresionante, con un bosque de hayas salpicado de avellanos, tejos y acebos, atravesado por una senda que bordea el río y requiere vadeos en al menos un par de ocasiones.

La senda, siempre en descenso, nos lleva hasta el monte del Gorbizal, otro bosque impresionante de hayas de dimensiones descomunales, con avellanos, acebos y tejos intercalados. La senda bien marcada atraviesa el bosque con una pendiente ascendente que se hace bastante larga, especialmente debido al cansancio acumulado.

Al llegar a un claro en el bosque, la senda inicia un descenso hacia Los Turráus. Este tramo transcurre por un entorno boscoso espectacular, con caminos a veces enmarañados, cubiertos de hojas y resbaladizos, lo que nos obliga a sortear obstáculos constantemente.

Al salir del bosque, nos encontramos con una caleya llena de trollu, que en su mayor parte se mantiene llana y nos lleva esquivando trolleras hasta llegar a la bifurcación, donde conectamos nuevamente con la empinada caleya que nos lleva de regreso al pueblo de Lindes, donde tenemos estacionado el coche.

Para nosotros, esta ruta es de una belleza impresionante, ofreciendo la oportunidad de disfrutar de la alta montaña, bosques exuberantes, ríos vírgenes, ruinas militares, brañas, corros y mucho más.

ZONAS DE PASO MÁS CARACTERÍSTICAS:
- Peña Rueda (8.1 km)
- El Collau (11.3 km)
- Fuente La Troncera (11.8 km)