Eslida: Puntal de l'Aljub por canchal norte, Batalla y Cocons

Haremos hoy una peculiar subida al Puntal de l’Aljub, remontando por el estrecho y largo canchal que se forma en su ladera norte, un ejercicio de escaleras que pondrá a prueba nuestros cuádriceps.

Desde el inicio de la pista de l’Oret, y pasando por el Molí d’Aire, subimos a La Penya, magnífico mirador sobre el pueblo espadanero de Eslida. Bajamos a la pista, junto a un coqueto bancal de viñedo, y seguimos en descenso por la misma, pasamos junto a la Font de Escales, normalmente seca, y tomamos el ramal de pista a la izquierda, que debemos dejar al llegar a la altura del canchal. Tenemos ante nosotros el pasillo de bloques de roca por el que subiremos al Puntal de l’Aljub.

La ascensión es cómoda, las rocas son, en general, estables y limpias de maleza. Hay que ir con cuidado, no obstante, de no voltear ninguna y tirárnosla encima… subimos en línea recta hacia las antenas que se van haciendo visibles entre los pinos cimeros.

En la parte alta, el canchal se convierte en una ancha pedrera, y por encima las zarzas cierran el camino. Hay que salir hacia la izquierda, siguiendo unos hitos de piedra, a buscar una estrecha traza que nos lleva casi en horizontal a buscar el camino normal del Puntal, a poca distancia de la cumbre.

Una vez en las antenas, continuamos por el cordal hasta el Collado de Aín, donde tomamos la senda en descenso hasta el Coll de Barres. Iniciamos aquí la ascensión al Pico Batalla, magnífico mirador al norte de la Sierra de Espadán.

El descenso, por su Umbría, es rápido hasta la pista de Escales, que dejaremos en la curva junto al barranco, para colarnos bajo la CV223 y tomar el Camí del Mas de la Mina, que dejaremos por la izquierda, por una estrecha senda (ojo al desvío!) para remontar la ladera de solana y salir a la senda que viene de Aín a Cocons.

Seguimos esta última senda a la derecha, disfrutando de las magníficas vistas sobre Espadán y llegamos a unos campos. La senda sale a una pista, que cruzamos, para tomar otra senda que sube, junto a unos bancales, a la Muntanya de Cocons y la recorre por la meseta que forma su cumbre, junto a largos muros de piedra seca.

Al final de la meseta cimera llegamos a la zona con los restos del Campamento Militar de Cocons, de la Guerra Civil, e iniciamos el largo descenso que nos llevará hasta Els Corrals, a las aufueras de Eslida, y por la antigua Calzada Romana hasta el mismo Eslida.