Carrera de montaña por la cabecera del Jubera (Santa Marina-La Santa-Ribalmanguillo)

La cabecera del Jubera con sus pueblos abandonados (La Monjía, La Santa, Riblamanguillo, Oliván, Buzarra, Dehesillas, Valtrújal, Antoñanzas...) es un lugar solitario y sorprendente. Hace 8 años deambular y correr por allí tenía más misterio: ahora han convertido las antiguas sendas en "autovías" por las que se puede pasar con un coche cualquiera sin problemas. Desde Santa Marina a La Santa seguimos una de estas excepcionales pistas para visitar las evocadoras ruinas del pueblo y su enorme "iglesia-corral" que domina el caserío desde una loma. Desandamos unos cientos de metros para tomar una pista-cortafuegos que tras atravesar una de las pocas manchas de robledal rebollo (seguramente la antigua dehesa de Ribalmanguillo) que por allí se conservan nos deja en las ruinas del propio Ribalmanguillo. Ojo que si bajas por la trocha que nace al lado de la iglesia de La Santa acabarás en un prado rodeado de maleza impenetrable a un paso de Ribalmanguillo, pero sin poder acceder al mismo. La iglesia del pueblo merece la pena y se ve alguna casa arreglada. La vida allí tuvo que ser durísima. Desde la aldea bajamos al Jubera por praderas invadidas de espino que debieron ser campos y cruzamos el cauce del río al lado de un viejísimo puente inservible. Toda la ladera frente a Ribalmanguillo la repoblaron con pinos hace unos 6 años (yo estuve por allí entonces) y ahora van creciendo hasta alcanzar algunos ejemplares casi 1 metro de altura. Por las trochas de repoblación ganamos el cordal desde el que se divisa Santa Marina y ya sólo queda volver a nuestro lugar de origen.
CICLABLE: Sí con algun rato de bici al hombro tras pasar el Jubera.
Tiempo: 2.30 (+) horas.
Valoración Atlética: 6. Valoración Paisajística y Medioambiental: 6. Valoración Subjetiva: 6. NOTA MEDIA FINAL: 6