Benitandus, Veo, Alcudia de Veo, Cueva del Toro

Buscando sombra vespertina venimos a hacer una ruta por el Río Veo, para lo que emprendemos la marcha en la aldea de Benitandús.

La primera etapa será llegar a la aldea de Veo, primero por pista y luego un sendero que cruza el Río Veo y remonta por la ladera, sale a la carretera y se mete finalmente por un camino hormigonado que entra en la aldea por una balsa de riego y el lavadero. En la plaza encontraremos una fuente.

Seguimos el GR36, junto a la reguera, y nos encaminamos a Alcudia de Veo, pero justo antes de llegar al pueblo bajamos por una senda medio perdida (empieza bajando unos empinados peldaños), que nos lleva de nuevo al Río Veo.

Dejamos a la derecha la senda que baja directamente desde Alcudia de Veo (una alternativa si la senda por la que hemos bajado no es del agrado del interesado), y continuamos a la izquierda por la senda que se adentra por el Barranco de la Chelva, donde está nuestro objetivo: La cueva del Toro.

Actualmente está cerrada con una cancela a los pocos metros de la entrada, pero eso no impide que disfrutemos de este magnífico rincón espadanero.

Volvemos sobre nuestros pasos un corto tramos y tomamos a la derecha, en ascenso, el sendero GR333 que va hacia Aín. Nosotros lo abandonaremos justo cuando empieza a descender para subir a la Penya de la Campana y bajar luego al Collado de Veo, donde volvemos a encontrar el GR36.

Lo seguimos, pero en la primera bifurcación lo dejamos por la derecha para bajar por el Barranco de Aín. En un punto donde dicho barranco gira en noventa grados a la derecha, dejamos el sendero y subimos, a la izquierda, al Coll de la Basseta (sin basseta).

Seguimos subiendo por la senda que aparece a nuestra derecha y luego, por pista, llegamos a La LLoma, donde encontraremos un aljibe a rebosar de agua. Un tramo más de pista y cogemos una estrecha y frondosa senda a nuestra izquierda que nos lleva directamente de regreso a Benitandús.