Alcudia :: Puig Romaní, Penya Roja, Talaia d'Alcúdia por la cresta sur

Una colosal ruta por la península de Alcudia, una zona muy importante de defensa de la isla ante los continuos ataques de piratas y corsarios durante los siglos XVI a XVIII. Destacan de entre todos estos lugares fortificados, la Penya des Migdia o Penya Roja, una cima inexpugnable en la que aún queda un cañón en muy buen estado. De camino hacia ella, subiremos por una interesante variante, el Puig Romaní.

La vuelta se completa descendiendo por la cresta de la Atalaya de Alcudia, el camí de Es Pujadors y el camino del campamento de la Victoria. 12 km muy duros, con algunos tramos sin camino y mucho desnivel. Una vuelta completísima, con todo tipo de paisajes, muy exigente y con algunos tramos algo técnicos, no aconsejo esta ruta para gente principiante.

Santuari de la Victòria, ses Tres Creus

Arrancamos en el parking del Santuario de Nuestra Señora de la Victoria, e iniciamos la marcha en sentido ascendente por el camí de sa Talaia, una pista ancha en medio de una vegetación de garriga y pinar, este camino conduce a la Penya Roja y a la Atalaya de Alcudia. 

A pocos minutos nos desviamos a visitar un bonito mirador sobre la bahía de Pollença, ses Tres Creus, un bonito lugar apartado conocido también como Es Calvari. Una leyenda dice que en este lugar se le apareció la Mare de Déu a un pastor de nombre Joan Boi al inicio del siglo XIV.

Coll des Jueus, Puig des Romaní

A unos 700 metros del santuario, en una curva muy marcada a la derecha, hay que abandonar el camino y coger un sendero ascendente (camí de la Penya des Migdia) señalizado con flechas de madera y protegido con barandillas de madera que se dirige hacia la Penya Roja.

El sendero continua, podremos ver algunos restos del camino empedrado original, a pocos metros del inicio del sendero, lo abandonamos para ir en busca de la cima del Puig des Romaní, una cima desconocida por nosotros. Mirando el GPS, localizamos restos muy difusos de sendero, entre un denso bosque de pinos, mata y càrritx.

Seguimos hacia las paredes del Puig de sa Falguera, en dónde hay una especie de pasillo que permite avanzar de manera cómoda. No hay apenas camino, localizamos un collado, llamado el Coll des Jueus, el cual separa el Puig de sa Falguera y el Puig des Romaní.

Desde el collado, vamos por el lomo de la montaña, algunas fitas nos guían y vamos cogiendo altura y las vistas se van abriendo hacia la bahía de Pollença, una maravilla de paisajes. Seguimos por la cresta hacia la cima del Puig Romaní (391 m), las vistas son espectaculares, vale la pena el esfuerzo.

Coll de la Solana, Pas de la Penya Roja

Iniciamos el descenso en dirección norte hacia la Penya Roja, no hay camino pero hay algunas fitas, es un terreno resbaladizo, llegando sin problemas al Coll de la Solana, que separa las dos cimas. Un lugar privilegiado para observar la cima de la Penya Roja y la zona del Cap des Pinar.

Desde el mismo collado por un sendero bien marcado, conectamos con el camí de la Penya des Migdia, que es la vía habitual para ir a la cima de la Penya Roja. El sendero es espectacular, uno de los mejores de Tramuntana, las vistas de la vertiente de Pollença y Formentor son preciosas.

Llegamos al paso más espectacular de la ruta, el Pas de sa Penya Roja, es el único acceso a la fortificación. Se trata de una abertura hecha en la roca lisa con una base de argamasa, se accede con unos escalones picados en la roca, este acceso se cerraba con una puerta reforzada por la parte interior, haciendo inexpugnable la fortificación.

El paso no presenta dificultad, hay una cornisa muy estrecha, en el que se ha instalado una cadena para facilitar el paso y dar seguridad, las personas con vértigo pueden tener problemas para cruzar esta cornisa. Si nos fijamos, sobre el portal hay un matacán de piedra para impedir aún más el acceso al otro lado, un sistema de defensa muy efectivo.

Ya dentro de la zona fortificada de la Penya Roja, observamos un conjunto de construcciones formado por un aljibe, una caseta, un puesto de vigilancia y un horno, llamado Forn de Baja Roja, estaba destinado a calentar las balas de cañón hasta el rojo vivo con la finalidad de incendiar las naves enemigas. Desde este punto, se divida una excelente vista del Cap Pinar.

Penya Roja, Canó des Moro

Desde el porche, se inicia un sendero fácil de seguir pero que va cogiendo mucha pendiente rápidamente y en pocos minutos y una buena sudada, llegamos a la cima de la Penya Roja o Penya des Migdia (355 m). Llegamos a una plataforma de dimensiones reducidas con un muro semiderruido, en dónde se ubica un cañón de bronce, conocido como Canó des Moro.

Este reducto fortificado por sus características arquitectónicas es único en las islas Baleares. Fue proyectado por el matemático Joan Binimelis y construido el año 1.603 por orden del virrey Ferran de Sanoguera. Esta plataforma fue restaurada hace poco.

Regresamos por el mismo lugar hacia las construcciones, volvemos a pasar por el Pas de sa Penya Roja y regresamos al Coll de sa Solana y por el camí de la Penya des Migdia y el camí de sa Talaia, volvemos a la pista que nos llevará hacia la Talaia d'Alcudia.

Pas de s'Aritja y Talaia d'Alcudia

Continuamos por la pista forestal ascendente, las vistas del mar son espectaculares. Llegamos al Coll des Pedregaret y continuamos hacia al Pla de sa Talaia, en dónde el camino da un respiro, antes de afrontar el tramo duro de subida hacia sa Talaia d'Alcúdia.

Al final de la pista forestal, arranca un sendero que se va acercando a la base de la montaña, que se convierte en un bonito camino de herradura con paredes de piedra hasta llegar al Pas de s'Aritja, un corte en la roca artificial que permite pasar a la otra vertiente de la montaña.

En la otra parte, cambiamos de vista y ya vemos la cima de la Talaia de Alcudia, un último esfuerzo y coronamos a 445 metros de altitud. La cima está coronada por los restos de una antigua torre de vigilancia de base circular que data de 1.567, fue derribada el año 1.918. Un poco más abajo hay dos casetas en dónde se refugiaban los soldados durante la guerra civil.

Arista sur y Coll de na Benet

En esta ocasión, no seguimos la ruta hacia el refugio del Coll Baix, descendemos directamente por la arista sur de la montaña hacia el Coll de na Benet. Es un descenso precioso con vistas despejadas y con poca vegetación, en dirección sur. 

No hay camino, sólo restos de sendero y algunas fitas pero no es complicado. Sólo tener cuidado al principio de la bajada, hay que destrepar unos metros hasta encontrar el sendero que baja por la cresta de la montaña.

Camí de Es Pujadors, Camí de ses Fontanelles

Llegamos al Coll de na Benet, destaca la vegetación frondosa que hay por la zona, destacando los acebuches, càrritx y caracias (lletreres), un lugar muy pintoresco. La ruta continua por el camí de Es Pujadors, camino que conecta el Coll de na Benet y el camí des Coll Baix.

Desde el collado hay que ascender por el lomo de la montaña y descendemos hacia un pinar por la pista que conecta con el camí des Coll Baix. Giramos 90 grados y cogemos una pista que pasa al lado de la urbanización Bon Aire, esta pista conecta más adelante con el camí de ses Fontanelles.

Cruzamos el torrent de ses Fontanelles y seguimos en dirección al Campament de la Victòria. Seguimos por la ancha pista, pasamos un depósito de agua para incendios y al llegar al cruce de caminos, por la izquierda iríamos al campamento, la ruta prosigue por la derecha hacia la Ermita de la Victoria, punto de partida. El último tramo es durísimo dentro de un pinar.

En definitiva, una ruta más completa y diferente a la que publiqué con anterioridad. Es muy exigente, aunque la distancia no sea mucha, poco más de 12 km, tiene mucho desnivel acumulado, más de 800 metros y tramos rompepiernas. La belleza y paisajes son únicos, las fotografías hablan por sí solas.

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