2023.07.29 - Circular por el pico Anayet y Vértice de Anayet

Salida / llegada: Formigal, aparcamiento del Corral de las Mulas (1.625 m)
Punto culminante: Pico Anayet (2.574 m)
Distancias y desnivel acumulado: 16,8 km, +/-1.180 m
Duración: 5,5 horas

La geología es una ciencia magnífica que, con unas bases mínimas, sentido común y un sentido crítico de la observación, permite regresar en el tiempo y entender el paisaje que nos rodea, su formación e interpretación.

Las orogenias son procesos originados por el choque de placas tectónicas que dan lugar a pliegues, sismos y erupciones volcánicas. Así se forman las montañas.
Durante la conocida como Orogenia Alpina (hace 65 millones de años) se elevaron las grandes cordilleras del planeta y, entre ellas, el Pirineo. Luego, el modelado glaciar formó los valles que hoy conocemos con sus lenguas de hielo.
Sin embargo, aunque podemos entender la orogenia alpina como el último gran modelado de nuestras montañas, éste no fue el comienzo de todo. Anteriormente, en la zona se vivieron otros episodios geológicos de gran magnitud.

Durante la Orogenia Hercínica (al final del Paleozoico, hace 300 millones de años) colisionaron entre sí las grandes masas continentales. Así se elevó una cordillera antecesora del actual Pirineo -la Cordillera Hercínica- y emergieron los relieves de granito (rocas que se enfrían lentamente debajo de la corteza terrestre) que todavía hoy vemos representados en Panticosa, Posets, Maladetas o Neouvielle.

A continuación, esas placas que habían chocado entre sí se alejan (distensión) y permiten la entrada del mar (de Thetys), con la incorporación de materiales producto de la erosión de las tierras colindantes y la formación de calizas por precipitación de sales, mientras que con la misma distensión aparece el magma que atraviesa la corteza terrestre y nacen los volcanes pirenaicos. Entre ellos, dos de las cimas más emblemáticas y características del Pirineo: el Anayet y el Midi d'Ossau.

En la zona abunda la andesita (una roca ígnea volcánica) y se pueden encontrar restos de coladas de lava. A día de hoy, y a pesar de la incesante erosión, se sabe que el puntiagudo pico Anayet es un antiguo pitón volcánico (una antigua chimenea volcánica puesta al descubierto por efecto de esa erosión) y el carismático Midi d’Ossau es parte de una anterior caldera volcánica, es decir, un fragmento de la estructura circular que antiguamente delimitaba el área deprimida del cráter.
Ambas cimas son conocidas y populares rutas montañeras. Ascender a cada una de ellas es recorrer un pedazo de la historia de estas montañas.
Más sobre geología del Pirineo en este enlace.

En esta reseña, el acceso al pico Anayet (2.574 m) se ha hecho desde Formigal, desde el aparcamiento del Corral de las Mulas (1.625 m) siguiendo el GR-11 y subiendo por los ibones de Anayet. La subida, fácil hasta al collado Anayet (2.390 m), entraña cierta dificultad con la superación luego de un tramo algo expuesto y la ayuda de unas cadenas fijas. Completamos la ruta con la ascensión al Vértice de Anayet (2.542 m) en el lado opuesto desde el collado, antes de regresar por la Cabaña de la Glera (2.010 m) y el Ibón de Lapazuso (2.060 m), hasta nuestro punto de partida.
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