Lescún-Ibón D'Ansabère

Hoy decidimos trasladarnos hasta el País vecino para internarnos en el circo de Lescún, uno de los entornos más destacados de todo el valle del Aspe en el Pirineo francés. Aunque en un principio, la idea era subir hasta el Lac D'Ansabère, el estado de la nieve y el terreno, hizo que nos quedáramos a 150 metros del objetivo, por razones de seguridad personal, pero el resto de la ruta fue espectacular.

Con el vehículo, circulamos por la N-330 y pasamos por el interior del Túnel de Somport, siguiendo por territorio francés, a unos 17 kilómetros de la salida del túnel, tomamos un desvío a la izquierda, en dirección a la localidad de Lescún. Esta carretera se estrecha y comienza a subir rápidamente en zig-zag (tenemos suerte de que está limpia de nieve) siguiendo siempre las indicaciones hacia el “Aparcamiento Masousa-Ansabere”.

Estacionamos en este aparcamiento y salimos por la pista que sube, atravesando el bosque, hacia el Puente Lamary (1.173 m.). Al principio, la pista se encuentra húmeda pero transitable, sin necesidad de utilizar medios específicos para andar, pero cada vez nos vamos encontrando zonas con placas de hielo que nos obligan a andar con un poco más de cuidado. Cruzamos el pequeño puente y seguimos por la vertiente izquierda del barranco D'Ansabère. En este punto, se hace necesario colocarnos los crampones para seguir progresando sin sustos.

Atravesamos un corto trecho de bosque y desembocamos en una gran explanada, cubierta totalmente de nieve. Viramos un poco hacia la izquierda y comenzamos otra subida que se interna entre los árboles, en dirección suroeste, para llegar a las Cabañas D'Ansabère (1.570 m.). Éstas se sitúan a los pies de las Agujas D'Ansabère y el Pico Sobarcal.

Continuamos hacia el sur para subir hasta el Lac D’Ansabère (1.859 m.). Aquí, el terreno se empieza a poner más delicado, las pendientes de las laderas son cada vez más pronunciadas y el aspecto de las palas de nieve, junto con el estado helado de la misma, nos hace plantearnos no correr un riesgo innecesario y quedarnos a 150 metros del objetivo (otra vez será).

Nos giramos para iniciar el descenso, con cuidado en esta zona, y tenemos ante nosotros un espectáculo visual, con los picos Acherito, Sobarcal y Petrechema.

Una vez llegamos a las Cabañas, iniciamos el camino de vuelta al aparcamiento, siguiendo nuestros pasos de por la mañana.

*NOTA: Tanto lo expuesto en esta descripción, así como el grado de dificultad técnica indicado, lo son meramente A TÍTULO ORIENTATIVO.