Kungsleden, el Camino del Rey. Día 2: De Abiskojaure a Alesjaure

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Reseña de la ruta en Adventoorer: Kungsleden, 105 km de recorrido del Camino del Rey en la Laponia Sueca.

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Día 2. De Abiskojaure a Alesjaure – 20 km.

El segundo día de la ruta es el más largo de todos, y seguramente el más duro. Más de veinte kilómetros, y más desnivel que en ningún otro día. Además, el tiempo no acompaña demasiado. Todo el día está nublado. Eso provoca que sea difícil distinguir el relieve de la nieve, y hasta la línea de las montañas.

Según nos alejamos de Abiskojaure y del lago, volvemos a atravesar bosquecillos de abedules. Nos dirigimos hacia una pequeña elevación al sur, Gárddenvárri, que tenemos que rodear por la izquierda, en una subida continua que se acaba haciendo cansada.

Como de constumbre, no tenemos prisa y paramos a menudo. Según nos elevamos, podemos ver las cabañas de las que partimos esta mañana, junto al lago nevado. Todo lo que se ve es en blanco y negro. La única nota de color la ponen las cruces rojas que señalan el camino.

Cuando prácticamente hemos finalizado la subida, llegamos a una Piedra de Meditación. Hay varias por la ruta, aunque esta es la única que conseguimos encontrar. Tal vez las demás están enterradas en la nieve. Consiste simplemente en un punto concreto que a alguien le ha parecido un buen sitio para detenerse a pensar un rato, y lo ha señalizado. La verdad es que el sitio está bien elegido.

Seguimos adelante, ya por llano, pero con el cielo tan encapotado como siempre. Es algo bastante monótono. Apenas se es consciente de estar avanzando. De vez en cuando nos cruzamos con trineos de perros u otros viajeros con esquís, o atravesamos alguna zona de cabañitas sami que rompen la monotonía.

Después de un buen rato sin variaciones, el cielo se abre de repente, no del todo, solo un huequito enfrente, pero es como si se hiciese de día. Podemos apreciar todo el valle que vamos a recorrer, y me doy cuenta de lo bonito que es todo esto. Menudo sitio. Además, el agujero en el cielo ha aparecido justo encima de Rádunjárga, una cabaña de emergencias en la que vamos a parar a comer un rato, como si la estuviera señalando.

Más repuestos, seguimos adelante. Volvemos a avanzar junto a un lago. Lo sé porque hay embarcaderos de vez en cuando, medio enterrados en la nieve.

A la izquierda, muy muy lejos, al otro lado del lago helado, está Alisjavri, un nuevo asentamiento sami, y enfrente, más lejos aún, al fondo del valle, nuestro destino de hoy, Alesjaure. Está tan lejos que es difícil apreciar cuánto camino queda aún, pero es mucho, y acaba desesperando ver que a pesar de avanzar a buen ritmo, no parece que nos acerquemos demasiado. Horas después, por fin conseguimos llegar a las cabañas.

El punto de extracción de agua está debajo del puente que cruza el río, así que hay que bajar, y lo que es peor, subir con el bidón de agua. Es muy trabajoso.

Hay sauna, aunque hoy no hay revolcones por la nieve, porque está demasiado dura y afilada. Me contento con salir al exterior, a la fresca, un rato, a mirar el panorama. Helador.

Resto de días del recorrido.

Día 0: Introducción al Kungsleden.
Día 1: De Abisko a Abiskojaure.
Día 3: De Alesjaure a Tjäktja.
Día 4: De Tjäktja a Sälka.
Día 5: De Sälka a Singi.
Día 6: De Singi a Kebnekaise.
Día 7: De Kebnekaise a Nikkaluokta.

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