XIX CROSS DE ARTILLERIA CARRERA AL FARO 14K

Quizás la carrera que mejor he sabido pelear y sufrir hasta el día de hoy.

Por delante, 14 kilómetros de asfalto por Cartagena, con continuos sube y bajas dentro de la ciudad y bastantes tramos rectos. El objetivo era bajar de una hora; quizás lograr un ritmo medio de 4.20 o 4.15 en el mejor de los casos, pero lo que jamas me imaginé es que fuese a juntarme con un grupo de corredores de mi mismo club al final del primer kilómetro, y que iba a aguantarles un ritmo por encima de mis posibilidades hasta él prácticamente la totalidad de la prueba.

Me encontraba en flow. No se como lo había logrado, pero el entrenamiento hsta la fecha había dado sus frutos y conseguía seguirles el ritmo a estos otros corredores, viendo como subían los kilómetros en el GPS en ritmos cercanos a 4/K, sufriendo cada minuto, pero orgulloso del papel que estaba ejecutando.

Ya en la recta del faro supe pelear muy bien todas las cuestas y las bajadas, escalando posiciones y dirigiéndome hacia la calle mayor dándolo todo.

La verdad es que las pulsaciones estaban muy altas, y el efecto de la calma chicha y de un sol destructor se estaban cebando conmigo. Al empezar la recta de Antigones empecé a ver puntitos blancos y a sentir calambres en el cuerpo. No era la primera vez que me daba un blanquito corriendo, ya en el ejército lo había sufrido también. Opte por bajar el ritmo en ese maldito kilómetro número 12, tratando de recuperar posiciones al bajar la universidad hacia la Serreta.

En la recta final estaba mi mujer, animándome. Aquello me dio fuerzas para un último apretón. Lo logre. 14 kilómetros al mismo ritmo que había corrido los 10K del puerto de Cartagena el mes anterior. Muy meritorio. Muy deteriorado físicamente.

Por delante queda un mes de preparar bien las piernas para lo que se viene.

La Manga Running Challenge es la próxima a por la que voy el próximo 18 de Diciembre y pretendo bajar los 4.00/K en ese 10K para cerrar esta breve temporada de 2022 cumpliendo los objetivos marcados.