Peñalara desde el Puerto de Cotos, todo lo deprisa que he podido

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Reseña de la ruta en Adventoorer: Peñalara desde el Puerto de Cotos, todo lo deprisa que he podido.

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Sigo medio entrenando lo de correr con desnivel. Hoy me he acercado hasta el Puerto de Cotos para subir Peñalara por las Hermanas, todo lo rápido que pueda.
Poca gente en el puerto, imagino que por ser puente. No tendría que haber madrugado tanto...
En fin, el día está bastante nublado. Mejor, porque me esperaba un horror de calor infernal. Ha estado muy bien. Al final, incluso han caído cuatro gotas.
Empiezo fatal. Pensaba correr un ratillo, y luego seguir andando, pero es imposible. Doy tres pasos corriendo y empiezo a boquear como un bacalao al que han sacado del mar. No puedo.
Renuncio a la carrera y sigo andando rápido. Mi objetivo es subir en menos de una hora los poco más de cinco kilómetros de distancia y seiscientos metros de desnivel que hay hasta la cima.
Cuando subo andando no me molestan tanto las piedras que hay por el camino, pero yendo deprisa son una molestia. El terreno es muy irregular y no me quiero torcer un tobillo. Soy de tropezón fácil. Aun así, hago lo que puedo y voy a tope, pero al echar un vistazo al gps, ya a media altura, veo que la cosa no va demasiado bien. Llevo media hora y no he hecho aún tres kilómetros. Eso es menos de seis por hora...
Pero es que no doy más de mí. Voy a todo trapo y no parece que vaya demasiado deprisa. Adelanto a bastante gente, pero claro, ellos van pisando huevos, así que no tiene mucho mérito.
Zeta va, zeta viene, acabo saliendo a los pies de la Hermana Menor. Ahora no me entretengo subiéndola, ni haciendo fotos ni nada. La rodeo. Esta parte es llana, y me lanzo a trotar. Avanzo así unos ciento de metros, bastante bien, la verdad, hasta llegar a la última subida antes de la cima. Aquí vuelvo al paso cansino.
Sigo subiendo la ladera, que parece no acabarse nunca. Por fin, a lo lejos asoma el vértice de la cima. Menos mal, porque parece que me va a dar algo.
En un último heroico arreón, me planto en el vértice, aguantándome las ganas de vomitar. Quedaría un poco mal...
Miro el tiempo, y marca 55 minutos. Bueno, objetivo conseguido, pero he sufrido como un puerco. No me esperaba subir tan mal. El caso es que no estoy nada cansado. En cuanto me paro, me recupero, pero tengo que ser capaz de aguantar más.
La bajada la disfruto bastante más. Subo a las dos Hermanas, hago alguna foto... Bajar es más descansado, así que por el sendero voy corriendo, aunque con mucho cuidado por las piedras.
Está claro que me falta fondo. Seguiremos sufriendo.

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