PIRINEOS- PICO MIDI D’OSSAU

Este año por fin se pudo hacer la deseada ascensión a esta mítica Cumbre.

Me acompañó Jesús, un madrileño que encontré el día anterior en el Anayet junto a su compañera Itziar.

Desde el aparcamiento de Anéou
tomamos la pista (dirección O) que desciende hacia las extensas praderías del circo de Anéou.

Cruzamos el río de Brousset por encima de un puente de hormigón y tomamos el camino de la derecha en dirección N. El camino está muy marcado y es muy evidente.

A medida que vamos subiendo y ganando altura, gozamos de mejores perspectivas de la zona, del collado del Portalet y del circo de Aneou.

El camino pasa junto a la cabaña de Sénescau. A partir de aquí los prados empiezan a ganar verticalidad, el camino se estrecha y rápidamente gana altura haciendo varias lazadas sobre la empinada ladera.

Llegamos al collado de Soum de Pombie ante la mirada del descomunal Midi d'Ossau.

Desde el collado efectuamos un flanqueo bajo el pico Peyreguet haciendo una ligera y suave bajada. Llegamos así al refugio de Pombie.


Tras recrearnos haciendo fotos reanudamos la marcha siguiendo en dirección NO, siempre por un camino marcado y evidente. Atravesamos la tartera pendiente de la Grande Raillère en ligero descenso y seguimos por la ladera de la montaña en busca del collado de Suzon.

Desde este punto, gozamos de unas espléndidas vistas de otros grandes colosos del Pirineo como son el pico Palas y el Balaitús (al E).

Al cabo de un rato llegamos al collado de Souzon. En este collado abandonamos el camino que desciende hacia el lago de Bious-Artigues y tomamos el camino que gira a la izquierda y sube por la loma hacia la base del Midi d'Ossau. Aquí nos dejó Itziar y nos espero en el Refugio.

A los pies de la pared del Midi encontramos el inicio de la primera chimenea. Hace aproximadamente unos 15m de largo y tiene pasos de dificultad II+. Para mí la de más dificultad de las tres por el estrecho diedro y agarres, ya pulidos por el uso.

El arranque es fácil, hay buenos agarres y está un poco tumbada. Tras unos metros llegamos a una roca con una placa al lado que nos dificulta el paso. Giramos un poco a la derecha para afrontar un diedro en la parte derecha del cuál encontramos buenos agarres y repisas, algunos de ellos un poco gastados por el paso de la gente.

Justo en la mitad del diedro tropezamos con un incómodo estrechamiento, ¡ojo con las mochilas! Una vez superado y poco antes de llegar al final de la chimenea giramos a la izquierda. Este giro nos permite ir a buscar una clavija que nos ayuda a superar una placa muy lisa y con pocos agarres (hay agujeros que indican la existencia anterior de mas de ellas). Si la clavija no estuviera, tendríamos habría problemas para superar este tramo.

Tenemos dos opciones para proteger todos estos pasos: una antigua instalación con un pitón y una vaga en un saliente rocoso cercano, que encontraremos justo al superar este último paso o bien una reunión con cadena que encontramos un poquito más arriba y hacia la derecha. Esta última instalación la aprovechamos para montar un rapel en el descenso. Además, la separación entre estas dos instalaciones permite subir y bajar a la vez sin molestarnos.

Al salir de la canal reanudamos la marcha por el camino que hay marcado con hitos, y más que evidente debido a la cantidad de gente que afronta esta montaña.

Con cierta tendencia hacia la derecha, el pequeño sendero, tras varios giros, nos deja en el inicio de la segunda chimenea. Esta segunda chimenea, de unos 30m, se puede atacar por dos frentes: por la zona que queda más a la derecha con pasos de II y de II+, muy buenos agarres y roca bastante sólida; o por el diedro que queda a la izquierda, también con buenos agarres y pasos de II y II+ (nosotros subimos por el diedro y bajamos por la otra). Estas dos opciones nos permiten subir y bajar a la vez sin molestar al resto de cordadas. Esta doble alternativa también nos ofrece la posibilidad de protegernos frente a la posible caída de piedras de la gente que podamos llevar delante.

En el último tramo de la chimenea encontramos una instalación que podemos utilizar para proteger la subida en caso de necesitar cuerda o en la bajada para instalar el rapel. Los agarres son buenos aunque siempre podemos encontrar pequeñas piedras sueltas así que es del todo recomendable llevar casco.

Al salir de la canal volvemos a tomar un pequeño sendero que avanza hacia la derecha. El camino marcado con hitos avanza entre piedras y zonas herbosas para finalmente girar a la izquierda e ir a buscar la tercera chimenea. En este tramo nosotros perdimos involuntariamente la senda principal y dimos un rodeo.

Esta tercera chimenea es la más fácil de las tres, con pasos de I+. El ascenso de la canal finaliza a la derecha de la cruz del Portillón, una buena referencia para no equivocarnos. Debemos prestar atención pues encontramos otros muchos posibles caminos de ascenso, todos ellos con hitos que finalmente también nos llevan cerca de la cruz, pero algunos son un poco más difíciles.

Debemos superar algunos bloques de roca pero estos no nos exigen más que asegurar un buen agarre, una buena colocación y fuerza de brazos. Realmente esta chimenea es la más asequible de las tres. Como en el resto de chimeneas encontramos en su parte final una instalación para protegernos y ayudar en el ascenso o para montar un rapel si lo creemos oportuno (nosotros bajamos destrepando)


Llegamos finalmente a la cruz del Portillón, punto de referencia, pues el final de la chimenea desemboca a la derecha de la misma cruz.

Perdemos verticalidad para cruzar un incómodo y largo pedregal, le Rein du Pombie, en el que encontramos varios caminos que se cruzan y entrelazan. Aquí nosotros dimos una vuelta innecesario al perder de vista la senda habitual.

Falta muy poco para llegar a la cima. Prestamos especial atención a nuestra izquierda, pues se abre una canal que desemboca directamente en La Grande Raillère de Pombie.

Llegamos a la antecima. Una corta arista con dos brechas nos conduce hasta la cima. Debemos superar una fácil trepada entre pequeños bloques de piedra para llegar hasta ella.

Finalmente llegamos a lo más alto del emblemático Midi d'Ossau. Gozamos de vistas increíbles de todo el Pirineo Occidental. Distinguimos: la Mesa de los Tres Reyes, el Aine, el Bisaurin, el Aspe, el Lurien, el Palas, el Balaitús, los Infiernos y el Vignemale, entre otros.

Tras reponernos y disfrutar de la vistas, acompañados de una espectacular meteorología, inícianos el descenso por el mismo camino de subida. La primera dificultad la encontramos en la tercera chimenea, aunque si estamos familiarizados con las trepadas se puede bajar destrepando fácilmente, pues hay buenos agarres. En algunas ocasiones debemos estirar el cuerpo para conseguir una presa sólida, y prestar atención ya que hay algunos pasos un poco resbaladizos al haber quedado pulidos a raíz del paso de la gente; esta es una ruta muy transitada. Nosotros destrepamos con comodidad.

La instalación del rapel de la segunda chimenea está ubicada de tal manera que no molestamos a nadie, independientemente por donde decidan subirla (por la derecha o por el diedro de la izquierda).

En los rapeles debemos tener cuidado con el resto de montañeros pues al ser una cima tan visitada, encontraremos gente que sube y baja a la vez que nosotros. En esta ocasión no encontramos apenas “tráfico” (martes).

Una vez en la base de la primera chimenea tomamos el mismo camino de subida: descendemos por la loma para ir en busca del collado de Suzon.

Desde este collado descendemos otra vez hasta el refugio de Pombie, donde comemos nuestras viandas, refrescando los pies en el lago (en este punto termine la grabación) y finalmente emprendemos la bajada hasta el aparcamiento de Anéou, donde tenemos el coche.

Objetivo deseado y cumplido con éxito !!!!

Para mi MIDE:5-4-5-5

M: Medio: Nivel de riesgo de la ruta
I: Itinerario: Nivel de señalización del itinerario
D: Desplazamiento: Dificultad de la ruta
E: Esfuerzo: Duración de la ruta