Selva Negra 12. Prieuré Saint-Michel de Grandmont - Cité de Carcassonne
near Soumont, Occitanie (France)
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Itinerary description
El día de hoy ha comenzado con la visita al priorato al que llegamos ayer. Saint-Michel de Grandmont es un pequeño monasterio que data del siglo XII y que albergó a una orden religiosa ermitaña y muy estricta que se extendió durante varios siglos hasta desaparecer a mitad del siglo XVIII debido, entre otras razones, a la dureza de sus normas.
Está dureza de puede ver en el priorato. Tiene un estilo sobrio, sin apenas concesiones a lo estético y la visita permite ver una iglesia, un pequeño claustro, la sala de capítulo, además de algunas salas anexas y las escaleras que suben a las viendas.
Alrededor del monasterio se pueden visitar las tumbas de los monjes, un estanque construido mucho después del abandono del priorato y la joya de la corona: un dolmen del 2.500 a de C, perfectamente conservado. Hay otros dos en los alrededores, pero no sé visitan desde el monasterio.
¡Resulta interesante lo que se puede visitar por ahí, aunque sea, como en nuestro caso, de chiripa!
Tras la visita tomamos de rumbo a Carcassonne.
Autopista, peaje, autopista, pe0aje... Siempre he dicho que atravesar Francia es, entre el combustible y los peajes, carísimo.
Llegamos al área de autocaravanas previsto para dormir y resulta ser ideal. Al lado de un camping, con sombras, tranquilo...
Salimos a dar un paseo por la ciudad. En la distancia las murallas resultan abrumadoras. Después de un rodeo para recorrer los muros exteriores entramos en la ciudad y vemos algo inaudito en Francia: ¡gente!
Mareas de turistas se mueven entre decenas de tiendas que venden sus recuerdos por un módico (?) precio. Resulta imposible disfrutar de una ciudad tan bonita y tan única. Solo nos queda esperar al atardecer para que la gente se fuera marchando. Entonces la ciudad parece otra cosa, más reconocible.
Tras una buena cena volvemos á la caravana por un caminito a la ribera de un pequeño río.
Mañana ya volvemos a España. La idea es parar un par de días de playa en la costa Brava.
Ya os cuento.
Está dureza de puede ver en el priorato. Tiene un estilo sobrio, sin apenas concesiones a lo estético y la visita permite ver una iglesia, un pequeño claustro, la sala de capítulo, además de algunas salas anexas y las escaleras que suben a las viendas.
Alrededor del monasterio se pueden visitar las tumbas de los monjes, un estanque construido mucho después del abandono del priorato y la joya de la corona: un dolmen del 2.500 a de C, perfectamente conservado. Hay otros dos en los alrededores, pero no sé visitan desde el monasterio.
¡Resulta interesante lo que se puede visitar por ahí, aunque sea, como en nuestro caso, de chiripa!
Tras la visita tomamos de rumbo a Carcassonne.
Autopista, peaje, autopista, pe0aje... Siempre he dicho que atravesar Francia es, entre el combustible y los peajes, carísimo.
Llegamos al área de autocaravanas previsto para dormir y resulta ser ideal. Al lado de un camping, con sombras, tranquilo...
Salimos a dar un paseo por la ciudad. En la distancia las murallas resultan abrumadoras. Después de un rodeo para recorrer los muros exteriores entramos en la ciudad y vemos algo inaudito en Francia: ¡gente!
Mareas de turistas se mueven entre decenas de tiendas que venden sus recuerdos por un módico (?) precio. Resulta imposible disfrutar de una ciudad tan bonita y tan única. Solo nos queda esperar al atardecer para que la gente se fuera marchando. Entonces la ciudad parece otra cosa, más reconocible.
Tras una buena cena volvemos á la caravana por un caminito a la ribera de un pequeño río.
Mañana ya volvemos a España. La idea es parar un par de días de playa en la costa Brava.
Ya os cuento.
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