Románico Palentino en AC (J.Calleja)

ROMÁNICO PALENTINO DEL NORTE
La ruta que os presento es circular, visitando ermitas e iglesias románicas del norte de Palencia con salida y llegada en Aguilar de Campoo. Aprovechamos que hasta noviembre de 2018 exponen las Edades del Hombre y casi todas las ermitas están abiertas, por formar parte del evento de la exposición. Fuera del evento hay que preguntar en los pueblos por la persona que tiene las llaves, en ocasiones en la portada de la iglesia ponen un teléfono de la persona encargada.

La ruta está basada en la que hizo Jesús Calleja en su programa "Volando voy" pero adaptada para la autocaravana. Aquí os dejo un enlace del programa con la ruta en bici: https://www.cuatro.com/volandovoy/ruta-ciclista-Palencia-romanico_2_2451780076.html
Empezamos. Aguilar de Campoo es una población con el encanto de los pueblos de Castilla y con mucha vida.

Familiarmente conocido como el pueblo de las galletas. Antaño ha llegado a tener hasta cinco fábricas de las que ahora solo quedan dos. Gullón con más de 125 años de historia, y SIRO que fabrica para marcas blancas de las grandes superficies. Gullón tiene despacho abierto al público con todos sus productos y lotes preparados (nosotros hemos picado).

De Aguilar no dejéis de visitar la Colegiata (en la Plaza Mayor) y la ermita de Santa Cecilia. También está el Monasterio de Santa María la Real que fue rehabilitado por Peridis (más conocido como humorista gráfico). El Monasterio le enseñan con visita guiada por personas especialistas en historia, terminando la visita con un audiovisual que se proyecta sobre la girola y muros laterales de lo que fue la iglesia del monasterio. Merece la pena la visita.

Salimos desde el área de autocaravanas de Aguilar de Campoo (42.786270, -4.257170) que se encuentra junto al campo de futbol (a 5' del centro del pueblo) hacia Corvio.

Corvio a tan solo 6 Km. de Aguilar, es un pueblo muy pequeño con ocho habitantes en invierno llegando a diez en verano según nos contaron Amancio y José Luis (jubilados que viven en Valladolid y Bilbao respectivamente). Nos mostraron su iglesia de Santa Juliana (Amancio custodiaba las llaves) y nos contaron que de pequeños fueron monaguillos cuando la misa aún se decía en latín y de espaldas a los fieles (esto fue hasta el Concilio del Vaticano II). Con el cambio del rito de la eucaristía se instaló un altar teniendo que desmontar el púlpito que es de madera (no cabían púlpito y altar en el hueco del presbiterio) y estaba arrinconado en la sacristía.

Muchas fueron las historias que nos contaron de su niñez especialmente relacionadas con la iglesia (acompañar al sacerdote a dar la extremaunción, decir la misa en latín como si de una canción aprendida en un idioma desconocido se tratase).

Nos dirigimos por una pista de tierra en muy buen estado hasta Matalbaniega para visitar la Iglesia de San Martín que se encuentra en un alto del pueblo. La visita fue solo por el exterior ya que no estaba abierta ni a quien preguntar.

Continuamos por carretera hacia Villavega de Aguilar. La señora que nos abre la iglesia (San Juan Bautista) vive en la casa blasonada junto a la iglesia. Como curiosidad destacaría uno de los capiteles que coronan una de las columnas, en el cual podemos ver como un león engulle el fuste de la columna y la cacería de un oso.

Nuestro siguiente destino es Cillamayor. El nombre del pueblo tiene sus orígenes en la palabra granero, silo o panera. El Monasterio de Santa María la Real (Aguilar de Campoo) cuando fue gestionado por la orden premonstratense, entre su patrimonio se encontraba el dominio y control de innumerables poblaciones incluyendo inmuebles y parte de su producción agropecuaria. Como en el granero o cilla del Monasterio era pequeño para la gran cantidad de cereales recibidos, crearon otro granero (cilla) más cerca de las poblaciones retiradas y este de grandes dimensiones. De aquí viene el nombre de la población, cilla (granero) mayor (grande), Cillamayor.

La relación entre el Monasterio en Aguilar y la iglesia en Cillamayor es tal, que rinden la misma advocación a Santa María la Real. Alrededor de la iglesia se puede ver una necrópolis con varias tumbas de lajas y sarcófagos antropomorfos que se descubrieron en la rehabilitación de la iglesia.

La iglesia nos la enseño un señor muy mayor jubilado de las minas de antracita que se encontraban en la zona. Las minas se cerraron en la década de los 70/80 y él estaba afectado por silicosis. Nos contó que recordaba un accidente por grisú donde murieron 18 mineros.

A solo 2 Km. está Matabuena. Según INE en el pueblo son 11 habitantes de los cuales no nos hemos encontrado con ninguno, aunque si había explotaciones ganaderas. En la población, el último tramo donde está la ermita de San Andrés, nos encontramos una pista muy estrecha de hormigón en pendiente que casi no caben las dos ruedas del eje, y con problemas para hacer un cambio de sentido cuando llegas al final de la pista (piénsatelo antes de subir con la AC).

De camino a Revilla de Santullán, paramos a comer en Porquera de Santullán (42.890469, -4.288263). La cultura está bien y alimenta el conocimiento, pero no el cuerpo.

En Revilla de Santullán se puede visitar la iglesia de los Santos Cornelio y Cipriano. Probablemente es la iglesia más bonita de la ruta.

La portada principal es impresionante, sin duda una de las piezas más valiosas, sorprendentes, refinadas e interesantes del románico palentino según he leído y podido confirmar.

Está compuesta por seis arquivoltas. En una de ellas está representada la Última Cena en la que Cristo aparece en la dovela clave flanqueado a cada uno de sus lados por seis apóstoles individualizados bajo arquillos sobre columnas. Merece la pena prepararse bien la visita a esta iglesia antes de ir. Es una pasada.

Monasterio a pesar de su nombre no se trata de una edificación en este momento, si no de un pueblo situado en lo alto de Villanueva de la Torre. Aquí podemos visitar la iglesia de la Asunción y dar un paseo por el pueblo con preciosas vistas sobre el valle.

Hay una escultura en piedra que homenajea a la mujer rural de un estilo que se asemeja a un dibujo infantil.

Bajamos a Villanueva de la Torre para visitar la ermita de Santa Marina. La visita nos la hace Carlina que fue objeto de atención especial de Jesús Calleja en su programa "Volando voy" sobrevolando en helicóptero su pueblo, montañas y el embalse de Aguilar.

Con independencia de la visita a la ermita, Carlina nos invitó a subir al campanario y dar un toque de campana. Toda una experiencia.

Seguimos la ruta hasta Barcenilla de Pisuerga, La iglesia estaba cerrada y se tiene que aprovechar la visita cuando hay misa. La mayoría de las casas de esta población son segundas residencias de familias que viven en otras provincias. Fuera de temporada está muerto el pueblo, pero en periodo vacacional tiene mucha gente, sobre todo niños según me contó un paisano, ya que allí terminaba la carretera y solo circulaban los coches del pueblo.

Nos vamos a Salinas de Pisuerga y dormimos allí (42.849151, -4.378204) a la sombra de la Iglesia de San Pelayo. Después de Aguilar este es el pueblo más grande donde hemos parado. El río Pisuerga cruza el pueblo y tienen piscinas naturales con praderas de césped con su correspondiente chiringuito.

Continuamos a Barrio de Santa María, aquí hay que ver la ermita de Santa Eulalia. La señora que nos guio en la visita se emocionó al vernos llegar en la AC, nos contó que su ilusión cuando eran jóvenes era comprase una, pero la falta de regulación les desanimó. Cuando nos despedimos de ella nos deseó que la disfrutásemos en nuestros viajes.

La ermita de San Eulalia en su cabecera y parte de sus muros en el interior, tiene un conjunto de pinturas murales fantásticas, con la temática del Juicio Final, siendo uno de los pocos ejemplos conservados en Palencia. Esta ermita originalmente era de un pueblo ya desaparecido que estaba ubicado justo debajo del templo.

Nuestra última ermita es la que se encuentra en Valdespinoso de Aguilar. Estamos en la ermita de Santa Cecilia, encaramada sobre unas peñas aparenta mas bien una fortificación. De hecho este pequeño templo románico de finales del siglo XII es uno de los emblemas publicitarios del románico palentino.

El templo está desacralizado y totalmente vacío para admirar la arquitectura y escultura de sus capiteles, estando permitido visitarlo con el perro. Como dijo la guía, "también son criaturas de Dios".

Los capiteles de la portada tienen esculpidos todo un repertorio iconográfico, representando los de la izquierda al mal y los de la derecha el bien (la puerta que tenían abierta era la de la derecha).

En su interior hay una escalera de caracol a la que se accede por una puerta adintelada situada a dos metros de altura para subir a la torre. Se le supone su uso para hacer sonar las campanas de la espadaña además de para funciones de vigilancia y defensa.

Volvemos a Aguilar de Campoo para dar por terminada la ruta. Aunque son solo 70 km. hemos invertido tres días completos, moviéndonos entre el siglo XI al XIII, y lo que es mejor, hablando con la gente de los pueblos que por estos lares son especialmente amables.