Vuelo en Parapente Alto El Tambor La Merced

POR LAS NUBES
Parapente en el Alto El Tambor-La Merced-Caldas
31 de mayo de 2014

Durante ésta caminada http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=6905409 realizada, hace muy poco, con Cruzamontañas por tierras caldenses; supe de los vuelos de parapente que se hacen desde un sitio conocido como el Alto El Tambor, un lugar privilegiado con una vista inigualable para la práctica de éste deporte.

Por eso 8 días después regresé, en compañía de Luis Alberto, a experimentar, de nuevo, la sensación de volar.

Si bien ésta paseo incluyó parapente y bicicleta; en ésta crónica sólo reseñaré detalles del vuelo.

Subimos en la chiva de las 8:00am que de La Felisa -caserío ubicado en la vía que va de La Pintada a Manizales- sube a La Merced -municipio del Departamento de Caldas-.

Pero antes de llegar al pueblo nos bajamos en la desviación que conduce al Alto El Tambor, lugar que cobró importancia durante el siglo XIX dado que hizo parte de la ruta comercial entre el sur y el norte del país.

Caminamos unos metros y llegamos a una amplía meseta que sirve de pista para los lanzamientos. Allí Don Hernando Ceballos nos contactó con su hijo Santiago y otro chico para el vuelo. Contactos 310-3838222 y 314-8101819

Si bien llegamos temprano al sitio, nos tocó esperar un buen rato a que calentara el ambiente y los vientos estuvieran a nuestro favor. Sin embargo la espera valió la pena.

Nos metimos en unas especies de sillas grandes, escuchamos las indicaciones y nos preparamos para disfrutar de un deporte que nació a finales del siglo XX gracias a la inventiva de montañeros que querían bajar volando mediante un paracaídas desde las cimas que habían ascendido.

La definición técnica de parapente sería algo así: planeador ligero flexible. Planeador porque no consta de motor y flexible porque no hay partes rígidas que compongan el ala, por lo que puede ser transportado en el maletero de un carro.

Pese a que ésta era nuestra segunda vez, la adrenalina fluía y mientras lo hacía el asistente nos recordaba, una y otra vez, que la idea era correr, no detenerse y no sentarse hasta que nos dijeran pues, si bien se va acompañado por el piloto, quien va en la parte de atrás; es uno el que primero se lanza al vacío y ésta sensación es la que, definitivamente, nos confronta con el miedo.

Sin embargo una vez se asume el reto, se toma la decisión y se levanta vuelo, el miedo da paso al asombro que despierta ver, desde el cielo, una vista que incluye parajes y municipios como Filadelfia, Aranzazu, Marmato, Palestina, Buenafón, Supía, La Merced y Riosucio.

A lo lejos se puede apreciar, también, Manizales y el Nevado del Ruíz. Y al frente Cerros como el Batero y el Ingrumá, entre otros. Todo esto “adornado” por el Río Cauca, uno de los dos ríos más importantes de Colombia.

Durante 40 minutos sobrevolamos un área de 10 km.

Al final una extensa manga al pie de una laguna sirvió de pista de aterrizaje después de vivir, nuevamente, la fantasía de estar por las nubes.