Somuncura - RP5 - Día 1

Esta es la primera parte del recorrido que completamos en dos días, de oeste a este, partiendo desde la RP8.
El recorrido intenta recorrer una hipotética traza de la RP5 que en ese sector no está abierta, por lo que el camino es a duras penas una tortuosa huella rural.
El paisaje es lo que uno puede esperar de la más pura estepa patagónica. Al principio del recorrido la geografía es plana y el paisaje árido interrumpido por varias tranqueras que se pueden pasar y deben dejarse cerradas al paso.
Hacia el final de esta parte del recorrido, se comienza ganar algo de altura y el paisaje se vuelve un poco más cambiante.
Se pueden ver numerosas pequeñas lagunas y ojos de agua, que en particular esta vez, la mayoría estaba seca o a punto de estarlo.
Encontrar sombra es casi imposible, salvo en los álamos plantados en los puestos, que coinciden con las mejores lagunas del lugar.
La planicie está dominada en su mayoría por coirones, y por momentos se entremezclan algunas jarillas y otras especies.
En cuanto a la fauna, se pueden observar en abundancia guanacos, choiques y tropillas de caballos cimarrones. Si se presta un poco más de atención, se pueden ver piches cruzando el camino.
En las lagunas prácticamente todas tienen ejemplares de flamencos y otras aves acuáticas.
En cuanto el recorrido, se puede realizar en gran medida en un vehículo de tracción simple, aunque es altamente recomendable que sea de tracción integral. Lo que no es negociable es la altura. Cuanto más despeje tenga, mejor.
El avance se hace a paso de hombre. Si bien la huella está marcada, la velocidad promedio difícilmente supere los 10 Km/h y hay tramos del recorrido que deben hacerse a 5Km/h o menos. Es una prueba para los nervios y la paciencia.
Pero la recompensa es poder recorres uno de los últimos lugares auténticamente vírgenes que aún se pueden conocer.