Islandia Road Trip Día 3: Skaftafell Glaciares Hofn

Día 3: Sin duda, uno de los días fuertes del viaje.

El amanecer frío y lluvioso continúa minándonos la moral. Y yo que había convencido a mi novia para que renunciara a la playa estas vacaciones diciéndole que Islandia no sería para tanto!!

Retomamos la N1 y ponemos dirección a Skaftafell. La carretera, de nuevo nos va deteniendo para que veamos estanques naturales y cascadas (empezamos a pensar que las cascadas están sobrevaloradas de tantas que hemos visto, jeje). La parte más impresionante del viaje la encontramos en el Sandur.

Se trata de un extensísimo arenal de ceniza (si se me permite) que cada pocos años es literalmente arrasado por las inundaciones glaciares provocadas por las erupciones. Y he dicho bien, inundaciones glaciares: el volcán derrite la parte inferior del glaciar, se forma una capa de agua entre volcán y glaciar, el glaciar desliza sobre el agua, se rompe y una tromba salvajemente destructora de 50.000m3/s de agua e iceberges desprendidos del glaciar arrasa todo a su paso.

No en vano, esta parte ha quedado despoblada en la isla y la infraestuctura de carretera está formada por puentes de un solo carríl donde sólo pasa un coche… ¿por qué? Sencillamente, los islandeses saben que va a ser destruidos, con lo que construyen barato.

Hasta 1970 la carretera circular no era tal, sino que en el Sandur se terminaba, con lo que la comunicación Hofhn Reikjavik se tenía que hacer, si se iba via terrestre, a través del norte.

Tomamos algún desvío para admirar el glaciar más grande de Europa, Vatnajökull.

Las nubes no nos permiten ver toda su extensión. Da igual, con lo que vemos ya asusta. Parece un gigante de hielo durmiente, esperando que la llama del volcán lo despierte para iniciar su particular armageddon (ya lo estoy flipando un poco).

Llegamos a Skaftafell, más lluvia, más desanimo. Da igual, damos un paseo hasta Svartifoss (totalmente indicado), visitamos el glaciar a 15 min a pie del centro de información y decidimos, previo alquiler de pantalones de lluvia, pegarnos la turistada de ir a visitar un glaciar más (pisarlo).

Poco a poco vemos que el premio a nuestro tesón va llegando. El tiempo mejora en el glaciar (7€ de alquiler de pantalón perdidos). En el glaciar, típicos chistes del guía, una vuelta cortita y algunas explicaciones.

Retomamos el coche, empieza a salir el sol. Atrás queda Skaftafell y salimos con la sensación de haber visto poco. De repente, a nuestra izquierda, en la carretera, comienzan a aparecer glaciares como champiñones. Uno, otro más grande… ¿paramos? No, en el siguiente que es más grande!! Así 40 km de la carretera más bella por la que he conducido… Cuando esto parece poco, de repente empiezan a combinar los glaciares con lagunas.

Aquí sí que hay que parar. Paramos en la primera que vemos. Contemplamos los glaciares y decidimos retroceder en la carretera para volver a admirar algún glaciar que hemos pasado por encima.

Finalmente, llegamos ya tarde a jokulsarlon, la laguna grande. Nos habían recomendado comprar el tour turístico en la zodiac. Estábamos recelosos ya que la visita del glaciar había resultado un poco “jardín de infancia”. Las dudas se disipan en cuanto vemos el enorme glaciar y la mayor laguna repleta de icebergs frente a nosotros.

Sólo queda el “evening tour”… que por ser al atardecer es más caro. 60€ cada uno por una hora. Da igual, yo no me lo pienso e invito. Hay que hacerlo.
Habría pagado más incluso por ver el atardecer en esta laguna. No hay palabras.

Fue, sin duda, el premio a haber aguantado tanta lluvia.

De noche, retomamos el coche y llegamos a Hofn.