Ruta Picach@rc@ñón de gran recorrido en Jalisco

Propuesta independiente para fomentar el senderismo, montañismo, turismo y las diferentes actividades al aire libre en todo el planeta…

RECOMENDACIONES:
Wikiloc es una herramienta de navegación terrestre que nos ayuda a orientarnos grabando nuestro recorrido digitalmente en un sistema de posicionamiento global "GPS" se recomienda contar con conocimiento básico, realizar prácticas de ubicación, orientación y navegación con instrumentos analógicos que no dependan de baterías, como brújula, altímetro entre otros, es importante llevar un mapa físicamente de la zona a recorrer, ubicando rutas de escape, senderos y carreteras cercanas en caso de extravío. Es importante hacer caso a las señales como monas, piedra sobre piedra, listones en los senderos, tener sentido común para resolver situaciones fuera de control, llevar en la mochila linterna con baterías nuevas, manta térmica, botiquín personal con analgésicos, energéticos extras, así cómo electrolitos en polvo, un filtro para limpiar el agua turbia que se pueda encontrar y beber en caso de acabar con las reservas de líquido.
Tener la ruta en el móvil o GPS no nos garantiza que no nos vamos a extraviar; pero nos puede ayudar a reencontrar el camino.
En caso de presentarse un accidente o extravío, se recomienda involucrar inmediatamente a las autoridades correspondientes llamando al 911 o contar con los números telefónicos locales de Protección Civil de cada entidad, en caso de no contar con señal de telefonía en la zona, prepárese física y psicológicamente para regresar o separarse del grupo en busca de ayuda y volver al sitio, no intente solucionarlo solo, se corren riesgos graves y en ocasiones la pérdida de vidas.
Procurar avisar a familiares o conocidos a dónde iremos, con quién iremos, con los detalles principales del trayecto e itinerario antes de aventurarnos.

-------> Reseña del trayecto - - - - - >

Reseña Ruta Picacharcañón
El Cerro de García, el cerro de la Chupinaya, El Cerro Viejo, El Cerro de la Higuera, El Lago de Chapala, La Laguna de Cajititlán, La Barranca o Cañón de Huentitán son algunos lugares icónicos en los alrededores de mi ciudad natal Guadalajara, tanto un servidor como mi esposa Lucy conocemos la mayoría de estos lugares y algunos los hemos caminado por ciertas zonas, se nos ocurrió intentar realizar un trayecto donde los integráramos todos los lugares en un solo recorrido y nos sirviera de entrenamiento para nuestro próximo proyecto más ambicioso en el 2023, pero en el proyecto había una distancia de más de 45 kilómetros que mermaba considerablemente nuestro tiempo, se nos ocurrió realizar esta distancia en una bicicleta tipo tándem, tomamos una hoja de papel y lápices, comenzamos a trazar la ruta a mano alzada, le dimos forma y la terminamos, nos sorprendimos, ! nos dijimos -, Vamos a intentarlo-, ya teníamos todo listo y un factor importante nos forzó a cancelar todo un día antes, la entrada de un ciclón por el Océano Pacífico provocó vientos y lluvias fuertes, decidimos cancelar y posponerlo, después de casi cuatro meses de la cancelación comenzamos a retomar el proyecto y así lo hicimos…
Todo comenzó el lunes 26 de diciembre de 2022 a las 5:00 horas nos levantamos y salimos de casa con nuestros hijos que nos llevaron hasta el poblado de El Sauz cerca de San Cristóbal Zapotitlán, realizamos una parada técnica a las 7:00 horas en San Luis Soyatlán para dejar parte del equipo de campamento en un negocio donde venden comida, solicitamos el favor y los dueños aceptaron amablemente, sin perder más tiempo nos dirigimos en el automóvil hasta El Sauz donde nos despedimos de nuestros hijos y comenzamos el ascenso al Cerro de García a las 7:35 horas, era una mañana fresca, seguimos la ruta que previamente habíamos explorado meses antes, cabe mencionar que este trayecto no es un sendero balizado, se encuentra con maleza, se puede hacer a un lado el matorral con las manos para poder avanzar, al terminarse el camino de terracería se debe seguir al lado derecho de una pequeña cañada, conforme se gana altura la maleza disminuye considerablemente haciendo el trayecto más llevadero, subíamos a buen ritmo por el lomo de piedra tipo laja, lo encontramos limpio sin maleza, esto nos ayudó a ahorrar tiempo, hicimos una pequeña pausa para hidratarnos, comenzamos a encontrar las marcas de piedra sobre piedra que meses antes habíamos colocado, al llegar a la zona boscosa las aves nos daban la bienvenida generando sonidos armoniosos que solo aquí se pueden disfrutar, ya estábamos llegando al Patio de los Lobos a los 2640 msnm nos dio gusto llegar a este punto, desde esta explanada ya se observa la cumbre, nos dirigimos para encontrar el sendero que viene de San Luis, pasando sobre el matorral y haciendo a un lado la maleza encontramos el sendero principal, nos dirigimos rumbo a la cumbre, al llegar a los 2750 msnm nos percatamos de una fogata, sabíamos que había alguien acampando en la cumbre en una choza pero no quisimos averiguar quiénes eran, al llegar a cumbre nos abrazamos y nos felicitamos por lograr el primer objetivo, capturamos unas imágenes y comenzamos a bajar, al poco tiempo escuchamos un sonido fuerte, me pareció el sonido que genera una vaca, Lucy me avisa que hay personas abajo, las saludamos y nos presentamos, eran tres aventureros subiendo a cumbre, José Sánchez Arana el guía corredor de montaña, Ricardo un aventurero italiano que viaja por todo el mundo disfrutando sus travesías, nos platicó que ha visitado los Himalayas, nos recomienda que visitemos Nepal, que él tiene gratos recuerdos de los Anapurnas, José también nos hace la invitación a conocer esta montaña también a participar en los eventos deportivos organizados en la región, después de compartir experiencias, capturamos la imagen del recuerdo y continuamos descendiendo, al llegar a la cruz de San Luis encontramos un refugio con víveres, no quisimos indagar a fondo y continuamos nuestro camino, José nos había comentado que había una persona sobreviviendo en la montaña desde hace días, que tenía dos campamentos uno en la cumbre y otro en esta zona, que raro se me hizo esta cuestión, que hoy en día alguien adopte la vida de ermitaño, en este momento recordé que tenía que realizar una llamada a Martín él es pescador de oficio, oriundo de San Luis Soyatlán él nos ayudaría a cruzar el Lago de Chapala en su lancha, hablé y me comenta que estaba lloviendo y hacía viento, que así no era posible navegar, era peligroso, de cualquier modo nos estaría esperando abajo en el embarcadero, al colgar la llamada no comprendía lo que sucedía, donde estábamos nosotros a 2550 msnm no llovía, no hacía viento y estaba soleado, sentía impotencia de que se volviera a cancelar todo como la vez pasada, Lucy me comentaba que por algo sucedían estos inconvenientes, que tratara de calmarme, continuamos bajando a paso constante pasamos por el mirador Piedra Blanca, hicimos una pausa observamos los paisajes, veíamos nuestros próximos objetivos, pero se veían aún lejos, el Lago de Chapala, la Sierra de San juan Cosalá, El Cerro Viejo, después de casi dos horas llegamos al pueblo, pasamos al negocio de comida a recoger nuestro equipo de campamento, agradecimos el favor, nos dirigimos al embarcadero de San Luis Soyatlán a las 13:10 horas, Martín ya nos estaba esperando con la embarcación lista, como un milagro el viento amainó y la lluvia terminó, la nubosidad desapareció, abordamos la embarcación, subimos las mochilas para equilibrar el peso en la lancha y comenzamos a navegar rumbo a Ajijic, Lucy se veía contenta, yo me sentía emocionado porque los objetivos se estaban completando, fue muy padre este trayecto observando a lo lejos las enormes montañas, después de casi cincuenta minutos navegando por estas aguas logramos llegar al malecón de Ajijic, Martín se despidió y regresó a San Luis, bajamos en la playa gris ahí estaban realizando sus maniobras los voladores de Papantla varios turistas paseando en el malecón y otras personas observándonos raramente, buscamos como subir al malecón pero había fango y agua alrededor del muro, no deseábamos mojar el único calzado que llevábamos puesto, ya que es desagradable caminar por varios kilómetros con el calzado y calcetas mojadas, buscamos un lugar para trepar, encontramos unos escalones pero le batallamos para subir, con maniobras raras logramos subir y las miradas de los paseantes en todo momento, parecíamos inmigrantes escapando de algún lugar, que risa nos dejó esta escena tan chusca, buscamos un lugar para desayunar cerca del malecón, Lucy comió unos tacos de pescado y yo tacos de márlin, de postre unos ricos helados típicos del lugar, nos pusimos las mochilas y con el helado en mano comenzamos a subir la sierra por las calles de este bonito pueblo rivereño, subimos por la ruta del sendero de San Miguel, un camino en buen estado además está balizado, en pocos kilómetros ganamos altura debido a la inclinación, tomábamos descansos para hidratarnos, desde los 2300 msnm ya se aprecian fantásticos paisajes, observamos al fondo el Cerro de García que quedaba plasmado como el primer picacho completado, los destellos luminosos sobre el lago que reflejaba los rayos solares, el viento nos refrescaba las prendas húmedas por la energía liberada del esfuerzo que demanda este ascenso, nos acercábamos al filo de la sierra, recuerdo que le había comentado a Lucy que montaríamos el campamento por este lugar, pero le propuse cambiarlo y tratar de llegar hasta la capilla, ella manifiesta que el cambio de propuesta implica mayor esfuerzo y tiempo caminando para llegar al nuevo lugar, yo trataba de convencerla de que era una mejor opción, que en poco tiempo estaría disfrutando una sopa caliente en la tienda de campaña, ella continúo avanzando pero ya estábamos algo cansados, a las 18:33 llegamos a la capilla de La Chupinaya para montar el primer campamento, tenía que actuar rápido para evitar que las prendas húmedas nos causaran un resfriado por el cambio de temperatura, logramos instalar el campamento, cambiarnos de ropa y preparar la comida-cena, riquísima la pasta con atún algo picosa, después de dos minutos ya teníamos los mocos flojos por lo picante de la sopa, revisé los empaques que tenían la observación de extra picante y el atún con chile habanero, tuvimos que combinar nuestras botanas con la sopa para neutralizar el picor pero no funcionó, bebimos líquidos para disminuir la irritación en la boca, con un frío de aquellos y con la boca enchilada nos dispusimos a descansar a las 20:30 horas.
Martes 27 de diciembre 5:00 horas primer campamento en Chupinaya, el frío nos despierta, nos cuesta trabajo levantarnos, instalamos estufa y calentamos agua para café y comer galletas, las ropas heladas nos hacían saber dónde amanecíamos, a las 8:30 horas terminamos de levantar campamento y comenzamos a subir rumbo a la parte más elevada de la sierra y después encontrar el sendero a Las Trojes, llegamos a la parte más elevada de la sierra y capturamos la imagen del recuerdo un trayecto muy escénico por este lugar, encontramos un sendero que parecía bajar y decidimos seguirlo, este sendero no está señalizado, estaba con arena suelta, encontramos hoyos que dejan las personas al extraer los tubérculos comúnmente llamados camotes del cerro, me dio confianza que este camino nos podía bajar a Las Trojes, este camino no estaba considerado en el itinerario, seguíamos por el camino y comenzamos a percibir un olor fétido, salí unos metros del sendero y el olor era más fuerte, seguí el olor y encontré a un asno en proceso de descomposición, por los indicios que aprecié que el animal se desbarrancó causándose lesiones graves en la cadera y piernas traseras, después entramos en una pequeña zona boscosa muy bonita, llegamos a un camino de terracería y ahí encontramos a seis perros y tres jóvenes montando a caballo, los saludamos nos comentaron que iban a extraer camote, nos despedimos y seguimos por el camino, llegamos a la plaza principal de Las Trojes a las 11:30 horas, aquí comimos unos deliciosos tacos con agua fresca de piña, sacamos nuestras prendas y las pusimos a asolear, descansamos un poco para dirigirnos al poblado de Potrerillos, aquí avanzamos por la carretera con algo de sol, observamos cinco nichos en homenaje a las personas fallecidas en un accidente automovilístico en el puente sobre un canal, una verdadera tragedia, seguimos caminando por la carretera y a punto de llegar al pueblo nos pregunta un señor amablemente desde su camioneta, ¿A potre?, Y le contestamos, -sí-, él nos dice –, súbanle pues-, pues nos subimos a su camioneta en el área de carga, le comenté a Lucy que a pesar de que nosotros estábamos caminando por gusto debemos ser agradecidos con las personas que amablemente nos brindan su ayuda desinteresadamente aunque sea este pequeño aventón, llegamos al pueblo compramos víveres pedimos el favor de cargar eléctricamente el teléfono móvil, amables las personas nos dieron la oportunidad aprovechamos unos minutos para descansar, a las 14:10 horas comenzamos a subir el gran Cerro Viejo por la ruta de Potrerillos, nuevamente el sol a tope, tratábamos de caminar rápido pero no se lograba, pasamos varios sembradíos ahí encontramos dos personas a caballo que nos saludaron, nos comentaron su experiencia en la ruta del peregrino a Talpa de Allende, compartimos también nuestra experiencia y nos desearon buen viaje a la montaña, continuamos nuestro recorrido buscando un lugar con sombra para hidratarnos o comer algo fresco, caminamos y caminamos con un calor sofocante hasta un pequeño árbol que nos regalaba su sombra para descansar, comimos jícama, guayaba con limón y chile en polvo riquísimas, bebimos líquidos y a continuar, comenzamos a sentir molestias con la espalda, llegamos a la zona de roble y encino, fue más confortable el ascenso, llegamos al filo del cerro donde se unen los senderos de San Lucas y Potrerillos a los 2380 msnm donde el paisaje cambia radicalmente y se convierte en un bosque frondoso, al caminar por aquí realmente se siente una paz absoluta, cada uno iba en silencio concentrado y pensando en sí mismo, se deben tomar estos momentos para uno mismo, aceptar lo que la madre naturaleza te brinda, un espacio único para ti, siente , respira, contempla, reflexiona, disfruta, etc., después de este momento Lucy me indica con su brazo levantado siguiendo la dirección de un enorme búho que volaba ululando fuertemente, es realmente fantástico lograr observar a los animales salvajes, con el cansancio hasta el cuello llegamos a los 2835 msnm al famoso predio de la gringa, nos quitamos mochilas comimos mandarinas, bebimos líquidos nos alegramos de llegar a este punto, sabíamos que ya había quedado atrás lo más pesado que solo faltarían pocos minutos más para llegar al próximo punto donde descansaríamos, nos colgamos las mochilas para seguir subiendo, a las 19:00 horas llegamos al punto idóneo donde montaríamos el segundo campamento, rápidamente sacamos todo lo necesario de las mochilas para montar la tienda porque el frío ya comenzaba a sentirse, disfrutamos al comer unas botanas con limón y chile, después a descansar estos cuerpos decadentes.
Miércoles 28 de diciembre 5:15 horas campamento dos en la cumbre del Cerro Viejo a 2900 msnm, Lucy y yo no logramos conciliar el sueño debido al tremendo frillazo que hizo durante la noche y madrugada, no llevábamos ropa térmica adecuada para estás temperaturas, jamás nos había tocado tanto frío en esta zona, solo logramos dormir dos horas con muchos trabajos, preparé café caliente y comimos algo ligero, terminamos a levantar campamento a las 8:45 horas, casi dos horas más tarde de lo programado en el itinerario, nuevamente colgamos mochilas para dirigirnos a la cumbre por el camino de terracería que lleva a las antenas, a las 9:00 horas llegamos a la cumbre del Gran Cerro Viejo a 2960 msnm, nos abrazamos tomamos varias capturas de los fantásticos paisajes, logramos ver perfectamente el Volcán Nevado de Colima, no es sencillo describir con palabras la emoción que se siente de estar en este fantástico lugar con la persona que ha sido parte fundamental a lo largo de tu vida; continuamos con el descenso por la ruta de los restos de la avioneta y los postes de CFE, a pesar de llevar casi dos horas de retraso no bajábamos rápido al contrario cada paso lo realizábamos cuidadosamente para evitar alguna lesión a estas alturas, al llegar a la zona de los postes de CFE en el número catorce, nos encontramos a cuatro jóvenes oriundos de San Miguel Cuyutlán que subían y pasarían la mañana en la montaña, nos presentamos y nos despedimos para continuar caminando, llegamos al pocito de agua a las 11:18 horas nos refrescamos comimos mandarina, toronja, frutos secos, recordé que debía realizar una llamada telefónica para avisar a Rubén Omar de Santiago estudiante y pescador de Cuexcomatitlán Jalisco que nos ayudaría a cruzar la Laguna de Cajititlán en una canoa, le informé de nuestra posición y del tiempo aproximado de llegar al malecón de Cuexcomatitlán, caminábamos lento por el aporreamiento y por fin llegamos a San Miguel Cuyutlán a una lonchería donde desayunamos y descansamos unos minutos a las 12:45 horas, muy atrasados con el itinerario, para no retrasar más el tiempo programado decidimos tomar un taxi de San Miguel Cuyutlán a Cuexcomatitlán, esto no estaba programado en el itinerario pero la necesidad de recuperar el tiempo y el cansancio nos obligó a tomar esta decisión, el taxi tardó cinco minutos tal vez nosotros caminando tardaríamos unos cuarenta minutos, llegamos al malecón con Rubén a las 13:07 horas ya tenía todo listo para llevarnos al pueblo de Cajititlán navegando en su canoa, pasamos un momento único en este trayecto, el agua de la laguna es verde, que al parecer es causa de un tipo de alga marina que la tiñe, Rubén nos compartía sus experiencias, nos brindaba la información de los fraccionamientos residénciales al borde de la laguna, aproveché este descanso para quitarme el calzado, al ver mis pies en un estado indignante, le comenté a Rubén que aprovechando tanta agua que con todo y pena me daría un lavado terapéutico a mis pies, así lo hice como pude saque los pies de la canoa y los sumergí en el agua, con el paso de las olas me daba un masaje muy confortable, una sensación que no se puede explicar, altamente recomendado, mientras navegábamos el viento levantó el sombrero de Lucy llevándolo al agua, Rubén accedió por iniciativa a detener la canoa y regresar a recuperarlo un excelente gesto de profesionalismo que mostró nuestro capitán, a base de puro esfuerzo físico y sin necesitar ayuda para remar Rubén nos dejó en el punto acordado en el malecón de Cajititlán con un excelente tiempo de una hora con quince minutos de manera segura, agradecimos sus servicios y nos despedimos, él se tuvo que regresar solo a Cuexcomatitlán, la emoción era muy grande de haber llegado hasta aquí, en este punto nos estarían esperando nuestro equipo de apoyo para trasladarnos en bicicletas hasta la Barranca de Huentitán, pero no habían llegado, decidimos comer rápidamente unas tostadas de ceviche con agua fresca, a los pocos minutos nos avisan que ya llegaron y se encontraban del otro lado del malecón, por estar cerradas las vialidades debido a las festividades del pueblo, tomamos y colgamos las mochilas para atravesar todo el pueblo y llegar a encontrar a nuestro equipo, al llegar con ellos nos sentimos muy contentos, nos saludamos descolgamos las mochilas de las espaldas adoloridas, ahí estaba ya listo nuestro hijo Gabriel Román Jr conductor de la unidad piloto y de protección, Miguel Barceló ciclista de ruta y de competencia internacional, mi hermano Salvador Román ciclista de montaña, todos ellos aceptaron dejar sus ocupaciones entre semana para apoyarnos en esta rodada, que gran gesto de amistad, Lucy y yo nos cambiamos de ropa, nos colocamos nuestros cascos, nos subimos a las bicicletas y la rodada comenzó en este bonito pueblo de Cajititlán a las 16:00 horas, la ruta que seguimos fue por la carretera del circuito Metropolitano Vicente Fernández Gómez hasta encontrar la carretera a Chapala con rumbo a Guadalajara, pedaleábamos lento para tener precaución con el tráfico vehicular, Miguel Barceló llevaba la delantera para controlar las entradas y salidas del acotamiento, Salvador llevaba la retaguardia delante de la unidad piloto, al llegar cerca del aeropuerto internacional de Guadalajara decidimos comer en un restaurante de comida mexicana, después de casi cincuenta minutos de convivencia en el restaurante nos montamos en las bicicletas y continuamos el trayecto, el pedaleo nos ayudó a relajar, descansar las piernas y rodillas, fue un gran alivio para ambos sentir mejora en las extremidades, a las 19:12 horas ya estábamos cruzando el centro histórico de la ciudad, las multitudes de personas en la zona centro nos hicieron bajar la velocidad, aprovechamos para capturar momentos en movimiento, nada sencillo en una bicicleta como esta, no teníamos prisa disfrutábamos cada momento, al salir de la zona congestionada fue más rápido, pero los desniveles de algunas calles en la ruta nos hicieron ver la falta de condición y fuerza física que se requiere para pedalear una bicicleta doble, con los ánimos de motivación de Miguel, el esfuerzo extra de pedaleo y pedaleo logramos recorrer cincuenta kilómetros, llegar sanos y salvos a la entrada de la Barranca de Huentitán cumpliendo nuestro objetivo a las 21:00 horas, dejamos las bicicletas, bajamos las mochilas de la unidad piloto, despedimos a mi hermano y a nuestro hijo les agradecimos el gran apoyo, compramos víveres en una tienda de conveniencia nos dirigimos a la capilla de la barranca con el equipo para intentar montar el tercer campamento, llegamos y saludamos al comandante Guillermo que se encontraba platicando con nuestro amigo Anselmo Lopez, le solicitamos permiso para montar el campamento a un lado de la capilla, el comandante Guillermo nos otorga amablemente el permiso, en ese momento procedemos a instalarnos, a tomar yogurt leche pan y galletas, a las 23:00 horas nos disponemos a descansar e intentar dormir.
Jueves 29 de diciembre 5:10 horas, escucho pasos y voces de personas caminando en la capilla, 5:40 horas, le pregunto a Lucy si logró dormir bien, me contesta que sí, por lo tanto… también yo logré dormir decentemente, ambos nos sentíamos bien, con algo de hambre, a las 6:45 comenzamos a equipar la mochila de ataque con víveres para 12 horas que llevaríamos al siguiente y ultimo tramo de la travesía, a las 7:30 horas subimos a la entrada a tomar un desayuno, a las 8:06 horas comenzamos a bajar la barranca por el camino tradicional, encontramos varios deportistas bajando y subiendo por el camino, lo hacíamos con cuidado, queríamos evitar alguna lesión, a las 8:36 horas llegamos al mirador después de haber cruzado la vía, continuamos el descenso a las 9:27 horas llegamos al Río Santiago después lo cruzamos a través del nuevo puente colgante de Arcediano, seguimos por el camino con rumbo al Río Verde, el clima nos pintó un día soleado pero tolerable hasta el momento,
Nota: Debido a que se agotó la capacidad de caracteres, en los primeros waispoint incluidos se continua con la reseña y algunas sorpresas más en la descripción de cada uno... gracias.