Subida al gigante

Ruta circula de Subida al Gigante desde la pista forestal en la base del Gigante.
Iniciamos la ruta con un pequeño paseo por la pista para ir calentando las piernas porque nos espera una subida un tanto empinada. Tras unos kilometros de pista, abandonamos ésta por el Barranco de Mojon Blanco para seguir durante un poco por el cauce y poco después iniciamos la subida.
La subida se inicia sin una senda marcada, aunque poco más adelante se irá haciendo más evidente para después volver a desaparecer y no volver a encontrar nada parecido a un camino marcado hasta el final de la ruta cuando lleguemos de nuevo a la pista forestal.
Una vez vamos ganando altura, el avance se va haciendo más complicado por la espesa vegetación que nos vamos encontrando de baja altura incluso zonas en las que los pinos nos dificultan el paso. "Es cuestión de improvisar" un poco e ir buscando el mejor paso posible. Por ello, teniendo en cuenta donde queremos llegar, hay que ir buscando el mejor camino para cada cual. Lo que sí se agradecen, son las vistas que vamos ganando conforme ascendemos.
Conforme subimos, se irá complicando la ruta, porque iremos teniendo zonas en las que hay que hacer trepadas; que aunque se pueden evitar, puedes llegar a estar algo expuesto, pero con cabeza y seguridad, se hace sin problema. Una vez superadas estas trepadas, podemos intuir el vértice y poco después coronamos los 1493 metros del Gigante. Ahora emprendemos la difícil bajada, puesto que se trata en gran parte de una larga pedriza y bosque a través. En este bosque la ruta se hace bastante difícil de seguir. Pero con paciencia se consigue. Salimos del bosque a un camino que nos lleva de nuevo a la pista forestal y llegamos al punto de salida.
La ruta la he identificado como difícil, por lo encrespado de la subida, con las trepadas y su facilidad de perder el camino. No es físicamente muy dura, pero si complicada de seguir sobre todo en la bajada.