Revolcadores desde el Puerto Alto. Invernal.

NOTA IMPORTANTE: LA DIFICULTAD CON LA QUE CATALOGO MIS RUTAS ESTÁ REFERIDA PARA MONTAÑEROS HABITUADOS A CAMINAR, QUE SE DESENVUELVEN CON SOLTURA POR TODOS LOS TERRENOS, NO PARA SENDERISTAS OCASIONALES. SI TIENES POCA EXPERIENCIA, AÑÁDELE UN GRADO MÁS A LA DIFICULTAD DE MIS RUTAS PARA NO LLEVARTE SORPRESAS.

Parece increíble como en apenas dos días se puede ver de manera tan evidente como disminuye la capa de nieve caída por estas frías sierras del extremo noroeste murciano. Había estado un par de días antes y decidí repetir la zona para aprovechar los buenos nevazos caídos días antes. Nieve seguía habiendo bastante (aunque sustancialmente menos), pero los pinos ya no retenían ni un copo y desde el primer paso que di ya me di cuenta de que me iba a estar hundiendo cada paso que pisara fuera de huella (o incluso sobre ésta). Aun así no desistí en mi empeño de realizar parte de la ruta sobre nieve virgen, me armé de paciencia y comencé a caminar desde el Puerto Alto, al que se llega por estrecha pista forestal asfaltada (con algún socavón ya) desde Cañada de la Cruz, la última aldea murciana, ya lindando con la frontera con Granada. Seguí los primeros kilómetros una huella, cada vez más escasa, hasta que desapareció, como hizo la pista, al pie de la marcada cuerda que venía por su cara norte desde el pico Obispo. Como la nieve estaba tremendamente blanda desde el primer momento desistí de subir abriendo huella por esta cuerda, la franqueé por su parte más inferior y continué por su falda hasta llegar hasta encontrarme con el punto donde muere la pista que viene desde Inazares. Continué abriendo huella un buen rato por esta pista que faldea la norte de estas montañas. Aunque me hundía a veces hasta la rodilla el terreno era cómodo y prácticamente llano. Así llegué al pie de la cuerda por donde sube el PR que viene de Inazares pero, en vez de cogerlo desde el punto en donde nace de la pista, subí ladera arriba (ahora sí hundiéndome bien a gusto) hasta encontrarme la huella que iba sobre dicho PR, por la que cómodamente subía hasta la cuerda principal que sube al Obispo por su cara este, pero en vez de subir a éste, continué caminando abriendo huella nuevamente (ya es vicio, con lo mal que estaba la nieve), atravesando el barranco que nace entre el Obispo y Revolcadores, para llegar a este segundo pico primero y luego acercarme al primero. Desde éste bajé ya siguiendo una buena y cómoda huella (no siempre la pisé ya que en bajada a veces es más cómodo abrir huella para frenarte un poco) hasta llegar de nuevo a Puerto Alto, tras una bonita jornada blanca, con un día estupendo de sol invernal.