PR LE 29 RUTA DE LOS PICOS DE MAMPODRE INVERNAL AVENTURASLYA

Reportaje fotográfico en Facebook: https://www.facebook.com/alberto.ordonezfernandez/media_set?set=a.587714598233799.1073741901.100009857924178&type=3&pnref=story
Hecha casi en su totalidad sobre nieve. Puede que el track en algunas ocasiones no vaya sobre un camino.
La guía de senderos de los espacios naturales de Castilla y León, recomienda no hacer este recorrido en invierno.
Nosotros dejamos aquí esta ruta para que la veáis. Que cada uno, en función de su experiencia y su capacidad, escoja la época en la que decida salir a la montaña y la actividad donde adentrarse. Recordar que lo importante es volver y disfrutar.
A decir verdad, en esta ocasión, con menos nieve de lo esperado, estaba todo muy duro, con mucho frio. Por encima de 1400 metros una capa de nieve polvo sobre otra muy dura. En laderas al norte tramos, sin mucha inclinación, pero en el límite para avanzar sin crampones.
No tenemos como objetivo de hoy la subida a ninguna cima, aunque el nombre que le han puesto a esta ruta puede indicar lo contrario. Pero a cambio, en esta época y en este año, vamos a disfrutar de un espectacular paisaje nevado. Y también poder recordar recorridos por este macizo montañoso en otras épocas.
Pues bien, aparcamos en Redipollos, a la entrada. Y retrocedemos unos 400 metros por la carretera hasta llegar a la primera curva en horquilla. Allí hay un cartel explicativo de todo el recorrido. Nos adentramos por una pista, para progresar por el Valle de la Maderada, recorrido por el Arroyo de la Fuentona. Días atrás hubo mucho deshielo y los caminos están tomados por el agua. En muchos puntos congelada y con un grosor considerable.
Comenzamos por un terreno cómodo, al margen de la nieve. El entorno lo configura en gran parte prados, rodeados por manchas de monte. A medida que avanzamos, este terreno y zonas boscosas llenan la totalidad de la zona.
Cruzamos como podemos, el arroyo de la Fuentona. Bajá muy crecido y tenemos que orientarnos por los pasos de la fauna para encontrar un paso más estrecho y seguro.
Seguimos avanzando, pasando junto a una cabaña cerca de La Fuentona. El recorrido está bien señalizado, aunque en ocasiones, debido a la nieve, solo vemos la parte más alta del poste indicativo. Pero el recorrido lo llevamos bien controlado.
Seguidamente atravesamos la Hoz de la Cabrera. Cruzamos una portilla saliendo a una zona más amplia y completamente cubierta de nieve. Blanco en todas las direcciones. Los cantos de los collados no se ven muy cargados de nieve, y tampoco hay restos de avalanchas. Solo vemos una visera en la zona de la Collada de Maraña, hacia donde tenemos pensado dirigirnos. El terreno en este tramo está en gran parte congelado. En los tramos donde podemos ver los rastros de las liebres está algo más blando.
Continuamos en ascenso hasta llegar a la Collada de Maraña. Hay que desviarse un poco de la ruta, pero las vistas desde este punto, lo merecen. Hace mucho frio en este punto y está congelado hasta el alambre de espino que separa la zona de Lillo de la de Maraña.
Destaca la visión de Ten y Pileñes en un primer término y Picos de Europa detrás, con Peña Santa como punto más destacado. Tras contemplar las vistas , retomamos ruta rumbo sur, hasta llegar al punto más alto de la jornada, Collada Fermosa, a 1749 m. Curiosamente, seguro por efecto del viento , aquí hay poca nieve. Hacemos un alto, contemplando la zona de la Polinosa y el Bustil. El día soleado y la nieve cubriendo todo el terreno nos alegra mucho. Y además no se ve ni una huella humana.
Desde aquí, emprendemos el descenso hacia el valle Bustil de Pepe. Y poco más abajo llegamos a la Majada de Soportales, donde hay un corral para el refugio del ganado. Hoy está vacío, pero lo hemos visto repleto de vacas y caballos.
A partir de aquí, entramos en zona que ya hemos recorrido en varias ocasiones. El terreno más encajonado de este tramo nos lleva al alto de la Carrerina Blanca. Luego se va abriendo, llegando a zonas boscosas. Vemos fundamentalmente robles y coníferas. En esta zona, conocida como el Robledal de los Torcedos, en una ruta en otoño, vimos multitud de setas.
En la zona más baja, llegamos al Caserío Vega de San Pedro. Por el valle que recorre el arroyo de Murias, vamos acercándonos a la zona de Redipollos. Y tras pasar por la plaza del pueblo, donde se puede ver la figura de un rebeco, cerramos el circuito y damos por finalizada esta AVENTURA.