Picos Tres Provincias y Lobo desde el Norte (Rosuero)

Hacía tiempo que pensaba en conectar estas dos cimas, pero habiendo conquistado el Lobo por casi todas sus vertientes me apetecía utilizar una nueva vía. ¿Y qué mejor que el cordal que viene del Tres Provincias, pico que también tenía pendiente?

El reto estaba en dónde comenzar para que la ruta no se me fuera a los 30 km. Tenía que ser un punto más o menos intermedio entre ambos, así que cogí el mapa y encontré Rosuero.

Aparqué al inicio del cortafuegos que vi en otra reseña que podía bajarse desde cerca de La Chana, lo cual ahorra unos km a la ruta que ayudaría a conseguir el objetivo.
Echo a andar por el cortafuegos y enseguida cojo el GR88 que me desvía a la derecha en dirección del Tres Provincias. Voy conectando pistas con otras pistas hasta que decido abandonarlas metiéndome campo a través hacia donde debe estar la cima. Error, ¿por qué no aprendo? Me meto en un terreno de terrazas donde en su día plantaron los pinos, y cada escalón se deshace a mi paso haciéndome meter el pie en la tierra hasta el tobillo.
Cuando acaban los pinos me veo en una zona de denso matorral y escobas donde pierdo un tiempo precioso luchando contra ellos. Me harto y decido perder altura hacia un llano con restos de cuadra que se halla despejado, y desde aquí voy subiendo por la parte más escarpada conectando rocas para evitar el matorral.

Llego a la cima y, tras no haber visto un alma, aquí coincido con una pareja, dos ciclistas que vienen del Cardoso y dos corredores de montaña que luego compruebo irían hacia el Lobo.

Me dirijo ahora hacia el Este bajando por el Cordal. El Lobo se divisa relativamente cercano y eso me anima, aunque en el GPS calculo que debe haber unos 9km, más la vuelta. También sé que el gran tamaño de las ruinas del telecabina puede hacer que parezca más cercano, pero vamos a intentarlo!

Termino la gran bajada desde el Tres Provincias y el camino se convierte en cortafuegos horizontal. Paso el desvío al GR88 y continúo un poco más, al menos hasta el cortafuegos que es mi as en la manga. Cuando llego al punto en la vertical del cortafuegos por el que bajaré luego, me asomo y no veo camino ni nada, sólo una pendiente empinada repleta de pinos y matorral y el cortafuegos muuucho más abajo. Uff esto no va a ser fácil, pero ya me preocuparé luego.
Compruebo la hora, voy muy bien, así que me lanzo hacia el Lobo recorriendo el subibaja del cordal que de vez en cuando se puede suavizar cogiendo trazas de camino en diagonal con vistas espléndidas a ambas vertientes.
Ya se acercan las pistas de la Pinilla y en un pispás me encuentro en el portillo del Lobo, lugar emblemático que he subido en invierno un par de veces. De aquí al Lobo es un paseo y llego con gran satisfacción, también en esta cima hay bastante gente que ha subido por las normales.
Disfruto de las hermosas vistas unos minutos, el Cerrón, el valle del Barbellido, la cuerda de la que vengo. Y vuelta! Vuelo por el cordal y enseguida me planto en la vertical del cortafuegos, donde cojo aire y me tiro hacia abajo. Efectivamente es un poco pesadilla, los pinos están muy juntos y hay matorral, aunque no tan denso como el de subida. El terreno es irregular y toca echar las manos un par de veces. Después el terreno mejora, se hace más continuo y no hay casi matorral, sólo ramas secas de pino que hay que sortear.
A 1750 m ya aparece el cortafuegos y respiro aliviada, y desciendo lo que me queda en un santiamén. Una gran jornada!!

Le doy fácil aunque hay que tener en cuenta la longitud y el desnivel, así como lo salvaje de las partes campo a través en la subida y en la bajada hasta el cortafuegos, pero no tiene absolutamente ningún paso técnico.