Picos de Añelarra desde el Col de Ernaz o Piedra de San Martín ( invernal )
near Arette-Pierre-Saint-Martin, Nouvelle-Aquitaine (France)
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Trail photos
Itinerary description
En la parte más occidental de la Cordillera Pirenaica, en la divisoria entre Francia y España, se encuentra la gran meseta calcárea de Larra,
que con sus más de cien km2 de extensión, es uno de los mayores macizos kársticos de toda Europa.
En este curioso paraje de aspecto lunar, considerado por muchos, como el mayor fondo abisal de toda la cordillera, se abren simas sobre el terreno que en algunos casos, llegan a superar los 1.300 metros de profundidad.
Pese a que la zona es muy rica en precipitaciones y que se encuentra, frecuentemente, inmersa bajo las húmedas nieblas, no existe curso de agua alguno y tan solo podremos aprovisionarnos del líquido vital en una destartalada fuente, ubicada en la ladera SW del piramidal e inconfundible Pico Arlas que luce con gran porte, en la parte más occidental de la pétrea meseta.
Sin embargo, el caudal subterráneo es muy importante, dado que todas las grietas, dolinas y simas capturan el agua de las precipitaciones, nutriendo a los ríos subterráneos de San Jorge y San Martín que fluyen a más de 1.000 metros por debajo del grueso manto calizo, para acabar surgiendo en tierras Zuberotarras.
El primero de los ríos, pasa por debajo de las gargantas de Kakoeta surgiendo en la proximidad de Pont d'Enfer en Lamikoziloa. Mientras que el segundo lo hace en la surgencia de Bentia añadiendo sus aguas a la regata de Uhaitza.
En esta ocasión, la ruta nos adentrará por el laberíntico corazón de este glaciar kárstico, llevándonos a coronar una de sus más míticas pero a la vez olvidadas cumbres, el Pico Añelarra.
Este alargado cordal montañoso, denostado por muchos montañeros al situarse junto a las emblemáticas cumbres del Pic d'Anie y de la Mesa de los Tres Reyes, grandes reclamos turísticos de la zona, es una impresionante atalaya desde donde podremos disfrutar de la mejor perspectiva, bajo mi humilde opinión, del conjunto calcáreo de Larra. Así que solo por ello, creo que su visita es de obligado cumplimiento.
Descrita su ubicación y orografía, nos ceñiremos al track y para ello deberemos desplazarnos por la carretera del Roncal (NA-137) que surca el valle de Belagua, en dirección Francia, hacia el paso de montaña de La Piedra de San Martín o collado de Ernaz, famoso por el legendario Tributo de las Tres Vacas.
Este ancestral tributo, es una ceremonia que reúne a los vecinos de los valles de Baretous y de Roncal cada13 de julio desde hace casi 450 años, en el cual los ganaderos franceses, entregan tres reses a sus homónimos roncaleses, por el uso y disfrute de los pastos y fuentes de la zona.
Así que una vez estacionado nuestro medio de transporte en el habilitado aparcamiento fronterizo del Collado de Ernaz, emprenderemos la marcha hacia nuestro objetivo, remontando las primeras rampas de un sendero que entre herbosas poblaciones de pino negro y continuos sube y bajas, asciende hacia la vertiente W del Pico Arlas, donde hallaremos la destartalada fuente de La Contienda.
Destacar en esta primera parte de la ruta, las bonita estampa que nos ofrecerán los Llanos de La Contienda con las escarpadas cumbres de Larra oteando en el horizonte.
Una vez alcanzada la parte más occidental del Pico Arlas, proseguiremos avanzando por el balizado sendero que a media ladera y sin perder altura flanquea la herbosa mole, depositandonos en el conocido collado de Pescamou.
En este punto y ante el estado cada vez más nivoso del suelo, nos veremos obligados a calzarnos los crampones, ya que en breves instantes y tras sobrepasar el Portillo de Batikotxe, pequeña planicie que separa las cumbres de Arlas y Murlong, entraremos en contacto con el convulsionado y traicionero relieve calizo de Arres d'Anie.
A partir de este momento y ante la imposibilidad de seguir los apostados hitos que, supuestamente, deberían encontrarse en el camino, tomaremos como referencia el Pic d'Anie, puesto que las cumbres de Añelarra comparten con este, gran parte del recorrido.
Así que poco a poco y conforme vamos disfrutando de las curiosas formaciones que encontraremos a nuestro paso, iremos ganándole terreno a la pendiente que por momentos se habrá endurecido notablemente.
Alcanzada la parte más alta del Arres d'Anie, por fin, aparecerá antes nuestros ojos, el pequeño valle en el que está enclaustrada la serranía de Añelarra o Sierra Longa como también es conocida.
Tras visualizar el recorrido que nos llevará hacia nuestro objetivo a seguir, continuaremos avanzando hacia el portentoso Pic d'Anie y para ello deberemos perder algo de altura adentrándonos por el citado valle.
En un momento de la marcha dejaremos la señalizada ruta al Pic d´Anie y nos introduciremos en el circo glaciar de la vertiente norte de los Picos de Añelarra, progresando, en ocasiones, fuera de sendero intentando vislumbrar algún hito que nos muestre el mejor acceso posible, para poder alcanzar el lomo somital de la serranía. El tupido manto de nieve, nuevamente, hará imposible descifrar el sendero más adecuado para ello, así que poco a poco y con la máxima cautela posible vamos encarando el tramo final hasta alcanzar su ancha arista.
Una vez alcanzada la cresta tan sólo nos quedará transitar por ella hasta hollar la doble cima de la que presume el macizo.
El esfuerzo se verá, gratamente recompensado por la infinidad de cumbres que llegaremos a observar, pero el incómodo y helador viento que nos azotaba, no invitaba a quedarse mucho rato en ella, así que tras inmortalizar tan bella estampa, emprendemos el camino de vuelta desandando el camino que nos llevó a la cumbre, prestando especial atención en el descenso de la última pala.
Ruta altamente recomendable a una de las denostadas cumbres del macizo de Larra, que pese a no ser muy frecuentada, cosa que en ocasiones agradezco, hará las delicias de cualquier excursionista que se precie a realizarla ya que tanto el camino a recorrer como sus impresionantes vistas son dignas de mención.
que con sus más de cien km2 de extensión, es uno de los mayores macizos kársticos de toda Europa.
En este curioso paraje de aspecto lunar, considerado por muchos, como el mayor fondo abisal de toda la cordillera, se abren simas sobre el terreno que en algunos casos, llegan a superar los 1.300 metros de profundidad.
Pese a que la zona es muy rica en precipitaciones y que se encuentra, frecuentemente, inmersa bajo las húmedas nieblas, no existe curso de agua alguno y tan solo podremos aprovisionarnos del líquido vital en una destartalada fuente, ubicada en la ladera SW del piramidal e inconfundible Pico Arlas que luce con gran porte, en la parte más occidental de la pétrea meseta.
Sin embargo, el caudal subterráneo es muy importante, dado que todas las grietas, dolinas y simas capturan el agua de las precipitaciones, nutriendo a los ríos subterráneos de San Jorge y San Martín que fluyen a más de 1.000 metros por debajo del grueso manto calizo, para acabar surgiendo en tierras Zuberotarras.
El primero de los ríos, pasa por debajo de las gargantas de Kakoeta surgiendo en la proximidad de Pont d'Enfer en Lamikoziloa. Mientras que el segundo lo hace en la surgencia de Bentia añadiendo sus aguas a la regata de Uhaitza.
En esta ocasión, la ruta nos adentrará por el laberíntico corazón de este glaciar kárstico, llevándonos a coronar una de sus más míticas pero a la vez olvidadas cumbres, el Pico Añelarra.
Este alargado cordal montañoso, denostado por muchos montañeros al situarse junto a las emblemáticas cumbres del Pic d'Anie y de la Mesa de los Tres Reyes, grandes reclamos turísticos de la zona, es una impresionante atalaya desde donde podremos disfrutar de la mejor perspectiva, bajo mi humilde opinión, del conjunto calcáreo de Larra. Así que solo por ello, creo que su visita es de obligado cumplimiento.
Descrita su ubicación y orografía, nos ceñiremos al track y para ello deberemos desplazarnos por la carretera del Roncal (NA-137) que surca el valle de Belagua, en dirección Francia, hacia el paso de montaña de La Piedra de San Martín o collado de Ernaz, famoso por el legendario Tributo de las Tres Vacas.
Este ancestral tributo, es una ceremonia que reúne a los vecinos de los valles de Baretous y de Roncal cada13 de julio desde hace casi 450 años, en el cual los ganaderos franceses, entregan tres reses a sus homónimos roncaleses, por el uso y disfrute de los pastos y fuentes de la zona.
Así que una vez estacionado nuestro medio de transporte en el habilitado aparcamiento fronterizo del Collado de Ernaz, emprenderemos la marcha hacia nuestro objetivo, remontando las primeras rampas de un sendero que entre herbosas poblaciones de pino negro y continuos sube y bajas, asciende hacia la vertiente W del Pico Arlas, donde hallaremos la destartalada fuente de La Contienda.
Destacar en esta primera parte de la ruta, las bonita estampa que nos ofrecerán los Llanos de La Contienda con las escarpadas cumbres de Larra oteando en el horizonte.
Una vez alcanzada la parte más occidental del Pico Arlas, proseguiremos avanzando por el balizado sendero que a media ladera y sin perder altura flanquea la herbosa mole, depositandonos en el conocido collado de Pescamou.
En este punto y ante el estado cada vez más nivoso del suelo, nos veremos obligados a calzarnos los crampones, ya que en breves instantes y tras sobrepasar el Portillo de Batikotxe, pequeña planicie que separa las cumbres de Arlas y Murlong, entraremos en contacto con el convulsionado y traicionero relieve calizo de Arres d'Anie.
A partir de este momento y ante la imposibilidad de seguir los apostados hitos que, supuestamente, deberían encontrarse en el camino, tomaremos como referencia el Pic d'Anie, puesto que las cumbres de Añelarra comparten con este, gran parte del recorrido.
Así que poco a poco y conforme vamos disfrutando de las curiosas formaciones que encontraremos a nuestro paso, iremos ganándole terreno a la pendiente que por momentos se habrá endurecido notablemente.
Alcanzada la parte más alta del Arres d'Anie, por fin, aparecerá antes nuestros ojos, el pequeño valle en el que está enclaustrada la serranía de Añelarra o Sierra Longa como también es conocida.
Tras visualizar el recorrido que nos llevará hacia nuestro objetivo a seguir, continuaremos avanzando hacia el portentoso Pic d'Anie y para ello deberemos perder algo de altura adentrándonos por el citado valle.
En un momento de la marcha dejaremos la señalizada ruta al Pic d´Anie y nos introduciremos en el circo glaciar de la vertiente norte de los Picos de Añelarra, progresando, en ocasiones, fuera de sendero intentando vislumbrar algún hito que nos muestre el mejor acceso posible, para poder alcanzar el lomo somital de la serranía. El tupido manto de nieve, nuevamente, hará imposible descifrar el sendero más adecuado para ello, así que poco a poco y con la máxima cautela posible vamos encarando el tramo final hasta alcanzar su ancha arista.
Una vez alcanzada la cresta tan sólo nos quedará transitar por ella hasta hollar la doble cima de la que presume el macizo.
El esfuerzo se verá, gratamente recompensado por la infinidad de cumbres que llegaremos a observar, pero el incómodo y helador viento que nos azotaba, no invitaba a quedarse mucho rato en ella, así que tras inmortalizar tan bella estampa, emprendemos el camino de vuelta desandando el camino que nos llevó a la cumbre, prestando especial atención en el descenso de la última pala.
Ruta altamente recomendable a una de las denostadas cumbres del macizo de Larra, que pese a no ser muy frecuentada, cosa que en ocasiones agradezco, hará las delicias de cualquier excursionista que se precie a realizarla ya que tanto el camino a recorrer como sus impresionantes vistas son dignas de mención.
Waypoints
Comments (2)
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Preciosa ruta
Muchas gracias por tu valoración y comentario. Espero que la disfrutases