Peñagolosa desde San Juan de Peñagolosa, por la canal sur

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Reseña de la ruta en Adventoorer: Peñagolosa desde San Juan de Peñagolosa.

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De vuelta a casa, después de la subida al Caro en Tarragona, hago un amplio desvío para acercarme al Peñagolosa en Castellón. No es que me pille muy de paso, pero más cerca que ahora no lo voy a tener. Así que bajo del refugio Caro UEC nuevamente por la estrecha carretera que tanto me gustó ayer, y luego vienen como tres horas de carretera no tan bonita hasta San Juan de Peñagolosa, un santuario muy chulo desde el que empieza la ruta.

Si el Caro me sorprendió por lo poco que esperaba y lo que luego me encontré, el Peñagolosa me sorprende también, pero al revés. Quiero subir por la canal sur, que por lo que he leído tiene trepadas y cosas así entretenidas, pero me decepciona bastante por lo sosilla que es.

En fin, de momento voy tan contento por el sendero que sale del santuario, que sube suavemente por entre el bosquecillo. Sendero cómodo. A lo lejos se ve la cima, con una caseta en la cumbre.

Voy rodeando la montaña desde el norte por el lado oeste, para encarar la canal por el sur.

En un momento dado voy a ver una nevera que hay por ahí. Un cartel me lo indica y me acerco. No vale la pena, no tiene nada de particular, y me hace perder un poco el camino. Por no volver, me pongo a bajar directamente hacia un pista que tengo que coger más abajo. Esta bajada es un incordio, sin sendero al principio hasta que encuentro uno. Casi mejor no ir a la nevera esa. Igual así se avanza mejor. Pero bueno, tampoco tardo tanto en reencontrar el sendero y al final acabo en una pista molona.

Sigo andando y empieza a verse el paredón con la canal. Muy chula desde aquí. Vertical y algo terrorífica.

A la altura de un cartel donde dice Cantal de Miquelet salgo del camino y me acerco a la montaña por un senderito marcado por hitos. Enseguida llego a la roca. Estoy muy lejos de la canal, y pienso, tonto de mí, que a partir de aquí ya es todo trepar. Genial. Así que me pongo el casco por si una piedra me descalabra, y allá que voy. Trepadita suave y entretenida, pero que acaba enseguida. Vaya chasco. Después de la primera trepada todavía queda un acercamiento enorme andando hasta la canal.

Pues vaya. Por lo menos el panorama no está mal. Esta subida es algo vertical y me cansa bastante. No hay demasiada pedrera, pero algo sí.

Al fin llego a la canal. Bueno, ahora sí que empieza lo divertido, ¿no? Pues no. De las trepadas que me esperaba, nada de nada. Se puede subir tranquilamente andando, apoyándose un poco con las manos y ya. El único paso mínimamente trepable es el de la cadena de arriba, y tampoco es para tanto. Se puede hacer sin usar la cadena. No me gustan mucho estas ayudas. Te preocupas tanto de agarrar la cadena que se te olvida que la roca se mueve menos, y te haces un embrollo. Bueno, allá cada uno. A mí la canal en sí me pareció mucho más sencilla y sin interés de lo que esperaba, pero es una opinión personal.

La canal acaba en la misma cumbre. Hay allí una cabaña de vigilancia, o algo así. Un poco desencantado por la decepción que me he llevado, empiezo la bajada por un camino muy marcado y cómodo. No tiene nada de particular, excepto una fuente con agua fresquita que me repone del cansancio de toda la actividad. No tardo mucho en bajar de nuevo hasta el coche. Y ahora, la paliza final de carretera hasta casa...

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