Peña Trevinca desde la Laguna de los Peces

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Reseña de la ruta en Adventoorer: Peña Trevinca desde la Laguna de los Peces.

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El plato fuerte del viaje es la subida a Peña Trevinca, el pico más alto de Orense y de Zamora. La única vez que lo he subido fue saliendo desde el pueblecito de Porto. Aquella ruta no me gustó nada, y hoy espero quitarme el mal sabor de boca que me dejó ese día.

Partimos desde el aparcamiento que hay junto a la Laguna de los Peces, dirigiéndonos hacia la Laguna de la Ventosa. Hoy hace un día espléndido. Sol y calorcete.

Durante todo el camino, hasta la subida final a Trevinca, el camino va a estar surcado de arroyuelos, trampales, charcos y demás problemas acuíferos. Dependiendo de cuánta agua haya, será más o menos complicado atravesarlos. Hoy, la cosa no es demasiado molesta y en general se puede avanzar sin demasiadas complicaciones.

Tras la Laguna de la Ventosa hay algún momento en el que atravesamos unos arbustos especialmente cerrados, a la vez que cruzamos un arroyo. Una vez superado este pequeño incordio, en el resto del camino ya no tendremos grandes molestias.

En un momento dado de la subida hacia la laguna, se puede ver Peña Trevinca apareciendo a lo lejos, tras las montañas, pero, en cuanto se empieza a descender hacia el valle del Tera, desaparece de la vista. En la parte baja del valle entramos en una pista por la que andamos un rato, hasta llegar al Embalse de Vega del Conde, donde la abandonamos y volvemos a recorrer un sendero de tierra y a sortear arroyuelos.

El valle hace un giro hacia la izquierda, y es en ese punto donde vuelve a aparecer Peña Trevinca al fondo del valle. Muy al fondo del valle. Queda un montón de camino hasta llegar a ella… Eso sí, ver el montañón cerrando el valle es un momento impresionante. La subida final promete.

El resto del camino de acercamiento nos va a acompañar la visión de Trevinca, haciéndose cada vez más grande a medida que avanzamos.

Se ve nieve en la cumbre. Según vamos subiendo, nos damos cuenta de que no va a ser necesario utilizar los crampones. Yendo por la arista se puede evitar la nieve. Eso sí, hay que tener especial cuidado con la roca húmeda, que en cualquier momento puede dar un susto.

Con calma y despacito, paso a paso vamos subiendo y acabamos por llegar arriba. No hace frío, no sopla viento, y el día está resultando fabuloso.

Desde aquí se puede ver todo el valle recorrido. Es impresionante la cantidad de meandros que hace el río en su trayecto. Desde arriba es muy bonito, pero atravesarlo no lo es tanto.

Para la vuelta, en vez de volver a atacar la arista por la que hemos subido, bajamos por la enorme pala de nieve que cae al valle por el otro lado, esta vez usando los crampones. La nieve está estupenda y el descenso es rapidísimo.

En vez de repetir el camino de la mañana, antes de llegar a la curva que lleva al embalse giramos a la izquierda para cruzar un puente sobre el río Tera y subir hacia el Refugio de Riopedro. Luego ascendemos un rato más por un largo camino que ofrece unas panorámicas de aúpa de todo el valle. Aunque a estas horas, el camino de vuelta se hace durillo…

Una vez llegados a la parte alta, el descenso es más cómodo. A lo lejos vuelve a aparecer el aparcamiento, al que llegamos al cabo de un buen rato andando por la pista.

Peña Trevinca es una visita obligada. La ruta desde la Laguna de los Peces es larga, y puede resultar dura si hay mucha agua por el camino, pero hay que hacerla alguna vez. Todo el recorrido por el valle es una gozada.

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