Norte clásica a Monte Perdido (AD, 800 m)

Tras pasar la noche en el Refugio libre de Tucarroya, bajamos y cruzamos el lago de Marboré y organizamos las cordadas y repartimos las mochilas para no llevar exceso de material ni peso.
Nos acercamos a la base de la pared y comenzamos a subir hacia el glaciar inferior de Monte Perdido por el primer corredor (2614 m), un tubo encajonado de unos 250 m a 45 – 50º que sube hacia la izquierda y nos deja en una plataforma desde la cual hacemos una travesía hacia a la derecha para cruzar el glaciar inferior hasta llegar al segundo corredor (3100 m). Se trata de un corredor cortito, a penas unos 100 m, la entrada tendrá unos 45º de inclinación y va aumentando hasta alcanzar los 55 – 60º en su punto de máxima inclinación y tiene un par de pasitos finos de hielo y roca. En este punto nos encordamos y protegemos el corredor con varios friends para montar una reunión poco antes de la salida del corredor. De la reunión salimos en ensamble hacia el Hombro del Perdido (3255 m) y continuamos caminando hasta llegar a la cima.

El descenso lo acometemos por la vía normal. Bajamos con tiento por la Escupidera (3200 m) hacia el lago Helado (2990 m) y de ahí subimos el duro repecho al cuello del Cilindro (3074 m). Desde aquí, bajamos por el glaciar por un corredor que da acceso a la planicie del Balcón de Pineta. En un primer momento pensamos en destrepar el corto tramo vertical de 10 m, pero tenía bastante hielo así que lo aprovechamos para meter un tornillo de hielo y rapelar desde él. Una vez en el Balcón de Pineta recogimos nuestras cosas y otra vez con el peso de las mochilas a la espalda, deshicimos el camino que habíamos hecho el día anterior. De nuevo hundiéndonos en la nieve porque el viento había borrado las huellas, fuimos descendiendo fatigosamente al sol hasta abandonar la nieve y coger el sendero que nos llevaría hasta la Pradera de Pineta.