Montaña de Guajara

La montaña Guajara 2715 m, es el pico más alto de los que constituyen las Cañadas del Teide, en la isla de Tenerife. Las cañadas son una planicie sedimentaria de color amarillo claro, situada normalmente al pie de las paredes del circo y donde se va acumulando todo el material erosionado de los escarpes.

Es nuestro último día en Tenerife, no podíamos dejar de contemplar este paraje desde otro punto de vista y que mejor propuesta que esta ruta.

Partimos del aparcamiento público, del Parador Nacional de las cañadas del Teide, en frente se encuentra el inicio de los senderos de alta montaña, perfectamente balizados que ascienden desde la planicie hasta la cima, Sendero 4, Sendero 5 y Sendero 15 - Alto de Guajara.

Por un trazado cómodo, avanzamos por el sendero girando a la izquierda en dirección a la montaña, pronto llegamos a una pista de grava con indicaciones, nos desviamos a nuestra izquierda avanzando por la pista. Esta pista discurre entre suaves ascensos y descensos, pero ya se intuye que próximamente comenzará el desnivel de subida.

Llegamos al cruce del Sendero 5, esta nueva senda que sale a nuestra derecha inicia el ascenso hacia el collado “Degollada de Guajara” a 2.385 m. Desde el collado se pueden contemplar, en días claros, las restantes islas del Archipiélago Canario. La vertiente sur de la isla es visible durante toda la ascensión.



En el collado seguiremos a la derecha por el Sendero 15, que coincide en parte con el GR-131. Este sendero no ataca directamente la cima de Guajara, sino que asciende haciendo una aproximación a la cima bastante cómoda. Apenas llevamos diez minutos en este sendero cuando llegamos a un nuevo cruce señalado con un pequeño poste de hierro. Aquí dejamos el GR-131, que se dirige a Vilaflor, y seguimos por la senda de la derecha. Sólo hay que seguir el marcado sendero balizado con hitos de piedras y placas con el Sendero15.

Llegamos a la cima donde disfrutamos de una tranquilidad absoluta, las vistas de los volcanes Teide, Pico Viejo y Montaña Blanca, además de una amplia visión de la Caldera de Las Cañadas nos hace reflexionar sobre la espectacularidad de las vistas. En la cima se encuentran también las ruinas de un antiguo recinto astronómico, que nos protege del viento inesperado en la cima.

Aprovechamos para retomar fuerzas, descansar y disfrutar de las vistas tan impresionantes, tan solo el silbido del viento nos hace acelerar nuestro descanso, ya que esta soplando cada vez con más fuerza.

El descenso lo realizamos por la vertiente opuesta a la subida, al tratarse de una ruta circular nos llevará de nuevo al punto de inicio. En el sendero de bajada tenemos que extremar las precauciones, ya que, en algún tramo, a parte de las condiciones del terreno encontramos restos de nieve.

Seguimos descendiendo por los senderos, maravillados por el paisaje tan espectacular, avanzamos en dirección nuevamente a la ermita de Nuestra Sra. de las Nieves, próxima al edificio del Parador.