Mont Blanc / Monte Bianco. Vía italiana / Italian route

El Monte Bianco (en italiano) o el Mont Blanc (en francés), con sus 4.810m de altitud, es la cima más elevada de los Alpes. En verano es una montaña muy transitada, principalmente por ser la cima alpina más alta pero también porque, en este caso, coincide que es una montaña especialmente hermosa. Pero que no te confunda la elevada afluencia de montañeros que aspiran a hollarla: su ascensión no es sencilla, ni técnica ni físicamente.

Existen diversas rutas “normales” para ascender al Bianco: dos parten desde el lado francés (la vía de Goûter y la ruta de los cuatromiles) y una desde la vertiente italiana. En junio de 2021 nosotros ascendimos al Monte Bianco por la vía italiana.

La vía italiana es la más salvaje, la más recóndita y la menos transitada de todas las vías “normales” al Monte Bianco. También es la ruta más larga porque en la vertiente italiana, a diferencia de la francesa, no hay remontes mecánicos que te ayuden a salvar el descomunal desnivel que separa el fondo de la Val Veny y la cima del Mont Blanc. Además de la dureza física de ascender y descender 3.300 metros de desnivel, esta ruta no está exenta de dificultades técnicas, así que su grado es PD+.

Nuestra ruta al Monte Bianco se estructura en tres jornadas: en la primera subimos desde el fondo de la Val Veny hasta el Refugio Gonella, donde pasamos la noche. En la segunda jornada ascendemos los 1.700 metros de altitud que distan hasta la cima del Monte Bianco. Y desde allí, retornamos al refugio Gonella. Y en la tercera jornada descendemos a la Val Veny.

La primera parte del ascenso es por carretera, hasta las inmediaciones del lago Combal. Ahí la ruta gira a la derecha para encontrarse con el Glaciar del Miage. Primero ascendemos por un hombro filudo y descompuesto que nos permite esquivar el caos de rocas de la morrena glaciar. Después nos internamos en el glaciar y ascendemos hasta su intersección con el Glaciar del Dôme y las Agujas Grises.

La ascensión al refugio Gonella es delicada y muy entretenida, pues implica trepar las Agujas Grises a ratos por roca, a ratos por nieve y terreno mixto, con algún tramo protegido con peldaños, maromas, cables y escaleras.

El Glaciar del Dôme se asciende de noche. Es imprescindible encordarse en esta parte, y dominar las técnicas de progresión en glaciar y de rescate en grietas, puesto que vamos esquivando profundas grietas bajo la tenue luz del frontal.

Al collado de las Agujas Grises se accede por un corto corredor con unos 45 grados de inclinación. Una vez alcanzado el collado, toca progresar por una delicada y afilada arista, unas veces sobre nieve y otras sobre roca descompuesta. Superado este cresterío, se suaviza técnicamente la ascensión y una campa de nieve nos conduce hacia la cima del Dôme du Goûter.

A la cima del Monte Bianco se accede cabalgando la arista de las Bosses (las jorobas). Este tramo se hace duro y lento por el efecto de la altitud. Pero la espectacularidad de las vistas, y la emoción de sabernos cerca de la cima del Bianco, suponen un acicate para la motivación.

El retorno al refugio Gonella es largo y extenuante. Especialmente por el efecto del calor y la insolación, que transforman la nieve y hacen más penosa la progresión y más endebles los puentes que atraviesan las grietas glaciares. ¡Precisamente para minimizar estas penurias es crucial empezar la ascensión de madrugada!

El descenso desde el Refugio Gonella hasta la Val Veny conviene iniciarlo pronto por la mañana, antes de que se transforme la nieve. Así te garantizas un descenso seguro con crampones. Algunos destrepes son delicados pero, si hiciera falta, hay instalados varios puntos de rapel para facilitar esta maniobra.

Y, como una imagen dice más que mil palabras, os comparto el vídeo-reportaje que hemos hecho de esta espectacular ruta italiana al Monte Bianco: https://youtu.be/ubuy2dcF1og