Laguna Negra, Urbión y Fuentes del Duero

El día amenaza tormentas certeras hacia las 15:00 por lo que toca acortar y cambiar sentido de la marcha para no encontrarnos en medio del cordal en una situación complicada.
Celebramos el Día del Club Alpino Madrileño y nos hemos desplazado al pueblo de Vinuesa, desde donde accedemos al parking de La Serrá. Hasta la impresionante Laguna Negra recorremos el 1,5 km por el camino del río y del bosque, que luce precioso por la abundancia de agua. Un descanso obligado en la pasarela de la Laguna para contemplar el paisaje e iniciamos el empinado ascenso que nos llevará, por los Llanos de la Sierra hasta la Laguna Larga. Seguimos subiendo hasta el Collado de Urbión, donde tomamos rumbo, primero a la cima este del Urbión, con unas trepadas nos situamos en la cumbre y, tras deshacerlas, trepamos, esta vez, a la cumbre principal. Tras las obligadas fotos y un pequeño picoteo, toca bajar hacia el cordal, dirección al Tres Provincias pero la meteo empieza a desaconsejar llegar hasta allí y, tras disfrutar las imponentes vistas hacia la Laguna de Urbión y coronar Peñas Claras, otro de los dosmiles del día, nos dirigimos por la vía más directa, hacia las Fuentes del Duero, que conservan aún alguno de los neveros que hay por la zona. Es por este nevero por donde empezamos a subir, de nuevo, al Collado de Urbión para desandar el camino hasta los coches. Al llegar a uno de los miradores a la Laguna Negra hacemos un alto para comer y, como estaba previsto, comienzan los truenos y las nubes amenazantes que ya están descargando sobre el Pico de Urbión. Iniciamos la bajada a la Laguna Negra y cuando entramos al bosque comienza la lluvia. En 5 minutos se transforma en aguacero, granizada, rayos y truenos encima de nuestras cabezas, lo que nos obliga a hacer al sprint los últimos 500 m de la ruta, cosa que no impide que lleguemos empapados.

Preciosa ruta, sin dificultades técnicas, salvo las trepaditas que hay que hacer al Urbión. A tener en cuenta lo rebaladizo de la piedra, en caso de estar mojada y, sobre todo en invierno, cubierta de hielo y nieve.