Gran Bachimala (desde Viadós, por Tabernes)

El Bachimala es uno de los picos más emblemáticos del Valle de Gistau. Su afilada arista toma, con las nieves del invierno y bien entrada la primavera, un carácter alpino espectacular. En esta ocasión solo quedan algunos neveros por la zona, que no supondrán ningún esfuerzo de evitar.
Salimos temprano del Refugio de Viadós porque aún seguimos en ola de calor, aunque parece que empieza a remitir y, enseguida, comienza la dura subida por el bosque que, al cabo de un buen rato se torna cada vez más en praderío. Es allí donde un fuerte viento empieza a castigarnos: frío, con una gran fuerza que a veces casi nos tira al suelo. Aguantamos así hasta Señal de Viadós donde, tras ascender al pico, retrocedemos algo y nos deslizamos por la pedrera hacia el camino que pasa por abajo y que, dejando a nuestra derecha la Punta del Sable, nos conducirá hasta el inmenso barranco de pizarra que hay a los pies del Bachimala, donde hacemos una parada para picar algo. Comienza ahora la fuerte y continua subida que acometemos directamente a la primera arista, primero por minisenda ascendente pedregosa y luego por unos 100 metros de subida infernal resbaladiza por la tierra y piedras, hasta que la arista comienza a estabilizarse. Llegada al collado entre nuestra arista y la propia del Bachimala y nueva subida andando primero y con trepadas y zona más aérea los últimos metros antes de alcanzar la cumbre.
La bajada por el sendero "fácil" hasta salirnos de él y poner rumbo por el Arroyo del Barranco de Bachimala hacia el Valle de Gistau y bajar, Por el Cinqueta de la Pez hacia el puente, haciendo una parada en las impresionantes cascadas. Luego, rumbo paralelos al río hasta el Refugio de Tabernes y nueva subida hacia el collado próximo a la Cabaña de Sarrau para iniciar el descenso final, por el bosque común a la subida, al Refugio de Viadós.
Fantástica y muy dura ruta por sus exigencias físicas y el gran número de trepadas, bajadas y subidas por terreno arenoso/pedregoso.