Gargantas de Bohoyo y Navamediana haciendo noche
near Navamediana, Castilla y León (España)
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Trail photos
Itinerary description
Ya llevaba tiempo con esta ruta en mente y lo cierto es que las condiciones no acompañaron nada. Todas las primeras horas estuvo lloviendo de forma ligera pero constante y en altura las nubes estaban agarradas a las cimas y no se pudo ver gran cosa en todo el día.
La idea era subir al Picurucho y por el Belesar cruzar para dormir en Regajo Largo. Al hacer tan mal tiempo omitimos la cumbre ya que las vistas de Cinco Lagunas iban a ser inexistentes.
Es una ruta que en verano o con mejores condiciones climatológicas y de nieve podría hacerse en un día con un poco de forma física.
Los numerosos refugios que vamos encontrando en la ruta nos hicieron un gran servicio para ir descansando de la lluvia. Había nieve continua a partir de 1900 metros pero muy húmeda debido a la lluvia. Hasta el refugio del Belesar subimos "a bota" y allí nos calzamos los crampones para acometer la subida a Cantos Coloraos con más seguridad aunque se podría haber hecho sin ellos.
Todos los refugios estaban en muy buenas condiciones salvo el que habíamos escogido para dormir, el de Regajo Largo, en el que alguien se dejo el cerrojo sin echar y las ventiscas lo llenaron de nieve. Toda la parte central del refugio estaba con una costra de hielo que nos fue muy complicado quitar y gracias a una vieja pala sin mango que había dentro del refugio. Con la pala de nieve que llevábamos pudimos con esfuerzo retirar nieve para destapar la base de unos cuantos piornos y coger un poco de leña. Nos dió para unas tres horas de fuego racionado pero gracias a él derretimos algo de nieve para preparar la cena y subimos cuatro o cinco grados la temperatura del refugio (pese a que una parte del hielo que metió la ventisca se resistió a nuestras palas y durmió con nosotros).
A la mañana siguiente el día estuvo muy claro y la nieve durísima, perfecta para los crampones, pero tocaba regreso. Los chuletones que nos aguardaban en Hoyos del Espino hicieron que no bajáramos con mucha pena...jejeje.
Una vez adentrados en la garganta de Navamediana se acababa la nieve y descendimos de forma cómoda por el PR hasta el pueblo donde habíamos dejado un coche para evitarnos el par de kilómetros de carretera y pista que hay hasta el parking de la garganta de Bohoyo, lugar donde comenzamos el día anterior.
Pese a todas las vicisitudes disfrutamos como enanos y la repetiremos.
La idea era subir al Picurucho y por el Belesar cruzar para dormir en Regajo Largo. Al hacer tan mal tiempo omitimos la cumbre ya que las vistas de Cinco Lagunas iban a ser inexistentes.
Es una ruta que en verano o con mejores condiciones climatológicas y de nieve podría hacerse en un día con un poco de forma física.
Los numerosos refugios que vamos encontrando en la ruta nos hicieron un gran servicio para ir descansando de la lluvia. Había nieve continua a partir de 1900 metros pero muy húmeda debido a la lluvia. Hasta el refugio del Belesar subimos "a bota" y allí nos calzamos los crampones para acometer la subida a Cantos Coloraos con más seguridad aunque se podría haber hecho sin ellos.
Todos los refugios estaban en muy buenas condiciones salvo el que habíamos escogido para dormir, el de Regajo Largo, en el que alguien se dejo el cerrojo sin echar y las ventiscas lo llenaron de nieve. Toda la parte central del refugio estaba con una costra de hielo que nos fue muy complicado quitar y gracias a una vieja pala sin mango que había dentro del refugio. Con la pala de nieve que llevábamos pudimos con esfuerzo retirar nieve para destapar la base de unos cuantos piornos y coger un poco de leña. Nos dió para unas tres horas de fuego racionado pero gracias a él derretimos algo de nieve para preparar la cena y subimos cuatro o cinco grados la temperatura del refugio (pese a que una parte del hielo que metió la ventisca se resistió a nuestras palas y durmió con nosotros).
A la mañana siguiente el día estuvo muy claro y la nieve durísima, perfecta para los crampones, pero tocaba regreso. Los chuletones que nos aguardaban en Hoyos del Espino hicieron que no bajáramos con mucha pena...jejeje.
Una vez adentrados en la garganta de Navamediana se acababa la nieve y descendimos de forma cómoda por el PR hasta el pueblo donde habíamos dejado un coche para evitarnos el par de kilómetros de carretera y pista que hay hasta el parking de la garganta de Bohoyo, lugar donde comenzamos el día anterior.
Pese a todas las vicisitudes disfrutamos como enanos y la repetiremos.
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