El Nevero y Peñacabra desde Alameda del Valle, acabando en el Puerto de Navafría

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Reseña de la ruta en Adventoorer: El Nevero y Peñacabra desde Alameda del Valle, acabando en el Puerto de Navafría.

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Hoy parece que va a ser otro de esos días soleados y con muy buen tiempo que tan poco me gustan en enero. La nieve que había en la sierra prácticamente ha desaparecido ya y el ambiente es primaveral. Bueno, es lo que hay.

El pueblecito de Alameda del Valle está al otro lado de la carretera. De este lado solo hay algunas explotaciones ganaderas que bordean la ancha pista que se va acercando al cordal del los Montes Carpetanos. Sube suavemente entre jóvenes robles, en general cómodamente, aunque a veces el camino se transforma en un barrizal debido a las lluvias recientes y al deshielo de la nieve.

Esquivando las peores partes para que no se me enmarranen demasiado las botas, la pista se convierte en camino y entra de lleno en la ladera de la montaña, que para variar está tapizada de arbustos.

Enfrente se ve el circo hacia el que nos encaminamos, el de Hoyo Cerrado. Esta subida, con la ladera nevada, es mucho más agradable. Así, a través de los arbustos, es bastante más molesta. A veces el camino está muy cerrado y cuesta lo suyo avanzar. Las abundantes zarzas tampoco ayudan demasiado.

Ya entrando en el circo, el camino se despeja. Es un sitio muy bonito, creo que no demasiado conocido. Tal vez por suerte... Está aislado y cuesta algo llegar hasta aquí, así que no lo frecuenta demasiada gente.

No queda apenas nada para llegar a lo alto del cordal. Por decir que he pisado nieve, atravieso el único nevero que queda por aquí. Es más una mancha de nieve que otra cosa.

Allí, a lo lejos, se ve el Nevero. Antes de llegar, haremos cima en Peñacabra y el Alto del Porrinoso, recorriendo el cordal con el Valle del Lozoya a mano derecha. Tras la última subida, llegamos al enorme pilón sobre el que está el vértice. Vistas amplias sobre la Cuerda Larga y Peñalara. Un sitio muy bonito.

La bajada la hacemos directamente desde aquí, hacia las Lagunillas del Nevero, una zona de máxima protección ambiental. No nos acercamos hasta la laguna, claro. Pasamos a cierta distancia, por el camino. No estoy seguro de que se respete demasiado la protección, aunque también es verdad que si no lo sabes, es imposible hacerlo.

Tras una corta visita al Mirador Peña del Cuervo, subimos un poco para entrar en Hoyo Grande, y desde allí llegamos al camino de bajada que llega al Puerto de Navafría.

Como regalo final, al cruzar la valla junto al puerto por la típica puertecita, me llevo un cabezazo muy sonoro contra el umbral que me hace temblar hasta los dientes. Quitando esta última alegría, el día ha resultado muy agradable.

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