Boalo - Cueva de los Maquis - Cuerda de los Porrones - Peña Blanca - Clavijas - Ermita - Boalo
near Boalo, Madrid (España)
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Trail photos
Itinerary description
Boalo - Cueva de los Maquis - Cuerda de los Porrones - Peña Blanca - Clavijas - Ermita - Boalo
La ruta aquí descrita, así como los tracks para GPS son orientativos. Queda bajo la responsabilidad de quién la realice, tomar las medidas de seguridad apropiadas para el itinerario, que dependerán de las condiciones climatológicas, así como la preparación tanto técnica como física de la persona que la lleve a cabo. Quede bien claro que todo lo indicado (track y comentarios) es meramente a nivel informativo y sin ningún otro tipo de ánimo, eximiéndose el autor de responsabilidad alguna, ante cualquier percance que pudiera sufrir quién por voluntad propia o inducida realice la ruta.
CUEVA -VIVAC DE LOS MAQUIS
UNOS CUANTOS PASOS ,CON ALGUNAS DIFICULTADES NOS ENCONTRAMOS.
También en el camino,encontraremos algunas trepaditas como estas.
Caminamos entre bozales y marañas de jaras y rocas.
La cueva-vivac mantiene una adecentada y curiosa estabilidad.Su salida de escape,muy curiosa,pero no muy recomendable,mejor volver sobre nuestros pasos y tomar el sendero normal,de ascenso.
No son muy largas ,ni tienen grandes dificultades,las clavijas.De todas maneras es conveniente siempre un motivo de atención y precaución,por como está elm tiempo ,uno mismo y el calzado.Así evitaremos sorpresas desagradables.
ANTES QUE NADA UNA HISTORIA O LEYENDA,que se la debo al compañero JAVIER CHASQUERA.
Cruz del Mierlo :
Su protagonista fue un humilde cabrero quien tuvo a la altura de su mano buena posición social, fama y fortuna. Todo lo despreció por no abandonar la vida elemental y sencilla que siempre llevó en las majadas serranas. A la postre, aquello le costó la vida. Contémoslo.
Era el Mierlo, también llamado Mirlo por algunos, un cabrero que apacentaba su ganado en el tiempo que sucedió aquella tremenda historia: la del Cancho de los Muertos.
Esta arriscada piedra era el refugio de una conocida cuadrilla de bandoleros que asolaba la comarca. En una de aquellas, secuestraron a la hija de un personaje importante de la corte madrileña para pedir un fuerte rescate.
Para no perder el tiempo, en ausencia de su jefe dos de aquellos buscavidas se enfrentaron ya que ambos querían ser el primero en abusar de la joven. La pelea terminó con la muerte de uno de los rivales.
Enterado el capitán a su regreso, mandó al superviviente arrojar por el abismo situado al pie de su guarida al muerto. Quería dar un golpe de autoridad al resto de la tropa, de manera que cuando el bandido obedecía el mandato, le empujó tras el cadáver al grito de "la muerte es el castigo para quien quiere apropiarse de lo que se le ha encomendado".
Viéndose condenado, el infortunado se agarró a la pierna de su capitán, arrastrándole con él al precipicio. Consternados, los bandidos que quedaban se dispersaron por la sierra.
Hasta aquí lo conocido de la leyenda. Ahora viene el desenlace. Abandonada por sus captores, la joven vagó durante un tiempo perdida por los laberintos pedriceros. Allí la encontró más muerta que viva el Mierlo, quien la socorrió, llevándola a la Corte con su familia.
Quisieron los padres de la dama recompensar a aquel hombre que les devolvió la hija que creían ya perdida. Hasta su propia casa le ofrecieron en señal de agradecimiento. Pero el buen cabrero rechazó todo y volvió con sus cabras que había dejado en el monte.
Olvidada por el paso de los años, fue el guadarramista Bernardo Constancio de Quirós quien recogió la historia en 1919 en la revista Peñalara, la biblia montañera de la época. Así concluyó el relato: "volvió el Mirlo a su chozo tornando a su antigua vestimenta, consistente en un pedazo de sayal atado a los riñones con una tomiza".
Hombre sabio como los de su estirpe, el Mierlo sabía que la elemental existencia con su hato de cabras era la mejor de las fortunas. Pero la vida en ocasiones se muestra cruel y así lo fue con el infortunado cabrero.
De vuelta a sus soledades, al poco apareció muerto en su majada favorita. Cuenta la leyenda que lo mató alguno de aquellos bandidos, en venganza por rescatar a su precioso rehén. Un piadoso compañero trazó con piedras una elemental cruz, que se mantiene acostada en el suelo donde cayó, junto al arruinado chozo que tantas noches le dio cobijo.
Valoración de la ruta según IBP INDEX :
Dependiendo de tu preparación física, busca el valor 77 y tendréis vuestro nivel de dificultad.
Ver : Informe detallado IBP de la ruta : Dura : 77 HKG
La ruta aquí descrita, así como los tracks para GPS son orientativos. Queda bajo la responsabilidad de quién la realice, tomar las medidas de seguridad apropiadas para el itinerario, que dependerán de las condiciones climatológicas, así como la preparación tanto técnica como física de la persona que la lleve a cabo. Quede bien claro que todo lo indicado (track y comentarios) es meramente a nivel informativo y sin ningún otro tipo de ánimo, eximiéndose el autor de responsabilidad alguna, ante cualquier percance que pudiera sufrir quién por voluntad propia o inducida realice la ruta.
CUEVA -VIVAC DE LOS MAQUIS
UNOS CUANTOS PASOS ,CON ALGUNAS DIFICULTADES NOS ENCONTRAMOS.
También en el camino,encontraremos algunas trepaditas como estas.
Caminamos entre bozales y marañas de jaras y rocas.
La cueva-vivac mantiene una adecentada y curiosa estabilidad.Su salida de escape,muy curiosa,pero no muy recomendable,mejor volver sobre nuestros pasos y tomar el sendero normal,de ascenso.
No son muy largas ,ni tienen grandes dificultades,las clavijas.De todas maneras es conveniente siempre un motivo de atención y precaución,por como está elm tiempo ,uno mismo y el calzado.Así evitaremos sorpresas desagradables.
ANTES QUE NADA UNA HISTORIA O LEYENDA,que se la debo al compañero JAVIER CHASQUERA.
Cruz del Mierlo :
Su protagonista fue un humilde cabrero quien tuvo a la altura de su mano buena posición social, fama y fortuna. Todo lo despreció por no abandonar la vida elemental y sencilla que siempre llevó en las majadas serranas. A la postre, aquello le costó la vida. Contémoslo.
Era el Mierlo, también llamado Mirlo por algunos, un cabrero que apacentaba su ganado en el tiempo que sucedió aquella tremenda historia: la del Cancho de los Muertos.
Esta arriscada piedra era el refugio de una conocida cuadrilla de bandoleros que asolaba la comarca. En una de aquellas, secuestraron a la hija de un personaje importante de la corte madrileña para pedir un fuerte rescate.
Para no perder el tiempo, en ausencia de su jefe dos de aquellos buscavidas se enfrentaron ya que ambos querían ser el primero en abusar de la joven. La pelea terminó con la muerte de uno de los rivales.
Enterado el capitán a su regreso, mandó al superviviente arrojar por el abismo situado al pie de su guarida al muerto. Quería dar un golpe de autoridad al resto de la tropa, de manera que cuando el bandido obedecía el mandato, le empujó tras el cadáver al grito de "la muerte es el castigo para quien quiere apropiarse de lo que se le ha encomendado".
Viéndose condenado, el infortunado se agarró a la pierna de su capitán, arrastrándole con él al precipicio. Consternados, los bandidos que quedaban se dispersaron por la sierra.
Hasta aquí lo conocido de la leyenda. Ahora viene el desenlace. Abandonada por sus captores, la joven vagó durante un tiempo perdida por los laberintos pedriceros. Allí la encontró más muerta que viva el Mierlo, quien la socorrió, llevándola a la Corte con su familia.
Quisieron los padres de la dama recompensar a aquel hombre que les devolvió la hija que creían ya perdida. Hasta su propia casa le ofrecieron en señal de agradecimiento. Pero el buen cabrero rechazó todo y volvió con sus cabras que había dejado en el monte.
Olvidada por el paso de los años, fue el guadarramista Bernardo Constancio de Quirós quien recogió la historia en 1919 en la revista Peñalara, la biblia montañera de la época. Así concluyó el relato: "volvió el Mirlo a su chozo tornando a su antigua vestimenta, consistente en un pedazo de sayal atado a los riñones con una tomiza".
Hombre sabio como los de su estirpe, el Mierlo sabía que la elemental existencia con su hato de cabras era la mejor de las fortunas. Pero la vida en ocasiones se muestra cruel y así lo fue con el infortunado cabrero.
De vuelta a sus soledades, al poco apareció muerto en su majada favorita. Cuenta la leyenda que lo mató alguno de aquellos bandidos, en venganza por rescatar a su precioso rehén. Un piadoso compañero trazó con piedras una elemental cruz, que se mantiene acostada en el suelo donde cayó, junto al arruinado chozo que tantas noches le dio cobijo.
Valoración de la ruta según IBP INDEX :
Dependiendo de tu preparación física, busca el valor 77 y tendréis vuestro nivel de dificultad.
Ver : Informe detallado IBP de la ruta : Dura : 77 HKG
Waypoints
Intersection
3,182 ft
Desvío derecha Colada de Las Covachuelas
Desvío derecha Colada de Las Covachuelas
Tree
4,196 ft
Tronco enebro quemado referencia hacia la cueva.
Tronco enebro quemado referencia hacia la cueva.
Intersection
4,396 ft
Desvio hacia Cueva y regreso
Desvio hacia Cueva y regreso
Mountain pass
5,122 ft
Collado de las Loberas
Collado de las Loberas
Summit
4,483 ft
Torreta de los Porrones o Peña del Aguila
Torreta de los Porrones o Peña del Aguila
Photo
4,260 ft
Clavijas - (Ruta las Cabras)
Clavijas - (Ruta las Cabras)
Fountain
3,122 ft
Fuente 2 - Área recreativa la Ermita de San Isidro
Fuente 2 - Área recreativa la Ermita de San Isidro
Comments (6)
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Ruta muy chula con un toque dificultad.
Saludos compis.
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Information
Easy to follow
Scenery
Difficult
Ruta muy chula con un toque dificultad.
Saludos compis.
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Information
Easy to follow
Scenery
Difficult
La subida desde la cueva hasta la cuerda se pierde un poco en algunos tramos, pero siguiendo el track no tienes muchos problemas.
Un abrazo
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Ruta no especialmente fácil por el desnivel en poca distancia y porque, al ser poco transitada, la sendita (cuando la encuentras) está bastante ocupada por zarzas y jaras sequísimas con los consiguientes enganchones y arañazos. En general ruta entretenida con sol dando casi todo el rato y que transcurre por algunos sitios especialmente chulos, sobre todo a partir de alcanzar la cuerda, destacando unas vistas distintas de La Pedriza y la Cuerda Larga.
Buenas tardes Carlos, te sigo desde hace bastante tiempo y me gusta mucho de las rutas que haces. Yo casi siempre suelo ir solo por no coincidir con amigos porque no les gusta madrugar o no les gusta viajar mucho. Me llama mucho la atención esta ruta, tú como conocedor de la montaña, crees que yo podría hacer esta ruta solo? Conlleva algún peligro?
Digamos que la ruta con más dificultad que he hecho solo ha sido la subida a la mira desde guisando.
felixucoo 18 sept. 2021 -me parece estupendo,ya te he mandado un correo particular con indicaciones.Te diré,qu nosotros no recomendamos ir nunca solo.Los accidentes en la montaña,están a la orden del día y ya se sabe lo que pasa.Siempre hay que ir con alguien más,que pueda dar la voz de alarma y avisar de cualquier percance,que no queremos que ocurra.Un abrazo y ya te he pasado mi número de teléfono,para lo que gustes.