Ascensión clásica al Curavacas

Ascensión al mítico Curavacas por la cara sur, desde el pueblo de Vidrieros.

Realizada el 31 de agosto de 2014.

Salimos de Vidrieros, donde dejamos el coche junto al primer bar. Desde ahí cogemos la calle Chica, que sale hacia la derecha, y que se acabará convirtiendo en el camino a seguir.

Tras cinco minutos, y nada mas cruzar un pequeño puente, tomaremos un camino que sale hacia la derecha, ya en dirección al valle donde al fondo se alza el Curavacas. Ya desde aquí el camino coge pendiente, al principio moderada y luego algo más pronunciada. Atravesaremos un denso bosquecillo y dos cancelas de ganado que nos aseguraremos de volver a cerrar.

Al terminar el bosque, llegamos a una pradera, ya al fondo del valle. Desde aquí nos meteremos en unos densos brezales, siguiendo hitos de piedras que nos llevarán a las pedreras que alfombran las laderas de la montaña. Estas pedreras nos van a acompañar hasta casi casi la cima, así que mucha paciencia al subir, y cuidado al bajar. Aunque a veces es un poco confuso buscar montañitas de piedras en un mar de... piedras, el camino no tiene pérdida. La ruta va hacia la canal que está justo a la derecha de la mole de la cima, que no dejaremos de ver en todo el camino.

Ganaremos altura muy rápido, ya que la pendiente es considerable, y tras un buen rato llegaremos a los primeros roquedos. Desde aquí será más sencillo encontrar los hitos, que nos meterán cada vez mas en la canal, hasta llegar a un punto en que tendremos que echar las manos y hacer una pequeña trepada bastante sencilla.

Una vez lleguemos al final de la canal, tendremos una vista espectacular de la vertiente cantábrica de la Montaña Palentina. El camino baja un poco y sube después, rodeando todo el rato a la cima. Este es el único punto (10 o 15 metros) en el que hay que tener un poco más de cuidado, ya que tendremos un barranco justo debajo de la senda.

Superado esto, ya solo queda seguir rodeando la montaña y subiendo para llegar a
la cima. Nosotros tuvimos un día claro y la vista es alucinante, las llanuras de Castilla al sur, tras el Peña Redonda y los primeros montes de la cordillera, al norte el cordal de Peña Prieta, los Picos de Europa y el valle de Liébana, y al fondo el mar. Y lo más increíble de todo, la vista del Espigüete asomando entre las otras dos cimas del Curavacas.

La bajada la hicimos por el mismo camino.

Es un poco paliza física, pero muy sencillo técnicamente. Merece MUCHO la pena