Alto de las Guarramillas desde el Puerto de Cotos, subiendo por la Loma del Noruego y bajando por Circo de las Guarramillas

.................................................................................................................................................................

Reseña de la ruta en Adventoorer: Alto de las Guarramillas desde el Puerto de Cotos, subiendo por la Loma del Noruego y bajando por el Circo de las Guarramillas.

.

Ha caído una nevada considerable, y todo buen madrileño tiene que subir a lo loco a la sierra a ver la nieve, madrugando lo que haga falta, masificando los aparcamientos de Cotos y Navacerrada y provocando el cierre de las carreteras.

Yo no voy a ser menos, pero no me apetece levantarme de madrugada, así que lo hago a una hora prudencial, y llego al Puerto de Cotos justo a las nueve de la mañana. Tengo la esperanza de que la mayoría de la gente que no se haya enterado todavía de que hay nieve y sea posible aparcar.

La llegada al puerto se eterniza por un autocar que tengo delante y que es imposible adelantar. Pienso en todos los coches que estarán llegando por el otro lado del puerto y me desespero un poco. Espero que suban autocares también por allí...

Por fin llego al puerto, y cuando voy a entrar en el aparcamiento, veo la barrera cerrarse justo delante de mí. El mío es el tercer coche que se queda fuera. No puede ser...

Nos bajamos al unísono los primeros conductores a echarle la peta al de la garita, y el caso es que vemos un montón de sitio en el centro del estacionamiento. Parece que el vigilante piensa que dejar coches en esa zona impediría salir a los demás vehículos, pero conseguimos hacerle entrar en razón, nos abre y consigo entrar.

Esto de llegar a las nueve de la mañana a Cotos no es nada habitual. Cuando empiezo a andar hacia la Loma del Noruego, la barrera vuelve a estar bajada, ya definitivamente, y un montón de coches se han quedado fuera. Fiuuu...

En fin, a ver si aprovecho la nieve, que va a ser la única que voy a pisar en todo enero, porque enseguida entrará un anticiclón y se derretirá toda.

La subida por la loma es suave. Hay un montón de nieve y el bosque está precioso. Hay huella marcada durante buena parte de la subida. Solo por arriba la perderé. La primera parte la hago cuando el sol todavía no ha salido de detrás de las montañas, y hace un frío enorme. El coche marcaba cinco bajo cero. Cuando finalmente sale el sol, el ambiente se caldea un poco.

Tras la Peña del Águila el camino se inclina algo más, y entre eso y la falta de huella llego a Guarramillas sudando la gota gorda. Hace un día estupendo, pero las nubes están agarradas a la cima, y cuando llego a la cumbre ya no veo absolutamente nada.

Las antenas están totalmente cubiertas de nieve, y todos los edificios de la cumbre aparecen blancos, cuando la niebla se retira lo suficiente como para que pueda ver algo. Es un ambiente fantasmal. No recuerdo haberlo visto nunca así.

Me acerco al vértice, que está situado donde a alguien le apeteció colocarlo, ahí en medio, y desde allí voy a bajar hacia el Collado de las Guarramillas. Antes quería pasar por el Nacimiento del Manzanares, que hace mucho que no lo veo, aunque no he elegido el mejor día para hacerlo.

En lugar de retroceder un poco y bajar hacia el collado, enfilo por el camino de la Maliciosa y luego giro a la izquierda hacia el Ventisquero de la Condesa. Un poco más allá acabo en la caseta desde donde, más o menos, nace el Manzanares.

Ahora solo tendría que llanear un rato para llegar al collado, pero no he tenido en cuenta que por esta zona se acumula mucha nieve, y ya es demasiado tarde para volver.

La poca distancia que hay hasta el collado es un sufrimiento continuo. Me hundo hasta las rodillas en la nieve y no paro de enredarme en los arbustos que hay por abajo. Avanzo a paso de tortuga, pero no tengo otra opción más que seguir pasito a paso, hasta que acabo llegando al collado, tras una eternidad peleando contra la nieve. Qué bonita es a veces, y que infierno es otras.

Al llegar, descanso un poco y estiro las piernas doloridas.

Desde aquí podría bajar por la estación de Valdesquí, pero voy a ir hacia el cordal del circo. Lo más fácil sería ascender hacia Valdemartín para evitar las vallas de la estación, pero desde el collado intuyo más o menos por dónde ir sin tener que subir demasiado, que ya estoy bastante cansado.

No se me da del todo mal, aunque tengo que atravesar alguna valla de madera como un gusarapo, y consigo salir de la estación sin novedad. Además, me encuentro con una huella que tiene buena pinta, y decido seguirla. Desde aquí me da un poco igual volver por un camino o por otro.

Pero la huella me lleva muy bien hasta el Arroyo de las Guarramillas, y atravieso un agradable bosquecillo nevado hasta el Refugio del Pingarrón. Desde aquí subo a la carretera y enseguida estoy de vuelta en el puerto.

El día ha sido estupendo. Poco tiempo más va a durar la nieve, y hoy la he disfrutado y sufrido de lo lindo. He tenido muchísima suerte, habiendo llegado tan tarde por la mañana. Cientos de visitantes se habrán tenido que volver, lo que reconozco que me da un poco de gustito. Debo de ser muy mala persona...

.