Abantos por la cresta sur

Si se busca en Google "la montaña más bonita de Madrid", casi siempre sale el Abantos entre las 3 primeras.
No sé si será así, pero la combinación de ser una ascensión sencilla, con vistas espectaculares y una cima también bonita hace que realmente sea una montaña muy atractiva.

A nosotros nos había llamado la atención al pasar por El Escorial en coche y no hemos tardado mucho en organizar una subida para conocerla.
Aunque la primera idea era hacer la típica subida por el pinar, vimos que existía una opción más entretenida, que es la de subir por la cresta sur.

Comenzamos la ruta en San Lorenzo del Escorial, muy cerca del pequeño embalse del Romeral, donde hay un parking con mucho espacio.
La subida comienza por la derecha del embalse, por lo que hay que descender unos metros al principio para coger el camino. Tras unos 700 metros por las urbanizaciones nos pusimos a la altura del embalse, para coger un desvío a la derecha enseguida (donde el parque de los Agentes Forestales).
A partir aquí comenzamos una subida por el pinar, cruzando dos veces la carretera, hasta llegar al inicio de la cresta (otra vez coincidiendo con la carretera).

La cresta en su primera parte es sencilla; apenas es necesario ayudarse de las manos. Más arriba, ya cerca de la caseta, la pendiente se acentúa y hay que echar las manos en algunos pasos. Hay un tramo donde encontramos una trepada de segundo grado; sencilla, pero trepada. Esta zona nos gustó.

Una vez alcanzada la caseta ya es un paseo hasta la cima del Abantos, donde hay un vértice geodésico y una cruz. Las vistas hacia el Escorial son espectaculares; además tuvimos la suerte de tener el sol semicubierto por nubes de tormenta, lo que nos dejó unas imágenes sorprendentes.

Pero, realmente, la verdadera cima se encuentra algo más al norte (o eso me parece a mí). En los mapas tiene unos metros más de altitud y visualmente es bastante evidente que es así. Desde este punto, la verdadera cima, es visible también el Valle de los Caídos.

La vuelta la hicimos por pista hasta la llegar a zona de la cruz de Rubens y luego por bosques de pinos y hayas.

Sencilla cima, con bonitas vistas y físicamente no muy exigente. Por supuesto, si se quiere hacer más accesible habría que evitar la cresta y subir por la ruta normal.