Zumaia: flysch y basurdes

Otra tarde de viernes explorando los senderos que van apareciendo en Gipuzkoa en Trailforks. Esta vez, la base de operaciones es Zumaia, donde dejamos el coche en un parking muy amplio en una zona industrial, libre de OTA (sí que la hay en el resto del pueblo). Exploraremos dos zonas muy bien diferenciadas: la zona que queda al este del pueblo, donde hay un par de bajadas muy chulas, y la zona oeste, donde el interés paisajístico y geológico es mayor que el de los senderos en si. La verdad es que queda una ruta muy chula.

Zumaia está encajonada en la costa entre acantilados formados por el famoso flysch (que en realidad está en bastantes partes de la costa vasca), por lo que la salida del pueblo es un rampón de cemento donde entras en calor rápidamente. Las vistas de la costa son preciosas, y nos desviamos a la derecha hacia la pequeña cumbre del monte Urgull, desde donde sale la bajada Kerkus formando un pequeño lazo en el inicio que merece la pena. Es una bajada roja, con tramos de flow (sobre todo al inicio), y luego secciones naturales entre quejigos. Hay un par de puntos donde estrujar la bici en la última parte, y la verdad es que nos deja buen sabor de boca.

Salimos por una pista de grijo en la que tenemos dudas de por donde seguir el track. En este primer remonte (lo repetiremos luego tras Basajaun) optamos por subir por el lateral del viñedo, ya que no vemos claro cómo coger la pista que va en paralelo, algo que si haremos un rato después tras hacer Basajaun. Un remonte durillo pero corto hasta el inicio de Basajaun, una bajada negra con muchas horas de trabajo.

Antes de empezar con la bajada hay una valla que podemos abrir o rodar por una curiosa pasarela de subeybaja, mola. Luego ya, el sendero empieza enroscándose sobre si mismo, con tramos de pedaleo, para luego ir cogiendo pendiente y picante poco a poco. Un par de drops rodables y empiezan a aparecer saltos por todas partes. El primer es un doble bastante largo con cocodrilo que no damos, nos da miedo quedarnos cortos y liarla en la recepción, pero al resto de saltos si que me animo, previa inspección, claro. Son asequibles con un poco de confianza. La bajada acaba en una zona más llana y húmeda, con algún puente y pasarelas para evitar zona de barro.

Toca remontar de nuevo y, una vez arriba, hacer una bajada que nos deja un poco mal sabor de boca, ya que perdemos mucha altura por una pista sin mucha historia.... y luego toda remontar hasta San Miguel de Artadi, donde encontramos una fuente. De ahí, bajar a Zumaia sin mucha historia por carretera, atravesarla y remontar por el otro extremo del pueblo. Como decía, aquí comienza una parte con menos interés biker, pero que paisajísticamente es muy chula. Recorreremos pistas en su mayor parte, por donde va el camino de Santiago, hasta Portutxiki y la cala que hay un poco más abajo, donde podremos admirar las curiosas formas del flysch, sobre todo en bajamar (nosotros llegamos en plea). La excepción al pisteo es un senderito que sube curveando por el pinar (Arantza, en Trailforks), una subida muy divertida y una bajada con cierto flow, para continuar por pistas senderizadas hasta el mencionado mirador.

Después de unas cuantas fotos, volvemos sobre nuestros pasos para remontar de nuevo hacia Zumaia y disfrutar de una última bajada al pueblo que nos sorprende. Nos esperábamos nada, y nos encontramos con la bajada Foronda, un senderito azul divertido, con una zona de peraltes y unas escaleras al final. Buen happy ending.

Al final salen unos 1200m+ con buenos rampones, la dificutad técnica la pongo como moderada, ya que aunque hay una negra con algún paso complicado, en el total de la ruta no es mucho y quien no lo vea claro puede evitar los saltos y hacer los puntos más comprometidos.