Xeraco Playa-Gandia-Villalonga-Urb La Llacuna-XP
near Casas Las Basas, Valencia (España)
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Trail photos
Itinerary description
SEGÚN GARMIN:
Tiempo 3:17:35
Distancia 57,24 km
Altura ganada 492 m
Salida desde Xeraco Playa, con mi hermano y otros dos amigos, con el objetivo de llegar a la Urb de La Llacuna, puerto de 2a categoría pero que no llegaremos hasta la cima ya que al inicio de las urbanizaciones daremos la vuelta de regreso, con lo que el ascenso será solo de unos 5 km aunque no exento de dureza ya que la pendiente media no es banal.
Ruta donde el 90% es asfalto, muy rodadora, recorriendo parte del río Serpis a la altura de Gandía (excepcionalmente en esta época del año llevaba agua) y salimos de esta localidad por el puente del antiguo ferrocarril Gandia-Alcoi. Continuamos el recorrido hasta llegar a Villalonga, pasando previamente por Almoines, Beniarjó, Beniflá y Potríes. En Villalonga no queda más remedio que coger la carretera para hacer la subida a la Llacuna, carretera en magnífico estado con una pendiente constante entre el 7% y el 10%, sin descansos y con alguna rampa suelta al 11% y 13% hasta llegar a un descansillo antes de las urbanizaciones de la Llacuna.
Descansamos un poco, sacamos alguna foto e iniciamos un descenso agradable, gastando algo de freno, hasta llegar nuevamente a Villalonga y seguir deshaciendo camino, si bien hacemos una parada en el Restaurant Al de Sempre, en Beniflá, para tomar el merecido *almuerzo valenciano y posteriormente continuar deshaciendo camino hasta Gandia, desde donde para no repetir tramo variamos el recorrido y seguimos paralelos a las vías del ferrocarril, continuando hasta el Polígono industrial de Xeraco y de ahí a la Playa de Xeraco, origen y destino final de nuestra ruta.
*Quiero compartir una crónica sobre el esmorzaret o almuerzo valenciano, del cual disfruto todos los veranos y sobre el que he leído pudiera ser el más pantagruélico de España, siendo para los valencianos un ritual casi sagrado, hasta el punto de ser para algunos tan importante o más que la paella. Esta comida matutina entre las 09:00 y las 11:00 horas, por no más de 6 euros, no es una simple tradición, es algo muchos más profundo para las gentes de esta tierra, está gravado a fuego en su ADN (si se tiene que parar el mundo para esmorzar, pues se para, pero el almuerzo no se pierde). Sus raíces son rurales “Los agricultores hacían un descanso durante la mañana y se iban a los bares a comerse el bocadillo que se habían hecho ellos mismos en casa. Solo pagaban la picaeta y las bebidas (lo que se conoce como ‘pagar el gasto’). Esta tradición es mucho más que un almuerzo, es cultura”.
El almuerzo gira alrededor de un bocadillo (cantell o entrepá) de dimensiones generosas, su interior se rellena con multitud de combinaciones, imperando los embutidos y las tortillas de cualquier ingrediente que uno pueda imaginar, también se puede rellenar con mollejas, hígado, carne de caballo, figatell, ternera, etc. Y completar con pimientos y/o aderezar con mayonesa, atún, queso, all i oli, etc. A modo de ejemplo: El chivito, con mahonesa, bacon, huevo, lechuga y queso. La brascada de lomo o ternera, con bacon, cebolla i alioli. El Almussafes, con queso, sobrasada y cebolla. El de esgarraet, con pimiento y cebolla escalivada, entre otras lindezas.
En resumen bocatas contundentes y de infarto como para ir al cardiólogo.
Previamente tomamos una cazalla para abrir conductos y se empieza con la picaeta (cacahuetes, aceitunas, pepinillos…) y la ensalada de tomate con cebolla, lechuga y Dios sabe qué más, esperando la llegada del superbocata, al cual después seguirá acompañando. Sin olvidarnos de regar todo ello con cerveza en abundancia y vino con casera y como no podía faltar el punto final, coronaremos el liviano almuerzo con el cremaet (azúcar, ron o coñac quemado, café corto, canela, corteza de limón y granos de café). Decir que algunos toman la cazalla al final como mascletá de cierre y todo ello por 6 euros.
Se trata de un almuerzo de verdad, contundente, para aguantar una dura jornada y no el insignificante café más croissant o tostada al que estaba habituado.
Un saludo. Espero que disfrutéis la ruta y sobre todo de un buen esmorzaret.
Tiempo 3:17:35
Distancia 57,24 km
Altura ganada 492 m
Salida desde Xeraco Playa, con mi hermano y otros dos amigos, con el objetivo de llegar a la Urb de La Llacuna, puerto de 2a categoría pero que no llegaremos hasta la cima ya que al inicio de las urbanizaciones daremos la vuelta de regreso, con lo que el ascenso será solo de unos 5 km aunque no exento de dureza ya que la pendiente media no es banal.
Ruta donde el 90% es asfalto, muy rodadora, recorriendo parte del río Serpis a la altura de Gandía (excepcionalmente en esta época del año llevaba agua) y salimos de esta localidad por el puente del antiguo ferrocarril Gandia-Alcoi. Continuamos el recorrido hasta llegar a Villalonga, pasando previamente por Almoines, Beniarjó, Beniflá y Potríes. En Villalonga no queda más remedio que coger la carretera para hacer la subida a la Llacuna, carretera en magnífico estado con una pendiente constante entre el 7% y el 10%, sin descansos y con alguna rampa suelta al 11% y 13% hasta llegar a un descansillo antes de las urbanizaciones de la Llacuna.
Descansamos un poco, sacamos alguna foto e iniciamos un descenso agradable, gastando algo de freno, hasta llegar nuevamente a Villalonga y seguir deshaciendo camino, si bien hacemos una parada en el Restaurant Al de Sempre, en Beniflá, para tomar el merecido *almuerzo valenciano y posteriormente continuar deshaciendo camino hasta Gandia, desde donde para no repetir tramo variamos el recorrido y seguimos paralelos a las vías del ferrocarril, continuando hasta el Polígono industrial de Xeraco y de ahí a la Playa de Xeraco, origen y destino final de nuestra ruta.
*Quiero compartir una crónica sobre el esmorzaret o almuerzo valenciano, del cual disfruto todos los veranos y sobre el que he leído pudiera ser el más pantagruélico de España, siendo para los valencianos un ritual casi sagrado, hasta el punto de ser para algunos tan importante o más que la paella. Esta comida matutina entre las 09:00 y las 11:00 horas, por no más de 6 euros, no es una simple tradición, es algo muchos más profundo para las gentes de esta tierra, está gravado a fuego en su ADN (si se tiene que parar el mundo para esmorzar, pues se para, pero el almuerzo no se pierde). Sus raíces son rurales “Los agricultores hacían un descanso durante la mañana y se iban a los bares a comerse el bocadillo que se habían hecho ellos mismos en casa. Solo pagaban la picaeta y las bebidas (lo que se conoce como ‘pagar el gasto’). Esta tradición es mucho más que un almuerzo, es cultura”.
El almuerzo gira alrededor de un bocadillo (cantell o entrepá) de dimensiones generosas, su interior se rellena con multitud de combinaciones, imperando los embutidos y las tortillas de cualquier ingrediente que uno pueda imaginar, también se puede rellenar con mollejas, hígado, carne de caballo, figatell, ternera, etc. Y completar con pimientos y/o aderezar con mayonesa, atún, queso, all i oli, etc. A modo de ejemplo: El chivito, con mahonesa, bacon, huevo, lechuga y queso. La brascada de lomo o ternera, con bacon, cebolla i alioli. El Almussafes, con queso, sobrasada y cebolla. El de esgarraet, con pimiento y cebolla escalivada, entre otras lindezas.
En resumen bocatas contundentes y de infarto como para ir al cardiólogo.
Previamente tomamos una cazalla para abrir conductos y se empieza con la picaeta (cacahuetes, aceitunas, pepinillos…) y la ensalada de tomate con cebolla, lechuga y Dios sabe qué más, esperando la llegada del superbocata, al cual después seguirá acompañando. Sin olvidarnos de regar todo ello con cerveza en abundancia y vino con casera y como no podía faltar el punto final, coronaremos el liviano almuerzo con el cremaet (azúcar, ron o coñac quemado, café corto, canela, corteza de limón y granos de café). Decir que algunos toman la cazalla al final como mascletá de cierre y todo ello por 6 euros.
Se trata de un almuerzo de verdad, contundente, para aguantar una dura jornada y no el insignificante café más croissant o tostada al que estaba habituado.
Un saludo. Espero que disfrutéis la ruta y sobre todo de un buen esmorzaret.
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Comments (4)
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Menos mal. Que has conocido a compañeros de ruta de bicicleta, que saben apreciar lo mejor de la salida en bici , que no es el darle pedales sin el merecido homenaje del almuerzo. Eso que no , nos lo quiten. Es cultura valenciana...👍🚴
El comentario del almuerzo es imperdible, gracias Manuel, me lo apunto para ml próximo viaje a Valencia. Me alegro que esas costumbres se mantengan intactas.
Gracias por los comentarios, a ti Joan que te voy a decir, que sigáis con las buenas costumbre.
Vicente gracias por seguirme y comentar, pero cierto es que en tu próximo viaje a Valencia no te puedes perder el esmorzaret y te aconsejo que busques un bar donde veas mogollón de bicicletas, seguro que ahí se almuerza bien.