VILLAHERMOSA CAMPO - TIERRAS AZULES - MARES PALEOZOICOS - CARIÑENA

Ni todos los paisajes son verdes, ni todos los mares azules. ¡Hay mares de piedra y azuladas tierras!

La ruta el sistema Ibérico por territorios limítrofes entre Teruel y Zaragoza en busca de los mismos.

Se inicia en el apeadero de Villahermosa del Campo y enseguida encontramos un puente medieval y la ermita de los santos Gervasio y Potasio. Luego se cruza la vía hacia el collado del Monte. Las lluvias recientes han inundado el vado del río Lanzuela por lo que hay que salvarlo por un lateral. Poco a poco nos introduccimos en un magnífico bosque misto de pino y rebollos hasta llegar al barranco de la Peña del Torno donde hay un afloramiento de pizarras paleozoicas y un llamativo paisaje de colores negro-azulados cuya intensidad depende de la luz del momento. Junto al mismo se encuentra la balsa Catalana que no presenta su mejor aspecto. Continuando con la ruta volveremos a encontrar nuevos afloramientos de pizarras en la zona del barranco de las Solanas.

Pronto se llega a Bádenas pequeño pueblo cuyos elementos más destacados son la torre almenada de la iglesia y el trinquete en los bajos del ayuntamiento.

Por una carretera local se llega rápidamente a Santa Cruz de Nogueras. En el pueblo está el museo de los Mares Paleozóicos con una exposición permanente sobre la vida en los mares paleozóicos y más de 150 de fósiles.

En la parte alta del pueblo nos acercamos hasta la ermita de San Bartolomé que se encuentra junto al peirón de San Antonio. Continuando pasamos por otro peirón, el de Santa Quiteria, y por un gran nevero muy bien conservado.

Ascendiendo por la sierra de Herrera cruzamos el paso de los mineros.Se trata de un estrecho que cruzaban los mineros desde el pueblo hasta la mina de plomo que encontraremos más adelante. Al abrir este paso dejaron al descubierto un punto de indudable interés geológico.

Tras superar un collado al que luego volvimos se llega a la corta de una antigua mina de plomo abandonada. Se explotaba desde finales de siglo XIX, tras ser abandonada, en 1976 volvió a explotarse a cielo abierto, pero por su bajo rendimiento duró poco tiempo.

En la zona de las Balsillas se inicia una durísima subida que nos dejará en las instalaciones de un parque eólico. Desde allí en una rápida bajada llegamos a Luesma y su llamativa iglesia. Tras subir a las canteras de pizarra, un largo descenso nos sitúa en Vistabella. Desde allí por carreteras locales y caminos asfaltados llegamos, primero a Aladrén, luego a Paniza y finalmente a Cariñena.

Toda la ruta tiene lugar por buenos caminos y por carreteras de muy escaso tráfico, ideal para gravel.