Valladolid-Medina de Rioseco-Canal de Castilla-Valladolid

Ruta circular realizada el pasado día 6 de diciembre de 2012.
Partimos desde Parquesol (Valladolid) cuatro sufridos bikeros con la ilusión de acabar semejante ruta planteada (Pablo, Roberto, Eloy y el menda), y tomamos el camino de Santiago que nos llevará hasta Medina de Rioseco; en esta localidad, Pablo, por un hecho inesperado, tuvo que darse la vuelta a Valladolid, y de esta manera nos quedamos Roberto, Eloy y yo para hacer todo lo que quedaba.
En Medina paramos lo justo para comer un poco y abastecernos de agua, ya que sabíamos que nos quedaban muchos kilómetros. Este tramo hasta Grijota se hace muy largo, es de un rodar constante y monótono, pero en el que no hay descanso posible y no se puede dejar de dar pedales. Llegamos a Abarca de Campos, y nos detenemos en este municipio para comer, al lado de un curioso campanario que cuando da las horas, a continuación las campanas tañen una breve obra musical. Después de repostar, emprendemos otra vez la marcha con la idea de llegar al Serrón con tiempo de margen para utilizar las luces lo menos posible; no obstante, paramos brevemente en Becerril de Campos para coger agua y seguir adelante; después de muchos pedales, por fin vemos la confluencia del Canal de Castilla que en su curso se divide en dos direcciones, una hacia Valladolid, y la otra hacia Medina de Rioseco que es por la que nosotros accedemos. Decidimos ir un poco más allá, y detenernos en Villamuriel de Cerrato con el fin de tomar un café e instalar las luces, ya que la falta de luz solar se hacía evidente.
Emprendemos una vez más la marcha, ya el último tramo, pero con las fuerzas muy mermadas; al pasar a la altura de Dueñas, ya no había nada de luz solar, y gracias a los frontales de luz y a los focos que llevaba Roberto, manteníamos un buen ritmo.
La última breve parada, la hicimos en la Overuela, tomar un poco de agua, y seguir ya hasta casa.
Según mi GPS, hemos estado en movimiento 9 horas y 25 minutos, y 2 horas parados, en definitiva una ruta de invierno (otoño) de 11 horas y 25 minutos; una ruta muy dura (de verdad) ya que las horas de movimiento, son todas de constante pedaleo, y para hacer 178 km, hace falta dar muchos pedales.
Se puede hacer, pero es necesario estar preparado, tanto físicamente como mentalmente, además de llevar todo el avituallamiento necesario para un día completo en bici, tuvimos la suerte de que nos hizo un día muy bueno, no hacía excesivo frío, y no soplaba el viento.
Sólo pinchamos una vez (Roberto) en Castromonte, que se reparó sin dificultad y se continuó la marcha.
Os invito a que la hagáis, pero tener en cuenta que es una ruta muy dura, no por su nivel técnico (que no tiene dificultad en este aspecto) pero tantas horas en la bici pasan factura, y al final, comienza a doler lo que nunca con la bici te ha dolido. Avisados quedáis.