Valdemorillo Rio Perales Canal Picadas

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Cada vez es más difícil levantarse de noche los fines de semana. Ha sido el caso hoy, ya que para llegar a Valdemorillo a eso de las 8:15 y estar listos a “y media”, es necesario levantarse al alba. No ha sido esto ningún problema, porque Marcos, JB, Carlos, Gómez, Castellanos, Joserra, Paco y dos amigos que se apuntan hoy Javier, Iván, nos reunimos al lado de los viveros Cidoncha para recorrer una de las rutas que hace unos meses tuvimos que cancelar por caudal excesivo del río.
La ruta del día comienza con una subida exigente para calentar las piernas. No es demasiado dura, pero el fresco de la mañana desaparece para dar paso a las primeras gotas de sudor del día.
En un rato llegamos al cauce (hoy seco) del río Perales, aquel que nos impidió el paso la primavera pasada. Es curioso cómo puede cambiar el entorno en poco tiempo, porque este río llevaba un metro aproximadamente de nivel en este punto.
Cruzamos el río y cogemos una vereda muy divertida a lo largo de la senda ecológica de los molinos de Navalagamella, pasando por las hoces del Perales. Es un lugar curioso, donde algunas rocas del camino han sido horadadas para permitir el paso a mulas y burros con el grano hasta los molinos en cuestión. Estos molinos, según explica el cartel explicativo, son “de cubo”, es decir, llevan el caudal de agua hasta una torreta (especie de pozo elevado) donde cae con fuerza y hace girar las aspas del molino.
Dejamos atrás los molinos (dos o tres) para disfrutar de una pista con mucha piedra suelta hasta el mirador del Hondillo. Foto obligada del grupo y pista para arriba de nuevo para dirigirnos al canal de Picadas- Majadahonda. La primera cuesta abajo con firme de hormigón estriado da paso a una subida con el mismo firme y pendiente de más del 20%. Es la zona conocida como los toboganes, y éste sería el primero de cuatro, aunque los otros tres más con cuestas más suavecitas. Ya estamos sudando de lo lindo, porque los 30 grados de hoy se notan y mucho.
Nos falta muy poco para llegar a las inmediaciones de Valdemorillo, pero en una de las bajadas, uno de nuestros invitados, Iván, se cae y se hace daño en un dedo; así que decimos partir el grupo: unos continuamos el track y otros acompañan a Iván a Valdemorillo por un atajo.
El track continúa dando una vuelta de unos 6 kilómetros bordeando una colina por pista pedregosa hasta las inmediaciones de Valdemorillo, donde entramos por el cementerio, cruzamos el pueblo y llegamos a nuestro punto de partida inicial. Allí está nuestro bar con las cervezas esperando.
Buen día, calor un poco excesivo para las fechas en que nos encontramos, buena compañía, y cervezas frescas.
Buena semana para todos, y nos vemos en Pelayos el domingo que viene.