Trochicaminada - Envigado - Manizales

El día 1 iniciamos en la estación metro de Envigado a las 6 am, avanzamos por la ciclo ruta hasta la estación metro La Estrella, subimos por el cerro Pan de Azúcar hasta la vía variante hacia Caldas la cual cruzamos por el túnel de caballos, luego pasamos por el puente sobre el río Medellín para tomar la antigua vía del ferrocarril, por la cual continuamos hasta el municipio de Caldas, allí nos detuvimos a desayunar en una cafetería donde había un grupo de ciclistas muy bien uniformados con bicicletas todoterreno muy sofisticadas, ellos nos miraron con burla y asombro porque andábamos en bicicletas sencillas de acero muy deterioradas, mis alforjas eran un par de costales, que más bien parecían “enjalmas”, como las utilizadas por los arrieros en las mulas de carga, y encima de ellas llevaba una carpa, además nuestro atuendo era muy sencillo, todo esto les genero mucha inquietud pero no nos dijeron nada, solo murmuraban y se reían entre ellos. Luego continuamos por la vía del ferrocarril hasta el sitio llamado “La Tolva” donde tomamos la antigua vía al municipio de Fredonia, en el trayecto los “bocadillos” del freno delantero de mi bicicleta perforaron la llanta y el neumático, lo cual casi me causa un accidente, así que perdimos mucho tiempo resolviendo temporalmente el inconveniente. Fue muy reconfortante que la mayoría de los vehículos que pasaban a nuestro lado se detenían para ofrecernos su ayuda e incluso llevarnos a Fredonia, muy admirable la solidaridad de las personas, pero nuestro objetivo era continuar en bicicleta y así lo hicimos hasta Fredonia a pesar de las dificultades, allí nos detuvimos mucho tiempo para conseguir una llanta de repuesto y arreglar definitivamente la bicicleta, además de almorzar en el lugar. Luego continuamos por la vía hacia el Corregimiento de “Marsella”, antes de este lugar nos desviamos a la izquierda en el sector llamado "El Zancudo" por una trocha complicada, por allí cruzamos dos puertas metálicas y una puerta de madera para continuar por un camino de herradura, pasamos al lado de un lago y finalmente llegamos a una corraleja donde cruzamos un alambrado para continuar por la trocha que va de “Puente Iglesias” hasta “La Pintada”. Este recorrido es muy agradable, al principio se pasa por unos cultivos inmensos de naranjas y de mangos, más adelante se viaja al lado del río Cauca por un buen rato, pero debido a la oscuridad de la noche, era peligroso estar a 1 o 2 metros del rio, así que debíamos andar con mucho cuidado. Luego llegamos al puente metálico donde desemboca el rio Poblanco al rio Cauca, este es un sitio de una gran recordación para nosotros, porque la caminata de “La Pintada” hasta “El Alto de Minas” es la única que no hemos podido terminar a pesar de dos intentos, el recorrido total son unos 35 kmts y se debe subir unos 18 kilometros por el rio “Poblanco”, esto es lo más parecido al desierto, la playa del rio tiene tramos de casi un kilometro de ancho de una arena de color blanco que actúa como un espejo, en el sitio no hay ninguna sombra, y se debe cruzar el rio varias veces, así que debido al fuerte calor, lo máximo que hemos logrado avanzar rio arriba son 10 kilometros, luego de esto por la deshidratación y sin líquido, es necesario salir del rio hasta la vía principal, un bello recuerdo, tal vez algún día lo intentemos por tercera vez. Finalmente, luego de 16 horas llegamos al municipio de “La Pintada” a las 10 pm, por un sector muy humilde donde se encuentran algunas casas al lado de la vía, allí en una casa muy sencilla donde brindan el servicio de alojamiento encontramos donde pasar la noche.

El día 2 iniciamos en el municipio de “La Pintada” a las 6 am cruzando el puente peatonal sobre el rio Cauca disfrutando de un hermoso amanecer. Continuamos por la vía troncal hasta el puente que limita a los Departamentos de Antioquia y Caldas, allí continuamos por la vía destapada viajando al lado del río Arma hasta “Puente Oro” donde hay la posibilidad de seguir al municipio de Abejorral, allí continuamos a la derecha hasta llegar el Corregimiento de Santiago de Arma. En el trayecto mi compañera de viaje sintió el deseo de disfrutar de un “dulcecito”, como no había tienda toco en una casa campesina para que le vendieran media libra de panela y se la comió toda, más adelante a ella le dieron ampollas en los pies y su solución fue quitarse los zapatos para continuar caminando descalza sobre la vía destapada, y por algunos tramos de vía pavimentada hasta Santiago de Arma, una mujer de una fortaleza física y mental envidiable. Santiago de Arma fue un sitio muy importante en la antigüedad, allí explotaron el oro por muchos años y cuando termino la mayoría de las personas se trasladaron a lo que hoy conocemos como el municipio de Rionegro en el oriente Antioqueño, por esto, el nombre oficial de este municipio es “Santiago de Arma de Rionegro”, allí nos detuvimos a almorzar en un restaurante donde también estaba un policía, él nos preguntó por nuestro recorrido y hacia donde nos dirigíamos, le informamos que continuábamos hacia el Corregimiento Castilla del municipio de Pacora, él muy amable nos indicó los detalles para continuar, así que avanzamos hasta el Cementerio del pueblo y nos desviamos a la derecha por una trocha muy agradable por el sector llamado “El Jordán”, hasta el puente sobre el río Pacora, allí hay la posibilidad de seguir a la izquierda por la trocha, pero nosotros con nuestro espíritu de caminantes decidimos cruzar el río y seguir por el camino a pie hasta el corregimiento de Castilla por una subida supremamente difícil, en el trayecto disfrutamos de frutas y nos encontramos con las personas responsable de una de las fincas por donde cruzamos, quienes amablemente nos indicaron el camino, en el trayecto hay unos paisajes espectaculares, “una cosa de locos”, luego salimos a unos rieles muy inclinados por donde con mucho esfuerzo con la bicicleta en la mano llegamos al Corregimiento de Castilla a las 6 pm, después de una jornada de 12 horas. Nuestro objetivo era buscar un restaurante para comer y encontrar una posada o hotel para dormir, nuestra sorpresa fue que en el sitio no hay restaurante, ni posada, ni hotel, solo hay un supermercado. Al ingresar al sitio había un arriero contemplando a su caballo, hablando con él nos indicó que allí no había restaurante, así que nosotros le preguntamos que si era posible que en su casa nos vendieran algo de comer, él señor supremamente amable hablo con su esposa y ella acepto hacernos algo de comer, así disfrutamos de un buen rato y de una buena comida en medio de la excelente compañía de una familia campesina, como el señor es arriero nos indicó información muy valiosa de los caminos de herradura que continuaban en nuestro recorrido hacia adelante, estas mismas personas hablaron con su hija y yerno, quienes llevaron un colchón grande de una casa a la otra en una moto, y nos adecuaron y arrendaron una habitación en su casa por un valor mínimo. La gente del campo es de una amabilidad y de una disposición al servicio infinita, de ellos tenemos mucho que aprender. Castilla es un sitio alto, así que hace mucho frio, lo más duro de la estadía en este lugar fue el baño con agua fría, una cosa terrible, algo que no parece verdad.

El día 3 iniciamos el recorrido en el Corregimiento de Castilla por una trocha con una leve inclinación, un trayecto relajado con mucha neblina en medio de varias fincas que nos permitió llegar al Corregimiento de San Bartolome, el cual es un pueblo pequeño que tiene un poco más de servicios que Castilla, así que allí nos detuvimos a desayunar en una panadería para continuar por una trocha con una bajada muy larga con algunos tramos un poco complicados hasta el rio Pozo. El arriero del Corregimiento de Castilla nos había informado que luego de cruzar el rio Pozo a la izquierda estaba el camino hacia el municipio de “La Merced”, pero la verdad cuando llegamos al sitio no lo recordamos, así que continuamos por la trocha en medio de un fuerte calor, porque el sitio es cercano al rio Cauca y a “La Felisa”, así que ese lugar es pura “candela” y no hay tiendas ni casas cerca de la vía, luego de un buen rato salimos a la vía principal, desde donde continúan unos 19 kmts muy duros hasta el municipio de “La Merced”, luego de un fuerte esfuerzo llegamos al pueblo muy cansados y hambrientos, estamos que “comíamos gente”, jajajaja, así que en un restaurante disfrutamos de un gran sancocho con mazamorra y todavía parecía que faltaba más, así que descansamos un rato para recuperar fuerzas, y para que volviera el “alma al cuerpo” para poder continuar jajajaja. La moraleja es que para una próxima oportunidad es mejor tomar el camino de herradura que esta luego del puente sobre el rio Pozo que seguro es una mejor opción. Luego continuamos hacia el municipio de Filadelfia por una trocha espectacular, la mejor de todo el recorrido, con unos paisajes bellísimos y unas casas antiguas muy hermosas. Aunque todo el recorrido lo realizamos por la trocha, en el trayecto se ven varios caminos por los cuales es posible recortar la vía. Finalmente llegamos al municipio de Filadelfia a las 6 pm después de una jornada de 12 horas, un pueblo mucho más grande y organizado que los anteriores y con más infraestructura y mejores servicios.

El día 4 iniciamos en el municipio de Filadelfia a las 5:30 am por la vía pavimentada hasta el municipio de Neira en un viaje muy relajado por una zona cafetera con algunos cultivos de banano, parecida a los municipios del suroeste Antioqueño, en el recorrido se veían muchas personas en la vía caminando hacia su lugar de trabajo, la mayoría campesinos, luego llegamos a un sitio llamado Varsovia donde existe una fonda antigua, allí nos detuvimos a desayunar, más adelante iniciamos un leve ascenso donde nos encontramos con unos ciclistas de la zona muy amables y cercanos, quienes estaban convencidos que éramos extranjeros, incluso nos hablaron en inglés, jajajaja, nos vieron muy “monos” por el calor que habíamos aguantado y por la cantidad de polvo que tenían nuestras prendas y equipaje, jajajaja, ellos nos acompañaron un buen rato y nos preguntaron por nuestro viaje, luego en una casa campesina al lado de la vía le pedimos a las personas que nos vendieran bananos, ellos nos dieron para comer y para llevar, super formales. Finalmente llegamos al municipio de Neira, un pueblo más grande con unas calles pequeñas muy bonitas, allí nos detuvimos a descansar y caminamos con la bicicleta en la mano disfrutando del sitio. Luego continuamos por camino y trocha hasta el corregimiento de Pueblo Rico, el cual fue declarado patrimonio cultural por su hermosa arquitectura, la más bella de todo el recorrido, y con unos paisajes espectaculares. Mas adelante con nuestro espíritu aventurero de caminantes, recorrimos el camino de herradura a la vereda el Salado llevando la bicicleta al hombro, algo complicado por la dificultad e inclinación del camino, nos demoramos alrededor de 4 horas en cruzarlo, en el recorrido encontramos varias casas con personas muy formales que nos ofrecieron algo de tomar. Luego llegamos a la zona urbana del “Salado” donde inician barrios humildes, en el paso por este lugar a mi compañera se le cayó el teléfono celular al piso y no nos dimos cuenta, más adelante nos alcanzó un niño para entregarnos el teléfono, algo increíble. Finalmente continuamos por la vía pavimentada hasta el parque Simon Bolivar de Manizales, como estaban en feria el acceso al parque estaba restringido porque iban a realizar un concierto de bandas y tenían todo muy organizado, le preguntamos a alguien por la ruta para llegar al lugar y nos dijo que no fuéramos que no nos dejaban ingresar, de todas maneras continuamos y efectivamente tenían todo cerrado con rejas y con control de policía para el ingreso, nosotros llegamos hasta el sitio de ingreso al parque donde devolvían a la gente, estábamos sucios, cansados y no en la mejor presentación después de un viaje de 4 días, le indicamos a los policías que veníamos de Medellín en bicicleta para conocer el lugar, les mostramos nuestras cedulas para que verificaran que no éramos de allí e inmediatamente nos permitieron el paso sin ninguna restricción, la gente que estaba alrededor bellamente vestida para la feria de Manizales no podían creer porque a ellos no los dejaban ingresar y en cambio a nosotros que parecíamos unos “gamines” si nos dejaron ingresar. El parque estaba bellamente organizado para la fiesta, el sitio es hermoso y tiene varias esculturas muy grandes e imponentes, un sitio muy recomendado para visitar. Así terminamos nuestra última jornada de 12 horas y nuestro viaje de 226 kmts, en 52 horas y 4 días.