Trialera Casa Arroyo Hondo

Track buscando cómo bajar a la Casa de Arroyo Hondo desde el carril de los Locos a Boticario y darle continuidad hasta llegar a la carretera A—7000 a la altura de la Venta El Mijeño/Boticario.

Según en que mapa se mire hay o no camino señalizado para bajar a la antigua finca que usaban los Scouts en los años 30, así que me dispuse a buscarlo. Para ello, tomamos el carril principal de Boticario hasta la antena y bajamos por la Cañada (para alargar un poco la ruta y aprovechar para hacer esta bajada muy divertida). Ojo porque en el track me aventuré a tirarme por una mini trialera muy empinada y complicada que corta entre el carril del Detalle y el de Boticario. Se ve el bucle en el track es prescindible.

Una vez abajo, después de hacer la Cañada (contado en otros tracks), subimos hacia Boticario (a la izquierda) hasta el punto kilométrico 6 (marcado con un mojón), ubicado en una curva. Aquí se intuye el sendero, pero sólo se intuye, hay que ir muy atento porque, como se ve en el track, yo me lo pasé y tuve que volver atrás.

Aquí empezamos a bajar, con mucho cuidado (marco Muy difícil la ruta) porque la pendiente es acuciada y la pinocha (hojas de pino en el suelo) no contribuye al agarre de las ruedas. Bajamos hasta el fondo tratando de no perder el camino, dejando una especie de alberca a la izquierda y siguiendo hasta llegar a las ruinas de la Casa del Arroyo Hondo. Aquí el camino se pierde en la vegetación y hay que atravesar la maleza unos 15-20m por lo que parece campo a través, hasta llegar a una fuente (sin agua). Tras explorar a pie el entorno, cogemos el sendero que, atravesando un puente sobre el arroyo, sube hasta la casa Cuadrada, las casa de Juan de Luna (actual sede de la Sociedad de Amigos de los Montes de Málaga) y, finalmente, llega a la A-7000 tras una barrera para coches, a pocos metros de las ventas de Boticario y El Mijeño.

En el track seguí con ganas de aventura y bajé por un carril a la siguiente cañada, pero ese camino no tiene aparente salida, pues desemboca en una hípica privada, y volví sobre mi rodada.