Travesia Ayerbe-Loarre-Rasal-Caldearenas.

Espectacular aventura, atravesando las sierras Loarre y de Javierre.
¡¡¡¡OJO¡¡¡ no es una ruta para todos los publicos, hay descensos que requieren cierta técnica, zonas cerradas de maleza y algunas escasamente transitables.
Desde la collada Estaún hasta el comienzo de la senda de Izarbe es una aventura, monte salvaje, soledad absoluta, falta de cobertura movil...tenedlo en cuenta si alguien se aventura por aquí.

Dejamos el coche en Caldearenas y cogemos el Canfranero hasta Ayerbe.
Este recorrido ya es espectacular, discurriendo paralelo al rio Gállego y con espectaculares vistas a los mallos de Agüero y de Riglos.
Desde Ayerbe, comenzamos la aventura saliendo por pistas y carretera hasta Loarre y desde aquí hasta el castillo, todo por asfalto.
Seguimos subiendo ya por pista hasta el collado Malacastro donde comienza la bajada hacia Rasal, la senda de Zolles, espectacular y larguísima, nos parecerá que estamos en pleno Pirineo.
Desde Rasal nos acercamos a ver la escondida fuente de San Climent, sendero muy peleón y sucio, este bucle es evitable.
De nuevo en Rasal, subida por pista buena hasta la collada Estaún. Aquí hay indicaciones para Caldearenas y Anzánigo.Probablemente hubiera sido mas facil seguir las indicaciones a Caldearenas, peroooo... nos gusta meternos en lios
Bajamos por una antigua trocha sucia pero ciclable hasta la derruida pardina Estaún,
Aquí hay un tramo corte de senda, unos 20 metros, muy cerrado de zarzas, pero con la bici al hombro conseguimos pasar.
Continuamos por senda, pero llega un momento en que ésta se pierde y nos vemos obligados a transitar varios kms por la vía del tren, incluido el paso por un túnel.
Mucha precaución pues aunque el transito de trenes es muy escaso por aquí, no se puede obviar este riesgo.
Por fin, cuando vemos Javierrelatre a nuestra izquierda, tenemos la opcion de dejar las vías y salir a una pista y después seguir por la senda de Izarbe con sus rocas pintadas de colores, espectacular este tramo.
Un par de kms después de acabar la senda llegamos por pista a Caldearenas después de una jornada de enduro-aventura que tardaremos en olvidar.