TRANSRIOJA (FdV): ETAPA 2. ALBELDA DE IREGUA-NAJERA

Segunda de nuestras etapas por tierras riojanas, en esta ocasión con un trayecto más exigente tanto física como técnicamente que nos llevará por la conocida Sierra de Cameros hasta dejarnos en Nájera, en pleno Camino de Santiago.
Iniciamos nuestra ruta en Albelda, siguiendo la Vía del Río Iregua por la denominada Senda de los Pescadores.
El conglomerado rocoso de la Peña de Bajenza pronto nos anunciará que vamos a pasar de un paisaje puramente de ribera a un terreño más montañoso, pasando nuestro camino a transitar por unas sendas más reviradas y en continuo ascenso que nos llevarán a Viguera, entrando por el mirador del Peñueco desde donde podremos disfrutar del Valle del Iregua y de la puerta de entrada a la Sierra de Cameros.
Será aquí donde sin duda encontramos uno de los platos fuertes de nuestro viaje: la Vía Romana de Viguera a Torrecilla. Un sendero espectacular y técnico, con contínuos sube y bajas, donde por primera vez descubrimos a que se referían cuando nos hablaban que nuestras bicicletas transitarían por una alfombra roja formada por las hojas de los arboles y vegetación que flanquea la ruta.
El sendero tiene unos 11 km de distancia y no exige una técnica excepcional si bien puede que te encuentres con obstaculos inesperados y que, como en nuestro caso, tengas que ir esquivando el ganado vacuno residente en la zona.
La Vía Romana nos dejará otra vez a los pies del Iregua, ya en termino de Torrecilla en Cameros, otro de esos pueblos con aroma medieval que abundan en la Rioja en el que aprovecharemos para recuperar fuerzas con un buen pincho de chorizo elebaorado con exquisita mano en el Bar La Terraza.
Desde aquí comenzamos una ascensión continua desde los 750 metros a los 1430 metros de altitud aproximadamente a los que se encuentra la ermita de San Bartolome, punto más alto de esta etapa.
Este punto empieza a contar con mucha menos vegetación arbórea, mostrándonos un paisaje más de alta montaña, con numerosos pastos y ganado suelto.
Tenemos que advertir que la subida a San Bartolomé es dura y que (pensamos) no es posible hacerla subido en bici. Si eres de los que no les gusta estos tramos de "empujing" puede que tengas que buscar un track alternativo.
Al llegar a la ermita lo primero que sorprende es su arquitectura, más parecida a un cortijo o cuadra que a un edificio religioso (rogamos perdonen nuestro desconocimiento sobre este tipo de construcciones). Desde este punto tendremos unas vistas espectaculares al valle y nuevamente notaremos que el paisaje y trazado de la ruta vuelve a cambiar abandonando el camino para transitar por pastos verdes que zigzaguean entre los barrancos, arroyos y el ganado que domina la cumbre. Será también en esta zona donde deberás extremar tu atención ya que comenzaremos a cruzar vallados y pequeñas puertas (ojo porque en el track hacemos algún que otro retroceso).
La amezada de lluvia que se cierne y el cansancio hace que no disfrutemos todo lo que se merece este espectaculo de prado verde de montaña y música "atronadora" de cencerro y que pronto tomemos el camino de descenso, en esta ocasión por un tramo de pista alucinante que discurre entre una gran vegetación formada por pinos, abedules y robles, en algún tramo algo técnico debido a la piedra suelta, que nos dejará en pleno valle del Najerilla.
Desde aquí podemos elegir entre el camino entre predios o la propia carretera comarcal hasta llegar al final de nuestra ruta en Najera.