Sierra Minera de la Unión-Monte de las Cenizas
near La Unión, Murcia (España)
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Itinerary description
En esta ocasión pretendíamos observar el contraste entre la montaña del litoral y la que conforma la sierra minera de La Unión con todo su conjunto de colinas y montañas horadadas por la intensa actividad minera durante el siglo XIX. En toda esa zona la mina Agrupa Vicenta, única abierta a visitas turísticas, destaca como uno de los principales atractivos del llamado Parque Minero de La Unión, un singular atractivo para los visitantes que se adentran en la sierra a través del conocido Camino del 33. Data de 1869 y está considerada como una de las minas visitables más importantes de Europa, con sus más de 4000 metros cuadrados abiertos al público en las que se acumulan bóvedas de más de ocho metros de altura, impresionantes galerías y hasta un lago subterráneo de aguas rojizas.
En torno a esta y otras minas que completan la zona se aprecia el espectacular efecto de una explotación que ha dado como resultado diferentes fisonomías de las laderas de la montaña, impregnados de todos rojizos y áridos, con terrazas circulares que profundizan en el fondo de los barrancos y de la confluencia de las montañas que la conforman. Un espectáculo bello si no fuera porque es el resultado de una actividad abandonada que ha modificado el perfil de las cumbres y laderas de las montañas para mostrar finalmente al público el efecto de un abandono que, con el paso del tiempo, lo ha convertido en paisaje espectacular.
SOBRE LA RUTA/INICIO
Iniciamos la ruta en la Venta el Descargador, junto al Apeadero de la Sierra Minera, donde aprovechamos para preparar las bicicletas y tomar un segundo café. No sin que nos apercibiéramos del buen olor que salía de la cocina y la vista de unos platos que a punto estuvo de hacernos cambiar de idea y de adelantar la cerveza y su acompañamiento. Mi pretensión era tomar dirección al LLano del Beal y coger la primera pista que salía a la derecha para ascender por ella hasta el Sancti Spiritus. Primer inconveniente de la jornada. Nada más iniciarla (como se ve en el track) tuvimos que dar marcha atrás porque una perfecta valla nos impedía seguir por ella. De manera que volvimos a la carretera (RM-F43), evitando entrar en el LLano y enlazando a través de una pista con la RM-F42, que sigue por el transcurso de la Rambla de Mendoza. Desde aquí se observa ya todas las huellas de la explotación minera, a izquierda y derecha, mientras vamos ascendiendo hasta el collado que forman el Ponce (348 m) y uno de los picos situados en el conjunto del Cabezo de Don Juan (274 m), donde nada más sobrepasarlo tenemos a derecha un punto de observación apropiado para hacer una parada y reposar después de la primera de las pendientes del día. Aprovechando así para hidratarnos y contemplar el valle que se extiende a nuestra vista y que antecede al Monte de las Cenizas, Portmán y, girando la mirada a nuestra derecha, la sierra minera que ascenderemos a nuestro regreso.
HACIA EL MONTE DE LAS CENIZAS
A partir de este punto iniciamos un agradable descenso por pista y bosque de pinos a ambos lados de la misma. A nuestra izquierda el paraje denominado Huerto de las Calesas y a derecha la tupida pinada que desciende desde la Peña del Aguila hasta llegar al aparcamiento de coches que forma el punto de inicio de la mayoría de rutas que toman dirección hacia el popular Monte de las Cenizas. Tras sobrepasarlo tomamos unos metros la MU-314 para, rápidamente, coger a la izquierda la pista que nos lleva, en continua pendiente hacia la conocida batería en donde nos recibirán sus dos flamantes cañones Vickers 1923, de 18 metros de longitud y 381 mm de diámetro, idénticos a los instalados en la batería de Castillitos de Cabo Tiñoso. Además de la curiosa instalación militar desde dicha atalaya podemos contemplar la impresionante costa murciana, todavía virgen y carente de planes urbanísticos, lo que la convierte en uno de los litorales naturales más bellos de la costa española. Tan sólo la excepción de la Manga Club cuya extensión se ha ido aproximando a la costa a pesar del muro montañoso que la limita. Al oeste observamos la Punta de Loma Larga y más allá de ella el magnífico y protegido paraje de Calblanque, Una maravillosa sucesión de playas y calas rodeadas de dunas vírgenes y fosilizadas las cuales compete a todos cuidar y proteger. Al oeste la afectada bahía de Portmán y los perfiles de la Sierra de la Fausilla limitada por el Cabo del Agua, a partir del cual se esconde el industrial conjunto de Escombreras.
Tras disfrutar de las enriquecedoras vistas iniciamos descenso hasta la bahía de Portmán para tomar un agradecido refresco en uno de los chiringuitos que, a pie de mar, disfruta de una ubicación privilegiada para pasar allí un pequeño rato. Estamos en la Punta de la Cruz y a nuestros pies la pequeña Cala del Lastre con su particular arena fina y negra y magníficamente situada para tomar un delicioso baño. Tras ese pequeño descanso nos cargamos de fuerza para iniciar el ascenso hacia la sierra minera en busca de uno de los objetivos del día.
HACIA EL LAGO ROJO
Desde la Cala del Lastre reiniciamos la segunda parte de nuestra ruta encaminándonos hacia Portmán y tomando, justo antes de adentrarnos en el pueblo, en el punto marcado topográficamente como Barriada de las Casas Baratas, una senda que nos lleva directamente hasta la cumbre del Sancti Spiritus. Hay que estar atento porque aunque hay una valla metálica, ésta tiene una puerta abierta por la que se puede pasar con toda tranquilidad. La senda es adecuada para subirla en bici aunque con una pendiente constante que requiere su esfuerzo. A través de ella nos adentramos nuevamente en el corazón de la sierra minera tomando altura hacia las antiguas instalaciones de las minas en las cuales hacemos una parada debajo de la única palmera que nos aporta un poco de sombra. Tras echar un vistazo a la abandonada estructura con su oxidada maquinaria continuamos hacia el oeste por una empinada pista que nos permite seguir contemplando los efectos de la explotación minera de toda la zona. Así hasta llegar a la N-345, tras dejar a nuestra derecha la Cantera Glena.
Circulamos por la carretera durante un par de kilómetros para desviarnos a la izquierda por un comienzo de pista que, sorpresa, también estaba cercado, si bien nos fue posible acceder a ella por un paso a la derecha de la misma y así ascender hasta la Cruz Chiquita. Una cumbre de 263 metros de altitud que puso a prueba nuestra resistencia después de todo el recorrido que llevábamos hecho. Tal y como se observa en el track intentamos hacer una circular para llegar a la cumbre pero tuvimos que volver por unos metros hacia el recorrido ascendente dada la imposibilidad de circular con bici por dicho trazado.
Tras contemplar las vistas desde la Cruz Chiquita volvemos por el mismo recorrido para llegar a nuestro último objetivo del día, el Lago Rojo. La bajada hacia el mismo nos obligó a echar el pie a tierra en algún momento y a circular con mucha precaución, pero resultó un esfuerzo satisfactorio. El Lago Rojo permanece acompañado de dos pequeñas lagunas, una de ellas de un color aún más intenso, producto todo ello de las consecuencias de la explotación y extracción del mineral rojo. Rodeado todo él de las típicas terrazas en forma de anillos características de este tipo de minería. Tras llegar allí después de todo el recorrido que llevábamos andado resultó gratificante y dimos por bien empleado el esfuerzo realizado. Pero todavía nos quedaba otra sorpresa. Nuestro recorrido previsto contemplaba continuar en dirección norte para llegar de nuevo a la N-345 y desde allí a nuestro punto final. Una valla también perfectamente instalada y de poco tiempo nos impidió recorrer los apenas cincuenta metros que nos quedaban hasta el asfalto obligándonos a volver sobre nuestros paso y acceder a la misma por el punto en el que la dejamos.
Una vez en ella sólo nos quedaba llegar a nuestro punto de inicio, no sin antes divisar a nuestra izquierda las estructuras ruinosas de lo que debió ser unas instalaciones administrativas de las empresas mineras o, incluso, posibles viviendas de los hombres que las trabajaban. También al norte llamaron nuestra atención las ruinas estratégicamente situadas en lo alto del Cabezo Rajado, justo donde nosotros giramos hacia el este para llegar a La Unión, atravesar la ciudad y llegar a nuestro punto final.
Una bonita travesía que, además de variada, nos permitió contemplar la belleza que nos ofrecía la propia costa murciana intercalada con el contraste de la intervención de la mano del hombre a través de la explotación de su riqueza natural.
En torno a esta y otras minas que completan la zona se aprecia el espectacular efecto de una explotación que ha dado como resultado diferentes fisonomías de las laderas de la montaña, impregnados de todos rojizos y áridos, con terrazas circulares que profundizan en el fondo de los barrancos y de la confluencia de las montañas que la conforman. Un espectáculo bello si no fuera porque es el resultado de una actividad abandonada que ha modificado el perfil de las cumbres y laderas de las montañas para mostrar finalmente al público el efecto de un abandono que, con el paso del tiempo, lo ha convertido en paisaje espectacular.
SOBRE LA RUTA/INICIO
Iniciamos la ruta en la Venta el Descargador, junto al Apeadero de la Sierra Minera, donde aprovechamos para preparar las bicicletas y tomar un segundo café. No sin que nos apercibiéramos del buen olor que salía de la cocina y la vista de unos platos que a punto estuvo de hacernos cambiar de idea y de adelantar la cerveza y su acompañamiento. Mi pretensión era tomar dirección al LLano del Beal y coger la primera pista que salía a la derecha para ascender por ella hasta el Sancti Spiritus. Primer inconveniente de la jornada. Nada más iniciarla (como se ve en el track) tuvimos que dar marcha atrás porque una perfecta valla nos impedía seguir por ella. De manera que volvimos a la carretera (RM-F43), evitando entrar en el LLano y enlazando a través de una pista con la RM-F42, que sigue por el transcurso de la Rambla de Mendoza. Desde aquí se observa ya todas las huellas de la explotación minera, a izquierda y derecha, mientras vamos ascendiendo hasta el collado que forman el Ponce (348 m) y uno de los picos situados en el conjunto del Cabezo de Don Juan (274 m), donde nada más sobrepasarlo tenemos a derecha un punto de observación apropiado para hacer una parada y reposar después de la primera de las pendientes del día. Aprovechando así para hidratarnos y contemplar el valle que se extiende a nuestra vista y que antecede al Monte de las Cenizas, Portmán y, girando la mirada a nuestra derecha, la sierra minera que ascenderemos a nuestro regreso.
HACIA EL MONTE DE LAS CENIZAS
A partir de este punto iniciamos un agradable descenso por pista y bosque de pinos a ambos lados de la misma. A nuestra izquierda el paraje denominado Huerto de las Calesas y a derecha la tupida pinada que desciende desde la Peña del Aguila hasta llegar al aparcamiento de coches que forma el punto de inicio de la mayoría de rutas que toman dirección hacia el popular Monte de las Cenizas. Tras sobrepasarlo tomamos unos metros la MU-314 para, rápidamente, coger a la izquierda la pista que nos lleva, en continua pendiente hacia la conocida batería en donde nos recibirán sus dos flamantes cañones Vickers 1923, de 18 metros de longitud y 381 mm de diámetro, idénticos a los instalados en la batería de Castillitos de Cabo Tiñoso. Además de la curiosa instalación militar desde dicha atalaya podemos contemplar la impresionante costa murciana, todavía virgen y carente de planes urbanísticos, lo que la convierte en uno de los litorales naturales más bellos de la costa española. Tan sólo la excepción de la Manga Club cuya extensión se ha ido aproximando a la costa a pesar del muro montañoso que la limita. Al oeste observamos la Punta de Loma Larga y más allá de ella el magnífico y protegido paraje de Calblanque, Una maravillosa sucesión de playas y calas rodeadas de dunas vírgenes y fosilizadas las cuales compete a todos cuidar y proteger. Al oeste la afectada bahía de Portmán y los perfiles de la Sierra de la Fausilla limitada por el Cabo del Agua, a partir del cual se esconde el industrial conjunto de Escombreras.
Tras disfrutar de las enriquecedoras vistas iniciamos descenso hasta la bahía de Portmán para tomar un agradecido refresco en uno de los chiringuitos que, a pie de mar, disfruta de una ubicación privilegiada para pasar allí un pequeño rato. Estamos en la Punta de la Cruz y a nuestros pies la pequeña Cala del Lastre con su particular arena fina y negra y magníficamente situada para tomar un delicioso baño. Tras ese pequeño descanso nos cargamos de fuerza para iniciar el ascenso hacia la sierra minera en busca de uno de los objetivos del día.
HACIA EL LAGO ROJO
Desde la Cala del Lastre reiniciamos la segunda parte de nuestra ruta encaminándonos hacia Portmán y tomando, justo antes de adentrarnos en el pueblo, en el punto marcado topográficamente como Barriada de las Casas Baratas, una senda que nos lleva directamente hasta la cumbre del Sancti Spiritus. Hay que estar atento porque aunque hay una valla metálica, ésta tiene una puerta abierta por la que se puede pasar con toda tranquilidad. La senda es adecuada para subirla en bici aunque con una pendiente constante que requiere su esfuerzo. A través de ella nos adentramos nuevamente en el corazón de la sierra minera tomando altura hacia las antiguas instalaciones de las minas en las cuales hacemos una parada debajo de la única palmera que nos aporta un poco de sombra. Tras echar un vistazo a la abandonada estructura con su oxidada maquinaria continuamos hacia el oeste por una empinada pista que nos permite seguir contemplando los efectos de la explotación minera de toda la zona. Así hasta llegar a la N-345, tras dejar a nuestra derecha la Cantera Glena.
Circulamos por la carretera durante un par de kilómetros para desviarnos a la izquierda por un comienzo de pista que, sorpresa, también estaba cercado, si bien nos fue posible acceder a ella por un paso a la derecha de la misma y así ascender hasta la Cruz Chiquita. Una cumbre de 263 metros de altitud que puso a prueba nuestra resistencia después de todo el recorrido que llevábamos hecho. Tal y como se observa en el track intentamos hacer una circular para llegar a la cumbre pero tuvimos que volver por unos metros hacia el recorrido ascendente dada la imposibilidad de circular con bici por dicho trazado.
Tras contemplar las vistas desde la Cruz Chiquita volvemos por el mismo recorrido para llegar a nuestro último objetivo del día, el Lago Rojo. La bajada hacia el mismo nos obligó a echar el pie a tierra en algún momento y a circular con mucha precaución, pero resultó un esfuerzo satisfactorio. El Lago Rojo permanece acompañado de dos pequeñas lagunas, una de ellas de un color aún más intenso, producto todo ello de las consecuencias de la explotación y extracción del mineral rojo. Rodeado todo él de las típicas terrazas en forma de anillos características de este tipo de minería. Tras llegar allí después de todo el recorrido que llevábamos andado resultó gratificante y dimos por bien empleado el esfuerzo realizado. Pero todavía nos quedaba otra sorpresa. Nuestro recorrido previsto contemplaba continuar en dirección norte para llegar de nuevo a la N-345 y desde allí a nuestro punto final. Una valla también perfectamente instalada y de poco tiempo nos impidió recorrer los apenas cincuenta metros que nos quedaban hasta el asfalto obligándonos a volver sobre nuestros paso y acceder a la misma por el punto en el que la dejamos.
Una vez en ella sólo nos quedaba llegar a nuestro punto de inicio, no sin antes divisar a nuestra izquierda las estructuras ruinosas de lo que debió ser unas instalaciones administrativas de las empresas mineras o, incluso, posibles viviendas de los hombres que las trabajaban. También al norte llamaron nuestra atención las ruinas estratégicamente situadas en lo alto del Cabezo Rajado, justo donde nosotros giramos hacia el este para llegar a La Unión, atravesar la ciudad y llegar a nuestro punto final.
Una bonita travesía que, además de variada, nos permitió contemplar la belleza que nos ofrecía la propia costa murciana intercalada con el contraste de la intervención de la mano del hombre a través de la explotación de su riqueza natural.
Waypoints
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Information
Easy to follow
Scenery
Moderate
Ruta por zona de la Unión